Marcha por la Vida en Berlín marcando el 70 aniversario del Holocausto

Un Miembro de la Knesset israelí participó en la Marcha por la Vida en Berlín para conmemorar el Holocausto

Director del Caucus  de los Aliados Cristianos de la Knesset  Josh Reinstein marcha con el fundador de la Marcha por la Vida Jobst Bittner y el jefe del caucus MK Robert Ilatov (id) en la  Marcha por la Vida de Berlín. (Crédito de la foto: ISRAEL ALIADOS FUNDACIÓN)

Director del Caucus de los Aliados Cristianos de la Knesset Josh Reinstein marcha con el fundador de la Marcha por la Vida Jobst Bittner y el jefe del caucus MK Robert Ilatov (id) en la Marcha por la Vida de Berlín. (Crédito de la foto: ISRAEL ALIADOS FUNDACIÓN)

Con motivo del 70 aniversario de la liberación, los participantes quisieron conmemorar las marchas de la muerte como el último capítulo del Holocausto.

El Director del Caucus de los Aliados Cristianos de la Knesset Josh Reinstein marchó con el fundador de la Marcha por la Vida Jobst Bittner y el jefe del caucus MK Robert Ilatov en la Marcha por la Vida de Berlín, el último evento de más de 40 marchas de vida que han tenido lugar en Alemania y Austria desde 2012, conmemorando las deportaciones y marchas de la muerte. 

Con motivo del 70 aniversario de la liberación, los participantes quisieron conmemorar las marchas de la muerte como el último capítulo del Holocausto, y con motivo del 50 aniversario de las relaciones germano-israelíes quisieron hacer una declaración por la reconciliación y la amistad con Israel.

«Ante su responsabilidad histórica por haber causado la Segunda Guerra Mundial y el genocidio del pueblo judío, Alemania es un país de gracia inmerecida», dijo Bittner. «Todos los que recuerdan cómo la indiferencia y el silencio pueden hacer igualmente culpables, nunca deben volver a permanecer en silencio frente al odio de los judíos o cualquier forma de injusticia racista. El objetivo de la Marcha de la Vida en Berlín es conmemorar, y también hacer una declaración de solidaridad y amistad con Israel y contra el antisemitismo».

El Presidente Rivlin visita Alemania para celebrar 50 años de relaciones diplomáticas

Itongadol/AJN.- «Junto al pueblo de Alemania, marcaremos un largo viaje, un viaje que comenzó con los horrores inolvidables del pasado, y que con los valores comunes de la actualidad, así como la cooperación y la amistad, nos llevará a un futuro prometedor.», destacó el presidente de Israel, Reuven Rivlin, antes de arribar a Alemania para conmemorar los 50 años de relaciones diplomáticas entre ambos países. 

«Mi visita a Alemania es para mí tanto emocional y profundamente significativo. No tengo ninguna duda de que mis reuniones con el presidente alemán, la canciller, y altos funcionarios del gobierno ayudarán a profundizar la cooperación entre nuestros dos pueblos y gobiernos. Es importante recordar que nuestra amistad no es de ninguna manera una compensación por el Holocausto. Está construida sobre una base de valores compartidos, después de que Alemania aceptara la responsabilidad de ese período oscuro. Hoy en día, estamos prosperando, con los valores de la democracia y la libertad de expresión, después de haber sido capaces de aprender las lecciones del pasado.», remarcó Rivlin.
En los tres días que durará la visita, el jefe del Estado israelí se entrevistará con las más altas autoridades de Alemania, como el el presidente alemán, Joachim Gauck, en la sede presidencial del Palacio de Bellevue, para conmemorar el medio siglo de la apertura de las relaciones diplomáticas que inició el 12 de mayo de 1965 con la firma del Acuerdo de Reparaciones entre Alemania Occidental e Israel.
También pronunciará un discurso conmemorativo de la efemérides y se reunirá con estudiantes y jóvenes emprendedores de ambos países. Y depositará una ofrenda floral en la Plataforma 17 del monumento a los Judios de Berlín asesinados en el Holocausto.

Ana Frank recordada en sus propias palabras 70 años después de su muerte

Una nueva campaña del Reino Unido invita a celebridades y público a grabarse leyendo extractos de un minuto del diario de la niña judía sobre cómo era la vida escondida de los nazis y a publicar sus vídeos en línea bajo el hashtag #notsilent.

Anna Frank escribiendo

El martes, el Reino Unido inició una nueva campaña para conmemorar los 70 años de la muerte de la joven diarista Ana Frank  en la Segunda Guerra Mundial mediante la lectura desus propias palabras en lugar deguardar un minuto de silencio.

La Fundación Ana Frank del Reino Unido ha puesto en marcha una campaña en losmedios sociales llamada#notsilent en la que se invita a las celebridades y el público agrabarse leyendo extractos de un minuto de su diario sobre la vida escondida de los nazis y publicar sus vídeos en línea bajo el hashtag.

En una ceremonia en la Biblioteca Británica de Londres, los escolares leyeron partes del“Diario de una joven” de Ana Frank y la sobreviviente del Holocausto Freda Wineman recordó momentos de su estancia en los campos de concentración de Auschwitz y Bergen-Belsen, al mismo tiempo que la joven judía.

