Pintaron con esvásticas un Memorial del Holocausto en Kiev

 

Itongadol/AJN.- El monumento conmemorativo de las víctimas judías de la masacre de Babi Yar en Kiev fue profanado por cuarta vez en los últimos meses, posiblemente en el cumpleaños de Adolf Hitler.

Los autores pintaron una cruz esvástica en el monumento «Menorah» que recuerda la masacre de más de 33 mil judíos en 1941 por las fuerzas de ocupación nazi y sus colaboradores.

La profanación del monumento en Babi Yar puede haber sido programada para coincidir con el 20 de abril, el cumpleaños de Hitler, según el informe de una página web que monitorea incidentes antisemitas en Ucrania..

Se develaron las raíces judías de Lenin en un museo ruso

24.05.2011 10:02  | 

La exhibición revela una carta escrita por la hermana del revolucionario que decía que el abuelo materno era un ucraniano judío. Stalin le había dicho a la mujer que mantuviera el escrito en secreto.Los documentos que aparentemente confirman los rumores de que Vladimir Lenin tenía ancestros judíos pueden ser ahora vistos en el Museo de Historia Estatal de Rusia, según informó AP ayer.
Entre los nuevos documentos publicados puestos en exhibición en el museo está una carta escrita por la hermana de Lenin, Anna Ulyanova, que dice que su abuelo materno era un judío de Ucrania que se convirtió al cristianismo para escapar de la persecución en la Zona de Residencia y tener acceso a una mejor educación, dijo el informe.
“Vino de una familia judía pobre y fue, según su certificado de bautismo, el hijo de Moses Blank, un nativo de Zhitomir (una ciudad occidental de Ucrania)”, escribió Ulyanova en 1932 en una carta citada por AP.
En la carta escrita a Josef Stalin, que reemplazó a Lenin luego de su muerte en 1924, Ulyanova escribió: “Vladimir Ilych siempre ha pensado de los judíos altamente. Lamento mucho el hecho de que el hecho de su origen, el cual yo he sospechado, no fuese sabido mientras él vivía”.
Lenin, que nació como Vladimir Ilych Ulyanov en 1870, se identificaba a sí mismo como un ruso bajo el régimen zarista en el país, durante el cual el antisemitismo era rampante. Adoptó el nombre de Lenin en 1901 durante su exilio en Siberia.
Según el informe de AP, Lenin supervisó un corto período de promoción de la cultura judía que terminó a principios de los años 30, cuando Stalin incentivó purgas antisemitas y creó un plan para relocalizar a todos los judíos soviéticos.
Ulyanova pidió que Stalin diera a conocer el antecedente judío de Lenin para combatir el aumento del antisemitismo, informó AP. Ella escribió: “Escucho que en los recientes años el antisemitismo ha estado haciéndose fuerte otra vez, incluso entre comunistas. Estaría mal esconder el hecho a las masas”.
Stalin ignoró el pedido de Ulyanova y le dijo que “mantenga silencio absoluto” sobre la carta, según la curadora de la exhibición, Tatyana Koloskova.
Los documentos recogen información presentada en la biografía oficial de Lenin, escrita por su sobrina Olga Ulyanova, en la que reclama que su familia tenía solamente raíces rusas, alemanas y suecas.
La carta de Anna Ulyanova fue descubierta por los historiadores rusos a principios de los años 90, pero su autenticidad fue cuestionada.

Fallece la esposa de Shimon Peres

Sonia Gelman de Péres ( 1924 – 2011) Z»L

Por Dr. David Malowany

Shimon y Sonia Peres

Shimon  Persky (en el futuro Péres en homenaje a un pájaro que avistó cuando estaba detenido por los británicos)  nació el 21 de agosto de 1923 en un Shtetl (1) de Bielorrusia  llamado Vishneva cerca de Volozhin a orillas del Río Olshanky donde residían 1500 judíos. Sus abuelos eran personas religiosas. Su padre era un  barraquero que aburrido de los impuestos discriminatorios y el antisemitismo decidió emigrar con su familia  a Palestina en 1932. Al terminar el  noveno grado, el joven inmigrante fue matriculado en el internado agrícola de Ben Shemen. Poco después fue captado por la Hagannah (2), donde a la luz de la vela, juró sobre la Biblia la lealtad a esta organización militar clandestina.  Haciendo guardia para esa organización, muy cerca de la casa del profesor de carpintería de apellido Gelman, salió una joven descalza con largas trenzas castañas y rostro de elegancia griega. Su nombre era Sonia. Para conquistarla, el adolescente Shimon no tuvo mejor idea que leerle a la luz de luna, pasajes seleccionados de Das Capital de Karl Marx.  Todo un romántico… Graduados de su entrenamiento agrícola los jóvenes terminaron formando parte del Kibbutz Alumot, cerca del Kineret (3).