“Setenta años – no parece posible, pero algunos de nosotros todavía estamos aquí para mantener viva la memoria”, dijo Wineman a Reuters.

“La generación joven no debe olvidar y creo que a través de su libro y de su maravillosa escritura, hay un mensaje que ella dejó, sin saberlo, a la generación futura que debe tomar nota de lo que pasa a su alrededor”.

Ana y su familia vivían en la parte de atrás de una casa en Amsterdam. Fueron descubiertos en 1944, y Ana murió con 15 años en Bergen-Belson en 1945. Su diario fue publicado dos años más tarde y ha sido leído en todo el mundo.

“Todos teníamos un aspecto horrible. Un aspecto horrible. No teníamos pelo, moríamos de hambre, teníamos forúnculos, estábamos enfermos”, dijo Wineman del tiempo que pasó en el campo de concentración. “Algunos de nosotros sobrevivimos a todo eso, pero otros simplemente no pudieron aguantar más. Tenían tifus”.

La actriz británica Naomie Harris y la autora de libros infantiles Jacqueline Wilson se encuentran entre las personalidades que han grabado lecturas en memoria de Ana Frank.

Los organizadores dijeron que, si bien se desconoce la fecha exacta de la muerte de Ana, el 14 de abril es un día antes del aniversario de la liberación de Bergen-Belsen.

“Podíamos guardar un minuto de silencio para conmemorar la muerte de Ana Frank, pero no era el caso”, dijo Gillian Walnes, co-fundador y director ejecutivo de la Fundación Ana Frank.

“Ana no pudo ser silenciada. Su voz ha resonado siempre a través de las generaciones en los 70 años desde que murió, y ha inspirado a la gente … a hablar realmente en su memoria, y tratar de hacer un mundo mejor, como ella quería hacer pero no pudo”.

La Fundación ha puesto extractos del diario en su sitio web. Los miembros del público también pueden escoger sus propios pasajes.

Fuente: Enlace Judío México

Una sinagoga profanada en Munich, Alemania

Abril de 1927

Sinagoga de MunichCuando los nazis asumieron el poder en Alemania en 1933, en Munich vivían cerca de 9.000 judíos, que constituían aproximadamente el 1.2% de la población. Estos ocupaban un sitio destacado en la vida social, económica y cultural de la ciudad.

Había dos sinagogas – una de ellas la Gran Sinagoga, construida en 1884-1887 – así como otras casas de oración pequeñas. Docenas de organizaciones judías activaban en la ciudad, en el campo religioso, educativo, cultural, social y político.

El partido nazi fue fundado en Munich en 1922, y su órgano periodístico – el Voelkischer Beobachter – se publicaba también allí.

Antes aún, en 1920, el ministro presidente de Bavaria, von Carr, intentó deportar a los judíos del estado, pero gracias a esfuerzos intensivos la medida fue revocada. En 1923 se publicó un decreto de deportación de 180 familias judías originarias de Europa oriental.

Durante la festividad de los Tabernáculos (Sukot), la Gran Sinagoga fue dañada, y judíos de otro templo fueron golpeados por una turba. La Gran Sinagoga fue la primera que los nazis destruyeron. Hitler visitó la ciudad en junio de 1938 y ordenó su destrucción, dado que estaba situada en proximidad a la Casa de los Artesanos Alemanes.

La destrucción fue programada para ser llevada a cabo el 8 de julio, la fecha de conmemoración del “Día del arte alemán”. Unas cuantas horas antes de la ejecución de la orden los líderes de la comunidad judía recibieron la notificación oficial. Un grupo numeroso de personas laboraron intensivamente durante la noche para retirar los rollos de la Torá y objetos rituales de la sinagoga.

La municipalidad indemnizó a la comunidad judía por sólo un séptimo del valor de la sinagoga y el edificio comunitario adyacente.

Archivo fotográfico de Yad Vashem, 195/C85 via Arte y Arquitectura judía

Antisemitismo/Alemania: La Justicia cerró una exhibición anti-Israel

Itongadol/AJN.- Un tribunal municipal alemán clausuró el viernes la muestra «Manifestación de Paz» que se exhibía en la ciudad occidental de Colonia al considerarla antisemita, antiisraeli y glorificadora de la violencia. «Compara las acciones de Israel con las de Hitler, y propaga el odio contra los humanos así como alimenta resentimientos en contra de Israel.», aseguraron desde la Justicia alemana.

Exposición antisemita en Alemania cancelada

La exposición permanente estaba en la bulliciosa zona peatonal de la Plaza de la Catedral de Colonia, y consistía de numerosas fotos de heridos, y niños muertos ensangrentados que presuntamente fueron heridos durante el último conflicto palestino-israelí.

El tribunal dictaminó que la visualización de las fotos viola la Ley de Protección de la Juventud de Alemania, ya que las imágenes se imponen a los transeúntes desprevenidos y podría perturbar a niños y adolescentes.
Walter Hermann, el organizador de la exposición, se defendió e indicó que la exhibición es una manifestación por la paz con la que busca «sacudir a la gente con estas imágenes horribles», según anunció a un diario alemán y el publicó el sitio «Antisemitism.co.il».
Hermann, de 76 años, ha sido fuertemente criticado por su proyecto, ya que representa «una agitación completamente unilateral, antisemita y sólo aborrecible», según afirmó el alcalde de Colonia, Andreas Hupk.
Además, el autor de la muestra deberá pagar una multa de 635 dólares y podrá afrontar un posible segundo juicio en caso de que continuará mostrando las imágenes, de acuerdo con el fallo del tribunal.