Durante la Segunda Guerra Mundial, Sonia, se alistó en el ejercito británico como enfermera y sirvió principalmente en Egipto. Entre tanta catástrofe mundial, el amor fue primero y el idealista Shimon con 21 años,  no podía elegir una mejor fecha para su boda: 1ero. de Mayo. Dicha fecha tendría un cuádruple contenido: se esperaba que fuese además el fin de la guerra en Europa, cosa que aconteció una semana después y  coincidía con la festividad judía de Lag BaOmer, además de representar el aniversario de los mártires de Chicago.

A los que piensan que preparar su boda no les fue tarea fácil debemos agregar que el padre de Shimón se había alistado en el ejercito británico y no se supo nada más de él. Todo lo que sabían, merced a una pobre correspondencia, era que había caído cautivo de los alemanes a principios de la guerra.

Se casaron en Ben Shemen pero Shimon solo era un javer (4) kibbutz.  Todo el vestuario que poseía el contrayente para su vida era dos pares de pantalones caqui, uno para trabajar y otro para el Shabbat y dos camisas. En cuanto al calzado solo un par de botas de trabajo. Todo el Kibbutz en conjunto y para uso colectivo en ocasiones especiales reservaba una franela gris, una camisa blanca y una chaqueta del ejército británico. Dicha chaqueta fue teñida de negro y con esas prenda se casó el joven idealista.

Para la luna de miel los camaradas del Kibbutz construyeron una cabaña a orillas del Jordán.  Varías semanas después, la novel pareja tuvo la feliz noticia del regreso del  padre de Shimon que había sobrevivido al nazismo gracias a haber tomado la identidad de un compañero de armas neozelandés no judío, fallecido en uno de los varios intentos de escapada de la valerosa brigada.

La primera hija nació en 1946 y se llama Zviya que luego tendría dos hermanos más.  Celebrándose ese año un nuevo Congreso Sionista en Basilea, el Mapai ( 5) mechó en su delegación a dos jóvenes. Uno de ellos era Moshé Dayan. El otro, el joven secretario del Kibbutz Alumot, nuestro querido Shimon. Así se inició la carrera política de este prócer israelí, primer ministro ( 1984-1986), Ministro de RREE responsable de los acuerdos de Oslo de 1993 con la OLP, ganador del Premio Nobel por dicha circunstancia y actualmente presidente de Israel. Sonia fue siempre su fiel esposa durante 65 años.

Falleció mientras dormía en su casa particular de Tel Aviv,  de la cual no se alejó para acompañar a Péres a Jerusalém cuando el antedicho accedió a la Presidencia.

Las noticias internacionales expresaron las siguientes condolencias. Benjamín Netanyahu:  «En su vida tranquila y modesta, Sonia representó su buen corazón y se convirtió en un símbolo y un ejemplo de modestia y amor al hombre».

Ehud Barak:  Sonia  era una mujer muy especial constituyendo la  personificación de la modestia, la sencillez y la bondad.

Que su recuerdo sea  eterno.

(1) Aldea judía. (2) Principal organización armada clandestina judía en Palestina. (3) Mar de Galilea. (4) miembro de un Kibbutz. (5) Partido laborista israelí.

Fuente: http://www.mensuarioidentidad.tk/

Idiomas judíos

Hasta la destrucción del primer templo de Jerusalén por los babilonios en el siglo VI a.C., el pueblo judío poseía un solo idioma: el hebreo, la lengua de la Biblia. Posteriormente la lengua fue influenciada por el arameo, idioma semítico del lejano oriente. El Talmud, el más importante y sagrado texto después de la Biblia, concluido en el siglo VI D.C., fue escrito en esa lengua. Este mismo explica los textos bíblicos y proporciona una especie de código normativo a la vida de la comunidad en todos sus aspectos.