Embajada de Israel confirma: el joven de 22 años asesinado en Berlín es israelí

El cuerpo fue descubierto con lesiones múltiples en la cabeza; la víctima se acercó a la comunidad judía la semana pasada en busca de cama y comida.

monasterio franciscano Calle Gruner, Berlín, donde se encontró el cuerpo de un hombre que se cree un israelí, de abril de 2015. (captura de pantalla Google maps)

El hombre muerto hallado en las ruinas de una iglesia gótica en Berlín con golpes que impidensu reconocimiento era ciudadano israelí, dijo la Embajada de Israel el miércoles

Transeúntes reportado el hallazgo del cadáver la madrugada del domingo en el lugar, cerca del Ayuntamiento de Berlín, y la embajada dijo en un breve comunicado que había recibido confirmación de la identidad de la víctima.

“El nombre del muerto no se dará a conocer por el momento, por respeto a sus seres queridos”, dijo.

El comunicado no dio más detalles, aunque él diario Bild reportó que la víctima tenía 22 años.

Funcionarios israelíes no creen que el asesinato fuera un crimen de odio, aunque no se ha descartado la posibilidad, informó Canal 2.

El hombre se había acercado a la comunidad judía la semana pasada pidiendo comida y un lugar para dormir, dijo un rabino el miércoles.

La zona en que fue hallado el cuerpo, las ruinas de la iglesia gótica del Monasterio Franciscano del siglo 14 destruida durante la Segunda Guerra Mundial, es frecuentada por personas sin hogar.

La policía dijo que se ha abierto una investigación por asesinato. Hasta el momento, la policía no ha determinado el motivo; están a la espera de una prueba de ADN para completar la identificación de la víctima y averiguar por qué se alojaba – o vivía – en Berlín.

Rabí Yehuda Teichtal dijo a The Associated Press que el israelí, que había sufrido heridas múltiples en la cabeza, era un “hombre de unos 20 años que llegó a nosotros durante el pasado día viernes y no tenía dónde dormir ni qué comer”.

Teichtal, un rabino de la comunidad en Berlín y también el jefe del Centro de Educación Judía Chabad en la ciudad, dijo que un compañero rabino le organizó un lugar para dormir en un centro comunitario cerca de Alexanderplatz – a menos de un kilómetro de donde la víctima fue hallada la mañana del domingo.

“Le trajimos comida, le consiguieron un lugar para dormir”, recordó el rabino. “Esa misma noche dijo ‘estupendo’, y luego se marchó y no regresó. No estuvo en el Seder (cena de Pascua), y no vino a dormir”.

La policía ha hecho un llamado a los testigos para que se presenten. Tres personas han aportado información sobre el caso, dijo la policía sin dar más detalles.

En los últimos meses, la policía ha intensificado las patrullas alrededor de Alexanderplatz, en un intento de acabar con el crimen violento.

A pesar del pasado nazi de Alemania, que organizó el Holocausto de los Judíos de Europa, Berlín se ha convertido en un destino popular para los turistas israelíes en los últimos años.

De 20.000 a 30.000 israelíes, en su mayoría jóvenes, se han trasladado a Berlín en los últimos años.

Aunque el hombre llevaba pasaporte israelí, su rostro no pudo compararse con la foto de identidad debido a sus “múltiples heridas”, agregaron.

Esta mañana, el rabino Shmuel Segal del centro de Jabad en Berlín dijo que no estaba claro si el joven era un turista o residía en Berlín..

“Tenemos un centro de Jabad justo al lado del lugar donde fue encontrado. Los que conocen Berlín saben que en la zona de Alexanderplatz hay un montón de gente extraña”, dijo el rabino. “Creo que esa es actualmente la línea de la policía, no tienen demasiada información”.

Fuente: Enlace Judío México

Revelan el primer borrador de la carta de Hitler sobre el Holocausto

Según consta allí, el dictador nazi planificó el genocidio en 1919; en la misiva describe el modo para aniquilar a los judíos

Jueves 09 de junio de 2011 | 10:07  (actualizado a las 10:05)

Según consta allí, el dictador nazi planificó el genocidio en 1919; en la misiva describe el modo para aniquilar a los judíosFoto: AP

 

 

NUEVA YORK.- La firma al final de una carta escrita a máquina en páginas que se tornaron amarillentas después de un siglo es inconfundible: Adolfo Hitler, con las últimas letras arrastradas hacia abajo.

La carta está fechada en 1919, décadas antes de la Shoá (el Holocausto). En ella, el entonces soldado alemán de 30 años nacido en Austria plasmó lo que parecen ser sus primeros comentarios sobre la aniquilación de los judíos.

Fue escrita con una máquina de escribir del ejército alemán y ha sido conocida desde hace mucho por especialistas. Es considerada relevante porque demuestra desde cuándo estaba creando sus ideas antisemitas.

El documento fue presentado anteayer por el fundador de una organización judía de derechos humanos que compró el documento original el mes pasado.

Hitler «estableció el estándar de oro para la inhumanidad del hombre hacia el hombre», dijo el rabino Marvin Hier del Centro Simon Wiesenthal, nombrado en honor a un cazador de nazis.

Hace tres semanas la organización con sede en Los Angeles compró el original por 150.000 dólares de un corredor de antigüedades en California. Antes, la carta había pertenecido a un corredor en Kansas que la adquirió del soldado estadounidense William F. Ziegler.

Al parecer, Ziegler encontró las cuatro páginas escritas a máquina en un archivo nazi cerca de Nüremberg, en Alemania, en los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial.

«El peligro que representa el judaísmo para nuestro pueblo se expresa en la innegable aversión de grandes secciones de nuestro pueblo», escribió Hitler en alemán. «La causa de esta aversión surge principalmente del contacto personal y de la impresión personal que dejan los judíos como individuos, que casi siempre es desfavorable», asegura el genocida en el escrito.

En otro pasaje de la misiva, Hitler dice que un gobierno poderoso podría manejar la «amenaza judía» al negar sus derechos, pero que «su meta final debe ser la remoción inquebrantable de todos los judíos».

 

Según consta allí, el dictador nazi planificó el genocidio en 1919; en la misiva describe el modo para aniquilar a los judíosFoto: AP
 

 

Al momento de escribir la carta, Hitler rendía servicio en el ejército alemán y había agitado a las tropas con sus discursos antisemitas. Un superior le pidió que escribiera sus ideas.

El documento, conocido como la carta Gemlich, fue certificado como auténtico en 1988 por el experto en caligrafía Charles Hamilton, que reveló que los «Diarios de Hitler» eran falsos.

Adolf Gemlich creaba propaganda para el ejército alemán y Hitler le escribió la carta tras una sugerencia del capitán Ulrich Mayr, para ayudar a popularizar la idea de que había responsables por la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial.

Hitler se despide «con la más profunda estima».

El centro planea exhibir la carta en su Museo de la Tolerancia en Los Angeles. «Es un documento fundamental que le pertenece a las generaciones futuras», advirtió Hier.

Agencias AP y EFE

 

http://www.lanacion.com.ar/1380150-revelan-el-primer-borrador-de-la-carta-de-hitler-sobre-el-holocausto

Historia de un libro infame

Historia de un libro infame

En 1923 se redactó «Mein Kampf», el catálogo de odios personales de Hitler. El título, sin embargo, fue un «best seller» y convirtió a su autor en un hombre rico. Anagrama publica la historia que Antoine Vitkine ha escrito de este libro detestable.

El rastro político. En la década de los años treinta muchos políticos y periodistas se preguntaban si las ideas de este libro (primera página a la derecha) constituían un ideario político real o no. Muchos optaron por creer las falsas promesas de paz de s

7 Marzo 11 – Madrid – J. Ors

El historiador Olaf Simons descubrió con inquietud que la actitud de su abuela no había sido una excepción. En 1945, muchos hogares alemanes prefirieron esconder ese libro antes que destruirlo. Cuando las tropas aliadas entraron en el pueblo, ella «envolvió su ejemplar con papel aceitado» y lo enterró en el jardín. «¿Por qué no haberlo quemado simplemente en la chimenea? “Me dije que quizá fuera un objeto de valor”, respondió a su nieto».  Dos años después, esa misma anciana lo desentierra, cambia el papel que lo protege y lo vuelve a guardar. El peso de la conciencia por el horror del genocidio judío, o el de la culpabilidad por el desencadenamiento de la contienda que se abrió en1939, no resultaba suficientemente fuerte para que esa mujer renegara de él y lo rompiera, a pesar de que las ciudades de su país estaban reducidas a cenizas. En la posguerra, además, tenerlo en casa, o reconocer que se había leído, implicaba de manera directa que se conocían las intenciones genocidas del Tercer Reich. Sin embargo, la mayoría de la población prefirió olvidarlo en un rincón del sótano o el desván antes que entregarlo a las llamas.

Un ideario político

Es imposible deslindar el «Mein Kampf», uno de los libros más detestables que jamás se han escrito, de la memoria colectiva europea. Adolf Hitler expuso en sus páginas la doctrina y las ideas del nacionalsocialismo que después ejecutaría sin pudor ni dudas. El volumen, aunque cueste creerlo, fue un «best seller». Ese cabo sin ejército, ese pintor frustrado, el vagabundo resentido por la guerra que había perdido, escribió en 1923, en la cárcel-fortaleza de Landsberg, uno de los panfletos políticos más indignantes de la historia. El escritor Antoine Vitkine, en «Mein Kampf. Historia de un libro» (Anagrama) revela, sin embargo, que fue «uno de los libros políticos más comprados de todos los tiempos. Antes del ascenso de su autor al poder, en 1933, lo adquieren centenares de miles de personas». Asegura que «su difusión alcanza la colosal cifra de doce millones de ejemplares. Calificado de “biblia nazi”, ofrecido a todas las parejas que se casan, enseñado a los niños, promovido por medio de campañas publicitarias innovadoras, es impreso incluso en alfabeto braille».

Pero hay más. En los años treinta es traducido a más de veinte lenguas y se convierte en un «best seller» en el mundo entero. La historia de su éxito se prolonga más allá de la derrota nazi. «A partir de 1945 se vende en el extranjero por millones. Según la revista norteamericana “cabinet”, se habían vendido 20.000 ejemplares anuales en versión inglesa». En Francia sigue difundiéndose ahora y en ciertos países está entre los más vendidos: «En Turquía se agotaron 80.000 ejemplares en un año; en India es objeto de un entusiasmo sin precedentes; en Rusia, Indonesia, Egipto o Líbano su éxito es indiscutible». En 1999, el diario «The guardian» descubre que el libro figura entre las tres obras que más compraban los alemanes en «Amazon.com» (después de la denuncia, este sitio dejó de enviar el libro a direcciones alemanas). Pero tampoco es difícil conseguirlo. «En la librería alemana de Ibiza, centro de vacaciones muy apreciado por los alemanes, se venden todos los veranos  un número considerable de ejemplares de “Mein Kampf” en versión original». Hitler, que creía en «los protocolos de los sabios de Sión», convirtió sus postulados en una fuente de ingresos. A finales de 1932 había vendido 230.000 ejemplares. En enero de 1933, otros 13.000. «El  Führer ya es un hombre rico. Apenas necesita un sueldo, pues recibe el 10 por ciento del precio de venta y, a partir de 1933, el 15 por ciento». Según la documentación, «“Mein Kampf” habría reportado al Führer 15 millones de Reichsmarks, o sea, decenas de millones de euros actuales».

Una cuenta en Suiza

Un informe desclasificado de la CIA afirmaba que el editor del libro había abierto una cuenta para Hitler «en un banco de Ginebra, el UBS, y que millones de marcos dormían allí tras la finalización de la guerra…». Por eso, el filósofo y filólogo Victor Klemperer aporta una lúcida reflexión que recoge Vitkine: «Cómo fue posible difundir este libro en la opinión pública y cómo, pese a ello, fue posible el reinado de Hitler, puesto que la biblia del nacionalsocialismo ya estaba en circulación varios años antes de la toma de poder: éste será siempre para mí el mayor misterio del Tercer Reich». Vitkine repasa la recepción de este libro en Francia, Inglaterra y Estados Unidos en los años siguientes a que saliera a la venta. Sobre todo se centra en la disputa, por derechos de autor, que el sello que publica a Hitler en Alemania mantiene con un editor francés de tendencias políticas fascistas. El dictador alemán ganaría la demanda en contra del francés: «En materia de propiedad literaria, los alemanes tienen en Francia los mismos derechos que los nacionales». Una ironía de la Justicia de un país que enseguida sería invadido por ese mismo demandante y con el ideario contenido en ese volumen. «Una derrota en nombre de las normas ordinarias de la civilización y a causa de ellas. Una derrota jurídica que anuncia las derrotas políticas y militares futuras. Al presentar su demanda ante el tribunal, Hitler muestra una vez más hasta qué punto sabe volver contra sí mismas las armas de las democracias. Lo mismo ocurre con la naturaleza particular, única, de la empresa hitleriana: un mal resultado de la propia democracia». Este capítulo es importante porque desvela cómo el  «Mein Kampf»  se recibió en Francia, nación que en esos años jamás dispuso, lamentablemente, de una traducción fidedigna para que se cerciorara de la amenaza que suponía ese líder político. La mayoría subestimó el libro, otros, aferrados a las promesas de paz de Hitler, lo despreciaron; y, la extrema derecha, se aferró a su mensaje antisemita, pasando por alto las advertencias que incluía contra Francia.

Una pregunta queda suspendida: ¿Los lectores de este libro habían podido percibir el extermino de los judíos? No hacía falta leerlo. Vitkine recoge el discurso que Hitler pronunció el 30 de enero de 1939 y en el que advierte de lo que supondría una guerra en el viejo continente: «La aniquilación de la raza judía en Europa». Los socialista alemanes ya conocían este plan, y, en 1940, la prensa alemana anuncia que «el distrito de Dantzig-Prusia Oriental es el primero en no tener judíos en su territorio». En el «Mein kampf»  abundan los pasajes que se refieren a esta locura de su autor. Pero «la reacción será la indiferencia».

El detalle: ECO EN EL MUNDO ÁRABE

El «Mein Kampf» tiene aún hoy eco en el mundo islámico, según Antoine Vitkine. El libro de Hitler, aburrido y repetitivo, que tuvieron que corregir y depurar varios colegas suyos, contiene frases aborrecibles, como esta: «El judío sigue su camino, ese camino que lo conduce a penetrar disimuladamente en los pueblos y vaciarlos de su sustancia; y combate con sus armas, que son la mentira y la calumnia, el envenenamiento y la descomposición, que acentúan la lucha hasta el exterminio cruento del adversario detestado». El conflicto con Israel es el motivo del  éxito del libro en los países musulmanes. En 2005 se vendieron 80.000 ejemplares en Turquía. Para el autor, «El “Mein Kampf” se nutre tanto del antisemitismo como de los magmas ideológicos que se crean en el terreno de las tensiones políticas y la incultura». Vitkine incluye el testimonio de un egipcio que intenta explicar este hecho: «Permite saber cómo piensan los sionistas. Eso no tiene nada de malo». El veneno de Hitler parece que todavía está activo.

Fuente: LA RAZÓN Madrid 7 Marzo 11

El Holocausto en persa

Campaña israelí en idioma persa

Alegando que el Holocausto es un «mito», es imprescindible elevar voces claras y conceptos fundamentados en hechos y procesos verídicos.
El 27 de enero, en el día mundial de Recordación del Holocausto, el Museo del Holocausto de Jerusalén anunció el lanzamiento de una importante campaña de lucha contra la negación de la tragedia judía que será transmitida en idioma persa. Yad Vashem ya cuenta con un sitio cibernético en persa desde hace varios años que goza de gran popularidad y el nuevo canal se sumará a las señales de Yad Vashem en hebreo, inglés, árabe y español.

La iniciativa es una clara respuesta a las reiteradas declaraciones del presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, poniendo en duda el alcance del exterminio nazi llevado a cabo durante la Segunda Guerra Mundial, negando que dejó un saldo de seis millones de judíos muertos e insistiendo que el Holocausto era «exagerado» por el movimiento sionista y por Israel para justificar el «robo» de los territorios palestinos. El tema no es sólo lo que declaman los líderes persas: por ejemplo, recordemos con sorpresa y dolor que recientemente se informó que el Reino Unido borró al Holocausto de su programa de estudios porque «ofendió» a la población musulmana que afirma que nunca ocurrió. Y esto ocurre después que las expresiones antiisraelíes y antisionistas de Ahmadinejad tuvieron mucho eco en Europa, que se manifestó profundamente preocupada por el contenido y por el tono de ellas.
Para Europa, deslegitimar al Holocausto es negar la moralidad europea. Pero los ingleses prefieren convivir con los millones de musulmanes que habitan en las islas británicas.
¿Quién más seguirá el «ejemplo» británico?

Antecedentes
Desde el establecimiento del Estado de Israel, sus problemas regionales, tanto existenciales como estratégicos, estuvieron siempre íntimamente ligados a las actitudes de los países vecinos. En los últimos años se sumó a esos países árabes la República Islámica de Irán, país con el cual Israel no comparte fronteras comunes.
Todo hace que la hora aparenta propicia para expandir y fortalecer la hegemonía regional iraní. Debemos recordar que la diplomacia iraní es muy experimentada, goza de una tradición centenaria y ha acumulado una sofisticada habilidad profesional que aplica con amplia inteligencia.
Desde la elección de Ahmadinejad como Presidente de Irán, este país expandió su influencia regional habiendo incrementado notablemente su ingerencia en el Medio Oriente después de haberse afirmado, inicialmente, como fuerza dominante en el Golfo Pérsico.
¿Cómo llegó a esta situación? ¿También el Golfo Pérsico y también el Medio Oriente?
Podemos señalar cuatro tipos de razones:
* el afianzamiento de los sectores radicales en la conducción de Irán;
* el alza de los precios del petróleo;
* los planes de energía nuclear que gozan de fuerte consenso en la opinión pública iraní;
* la serie de erróneas o fracasadas medidas de la administración americana: los EEUU vencieron al Talibán en el 2002 y derrocaron a Sadam Hussein en Irak en el 2003, los dos acérrimos enemigos del país persa; las complicaciones de los EEUU en Afganistán contribuyeron a que Irán se afianzara como «potencia» regional con aspiraciones internacionales.
¿Es factible un bloque shiíta en el corazón del Medio Oriente? La aspiración de un eje shiíta conducido por Irán hoy se ve reflejada en Líbano, por el Hizbollah; en Gaza, por el Hamás; en Irak, donde la composición del gobierno, con apoyo americano, tienen mayoría shiíta por primera vez en la historia; en Siria, país árabe que se considera asimismo país laico, pero que cuenta con un importante apoyo económico de Irán a su vez país shiíta y religioso; sumemos el 70% de Bahrein, el 60% de Kuwait, parte de Yemen, etc.
De aquí que existe una profunda preocupación entre los dirigentes de los distintos países árabes, casi todos sunitas, que temen que en definitiva Irán logrará hacer caer en sus redes a la mayor parte de la región.
Las opiniones en Washington se contraponen en cuanto a la interpretación de las actitudes iraníes, disienten en cuanto a la magnitud de la amenaza, resultan contradictorias en cuanto a las apreciaciones del tiempo aún disponible, son indecisas en cuanto a las medidas adecuadas conducentes a evitar que Irán llegue a tener armamento nuclear. Esta discusión apasiona dentro de la Administración, como así también dentro de los partidos, agita a la opinión pública, cautiva al análisis académico. Los norteamericanos toman en cuenta también, que si se utilizarían medidas de fuerza militares, inmediatamente habría reacciones terroristas

en todo el mundo y se afectaría aún más la opinión pública árabe en contra de los EEUU.
Paralelamente, Irán continúa firme en sus proyectos y en sus declaraciones y en sus avances. 

La negación del Estado de Israel
En este contexto encontraremos la razón por la cual Irán enarboló la bandera de la destrucción de Israel al triunfar la revolución islámica en 1979. Este es un eslabón importante en la lucha del Islam contra Occidente, etapa importante en el afianzamiento de la hegemonía regional shiíta sobre la mayoría árabe sunita.
Para ellos no existe justificación alguna, ni moral ni histórica, para las reclamaciones de soberanía de los Judíos o de los Sionistas. La presencia de Israel es señalada como una cuña de la cultura occidental insertada en el corazón del mundo islámico para dificultar su expansión.
Desde el ascenso de Mahmud Ahmadinejad al poder, el 3 de Agosto de 2005, el mundo escucha sus repetidas declaraciones en cuanto a la negación del Holocausto como hecho histórico. La diferencia con sus antecesores reside en la frecuencia y no en el contenido de esas declaraciones. Se agrava, al salir de boca de la máxima autoridad política de la nación persa.
¿A qué se debe esta insistencia en el tema? ¿Por qué el Holocausto preocupa tanto al Islam iraní?

Deslegitimación

El objetivo es claro: anular la base ideológica del Sionismo, negación destinada a probar que «los judíos no tienen necesidad de modificar su propia historia, y deben dejar de presentarse como merecedores de lástima» (Khamenei, abril 2001).

Religiones no necesitan Estados

Los iraníes repiten a menudo que su desprecio hacia Israel no tiene bases antisemitas, no es contra los judíos. Lo demuestran señalando que los aproximadamente 20 mil judíos que residen en Irán son la mayor comunidad judía del Medio Oriente, fuera de Israel.
Pero insisten que el judaísmo es sólo una religión y las religiones como tales no tienen ni necesitan estados soberanos.

Agresividad Occidental
Según ellos, el sionismo es la última etapa de la agresividad occidental contra el Islam. El desarrollo comienza con la Primera Guerra Mundial que provocó la caída del Imperio Islámico Otomano (1917), continuó con la declaración Balfour y concluyó con la idea de establecer un estado judío (1948). Por si faltaran pruebas, la votación conjunta de los EEUU y Unión Soviética en pro del nuevo estado judío es la confirmación de dicha conjura occidental.

Sionismo Culpable
El sionismo es presentado como el apoyo fundamental a la globalización que atenta a la cultura y a la coherencia social islámica. El sionismo es el culpable y el brazo activo de la usurpación del territorio palestino. «El carácter racista y genocida del sionismo es la razón que lo conducirá a su propia destrucción». De esta manera, desde el punto de vista ideológico está prohibido hacer la paz con los sionistas: «no se puede hacer paz con la maldad absoluta…».

Los palestinos como víctimas
El demonizar al sionismo los lleva también a enunciar que fueron los mismos judíos que incitaron a Occidente en la lucha contra los alemanes a fin de poder obtener su estado en Palestina. Por otra parte, sostienen que Ben Gurión colaboró con los alemanes en sus planes de exterminio de judíos, a fin de alentarlos a que se trasladaran a Palestina.
De esta manera, presentan a los palestinos como víctimas de la Segunda Guerra Mundial, de la que no participaron pero se ven obligados a cargar con sus consecuencias: por lo tanto, los judíos residentes de Israel deben regresar a sus países de origen y/o los países europeos los culpables del Holocausto y son ellos los que deben ofrecer solución de residencia a los judíos.
Tal vez olvida, tal vez desconoce Ahmadinejad, que la idea del retorno judío a su patria ancestral no es consecuencia del Holocausto. La aspiración al retorno y la reconstrucción existe desde que Tito destruyó el Templo de Jerusalén en el año 70 de la era común; el retorno fue implementado en 1882 con las primeras colonias agrícolas de judíos religiosos, se fortaleció con el surgimiento del sionismo en 1897, fue reconocido por la Declaración Balfour en 1917, la población judía de Palestina pasó de 60 mil en 1918 a 600 mil en 1945. El Holocausto fue el brutal y sangriento «impulso final» para el reconocimiento político de la comunidad internacional expresado el 29 de noviembre de 1947: la creación de dos Estados, uno judío y otro árabe, en Palestina.
La Declaración de Independencia del Estado de Israel de 1948 basa su legitimidad en el derecho natural de los Pueblos a expresar territorialmente su soberanía y en el reconocimiento del concierto de Naciones.

Auschwitz nunca fue liberado

Jueves, 27 de enero de 2005

Por Jack Fuchs*

Birkenau

Para la narración de la historia –los historiadores usan aquí mayúsculas que evito– sesenta años es nada más que un parpadeo del tiempo, para un hombre es casi todo su tiempo. De modo que un hombre, aunque sólo sea por una mínima razón de perspectiva, no habla como historiador o como filósofo, por más que el filósofo o el historiador no sean más que un hombre. Hace sesenta años que la historiografía, y casi la entera totalidad de la literatura que se ocupó de pensar el campo de concentración como objeto, viene diciendo que el 27 de enero de 1945 Auschwitz fue liberado. Yo mismo usé esa terminología. Pero liberar supone una acción voluntaria, una decisión política, militar, una forma de intervención específica y concreta. Y no fue eso lo que ocurrió en Auschwitz. Auschwitz, del ’41 al ’45 fue ignorado por los aliados. Los campeones de la libertad, de la democracia y el progreso humano, los líderes del antinazismo estaban ocupados en asuntos de más vasto alcance: se trataba de ganar la guerra. De conquistar hegemonía política, económica y militar en ese escenario europeo devastado por la misma lógica de la guerra. Y en la guerra, como se sabe, las personas no cuentan, no tienen valor.
Los aviones aliados sobrevolaron los campos desde 1944: jamás bombardearon una sola cámara de gas, los hornos crematorios jamás fueron concebidos como objetivos militares de guerra. Bombardearon Munich, pero no bombardearon Dachau, que está al lado, o Slesia, un verdadero objetivo militar porque allí se concentraba parte de la industria alemana de guerra, pero no bombardearon Auschwitz, a muy pocos kilómetros de distancia.
Habría que decir: hace sesenta años que Auschwitz no fue liberado. Hace sesenta años que el Ejército Rojo encontró huellas de las víctimas, barracas vacías, montañas de zapatos, de pelo humano, de anteojos, de juguetes que habían estado en manos de los niños, cadáveres sin enterrar. El general soviético Petrenko cuenta en sus memorias (Antes y después de Auschwitz) que él “liberó” el campo, pero reconoce que hasta un día antes, hasta el 26 de enero, no tenía información acerca de su existencia y que, en realidad, se dirigía a localidades cercanas cumpliendo el plan de reconquistar zonas ocupadas. Sin embargo, durante 1941 las primeras víctimas del gas en Auschwitz fueron oficiales y soldados del Ejército Rojo, fue con prisioneros soviéticos con quienes se puso a prueba el funcionamiento maquinal de las cámaras y la incineración en los crematorios. De modo que el ejército de la revolución proletaria sabía muy bien qué era Auschwitz. ¿Cómo podía pasar inadvertido que desde el otoño de 1941 hasta noviembre del ‘44 Auschwitz había producido un millón seiscientas mil víctimas? ¿Cómo se pudo mantener ocultos los trenes con carga humana, que salían de París, de Roma, de Budapest, de Praga, de Berlín, de Viena, de Amsterdam y llegaban por la mañana con miles de personas vivas que unas horas después, más bien durante la noche, quedaban convertidas en ceniza? No, no fue ningún secreto. No podía serlo. Porque los grandes movimientos de transporte, la enorme energía desplegada en esa máquina de muerte era enteramente visible.
Los gobiernos aliados sabían muy bien lo que pasaba. Lo mismo en el frente inglés-americano que en el frente soviético. Los ingleses se atribuyen haber “liberado” Bergen Belsen y los norteamericanos, Dachau. Pero tampoco fue así. Los ingleses y los americanos encontraron los campos. Antes de que el ejército soviético llegara a Auschwitz, los alemanes habían huido llevándose con ellos a los prisioneros en lo que se conoce como la Marcha de la Muerte, camino de Alemania. El comandante de Auschwitz, Rudolph Hoss, fue apresado en Alemania, enviado a Polonia, juzgado y colgado frente a una de las barracas de Auschwitz en 1947.
En el ’45 yo estaba en Dachau, providencialmente me habían llevado ahí desde Auschwitz, y ningún soldado americano vino a rescatarme, los alemanes nos metieron en un tren que después abandonaron a mitad de camino; literalmente, a mí me encontraron en el cobertizo de una casa de campo en Baviera. Cuando terminó la guerra me gustaba decir que los aliados me habían liberado de Dachau. La juventud es más épica. Tardé años en comprender que no había sido así. No hubo ninguna intención de terminar con los campos. Los sobrevivientes fuimos encontrados en la ruta de los distintos ejércitos, mientras cumplían el único objetivo que se habían propuesto: derrotar a Alemania. La prioridad, la única finalidad, diría, fue la de derrotar al nazismo, y nunca la de rescatar a las víctimas. Los aliados permitieron que durante toda la guerra la matanza se ejecutara sin obstáculos.
Hoy, escribo esta nota y me es difícil retroceder en el tiempo y verme en el planeta Auschwitz (digo planeta irónicamente, para evocar la idea de que la tierra, los hombres, no podrían dar forma a una máquina semejante de muerte, pero sin embargo fue en la tierra y son los hombres), donde los SS eran dioses siniestros que decidían sobre la vida y la muerte a cada momento.
Henry Ibsen dijo que la mayoría no siempre tiene razón. Las Naciones Unidas, todas las organizaciones que preparan actos para la ocasión, la mayor parte de la prensa mundial hablan en estos días de la “Liberación” de Auschwitz, para mí se trata de una ironía de mal gusto, no puedo pensarlo de otro modo, quizá se trata sólo de una imprecisión en el lenguaje, quizá las cosas van más rápido que el lenguaje, pero no creo en esta interpretación, las palabras siguen hablando y a su modo dan cuenta siempre, fatalmente, de la verdad que ponen a cada momento en juego: las palabras y la verdad de lo que dicen y ensombrecen. Yo pregunto (me gustaría escribir como Zola: yo acuso, pero me reservo esa gravedad y ese entusiasmo ya un poco anacrónicos), ahora, 60 años más tarde, señores: ¿por qué los campos nunca fueron liberados? Y más, pregunto: ¿es la misma persona, soy el mismo, que hace 60 años, hasta unos meses antes, caminaba, si puede llamarse a eso caminar, entre los pabellones?
En la entrada de Auschwitz hay una placa escrita en 19 lenguas (hasta 1991 ese texto no figuraba ni en idish ni en hebreo), pretende dar testimonio universal de la tragedia, como cuando el turista se pasea por Le Marais, en París y lee “aquí vivió Victor Hugo”, el turista se detiene, se estremece, dice “Ah, la casa de Victor Hugo”, y después sigue, hay muchas otras cosas para ver, se hace tarde y quiere volver a su cuarto de hotel, sacarse los zapatos y tomar una ducha.

 

* Intelectual, pedagogo y escritor. Sobreviviente de Auschwitz.

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