Durante la era helenística, el pueblo judío adoptó el griego y, con la expansión del Islam, el árabe fue la lengua de muchos judíos de los pueblos del Mediterráneo. Por ejemplo, en Persia, desarrollaron versiones de dialectos específicamente judíos.

Aquellos judíos que emigraron a Italia u otras áreas del Imperio Romano adquirieron como lengua el latín y, más tarde aun, las lenguas Romances de la Edad Media que dieron origen a las distintas lenguas modernas de Europa.

Los judíos sefardíes (del vocablo hebreo Sefarad: España) crearon su propia lengua: el Ladino o Judezmo. El ladino refleja a las sagradas escrituras ya que nació traduciendo textos sacros hebreos a lengua vernácula y, el judezmo es la lengua hablada. Esta lengua mezcla de castellano medieval, hebreo y otras lenguas regionales fue llevada con los judíos al ser estos expulsados de España en 1492 a Portugal y otras áreas de influencia del Mediterráneo.

Pero sobre todas las lenguas creadas por los judíos en la diáspora, es el Idish la que más desarrollo ha alcanzado no sólo en su lugar de origen sino que se ha esparcido por el mundo entero desde Asia hasta Africa y desde Europa hasta América y ha enriquecido con su vastísima obra literaria a millones de seres humanos.

El idish y su expansión geográfica.

El Idish nació alrededor del año 1000 cuando judíos de Italia, Francia y resto del Imperio Romano comenzaron su migración hacia la zona del río Rin, lo que hoy es Alemania. Esta época es coincidente con el nacimiento en ese milenio de muchas lenguas europeas modernas.

La migración judía hacia el río Rin comenzó con el impacto de las cruzadas, que trajeron el idioma Idish a Europa Central, específicamente lo que hoy es Checoslovaquia y Austria.

Con un gran caudal de judíos que lo hablaba, la lengua se expande luego por Polonia y hacia los ríos Duina, Dníeper y Dniéster.

Todo ese sector de judios sumados a los de Ucrania, Lituania, Estonia y Letonia se denomina Ashkenazim; esta palabra deriva del nombre hebreo medieval de Alemania: «Ashkenaz».

Durante el siglo XIX el numero de judíos en Europa Central y del Este creció notablemente y por ende, los hablantes del Idish.

Con otra gran migración en el último cuarto del siglo XIX, el Idish fue transportado por los mares a nuevos continentes: América, Africa, Australia, Israel. Para esta época, el número de hablantes del Idish alcanzó los 12.000.000, cifra fatalmente reducida tras el exterminio de 6.000.000 de judíos durante el Holocausto en manos de los nazis.

El idioma idish y sus componentes: su inserción en el mundo moderno.

Varios son los componentes del idioma idish: el hebreo. el alemán, el elemento romano y el eslávico.

Cuando se establecieron los judios a orillas del alto Rin la lengua Idish adoptó algunas variedades de localismos alemanes. En su período inicial hasta el siglo XII, el Idish era el idioma usado por los judíos que arribaban de las áreas en las que se hablaban las lenguas romances. Muchos vocablos hebreos y arameos que fueron tomados de la Biblia y luego del arameo del Talmud se convirtieron también en parte del idioma idish contemporáneo. Algunas pocas palabras de origen latino perduran en el idish contemporáneo, como por ejemplo :

Leienen: (leer) deriva del latin «legere»

Benchn: (bendecir) deriva del latin «benedicere»

Reconocemos amplias influencias de distintos dialectos alemanes.

Más adelante se suman los elementos eslavos del checo, polaco, ucraniano y también ruso.

En una frase común del idish se puede rastrear estas influencias

«RABOISAI, MIR VELN BENCHN, ZOGT DER ZEIDE»

Raboisai: señores, Hebreo

Mir: nosotros, Antiguo alemán

Veln: vamos, Antiguo alemán

Benchn: bendecir, Latin


Zogt: dice, Aleman medieval

Der: el, Aleman medieval

Zeide: abuelo Eslavismo antiguo

En el transcurso de los siglos XIX, XX y XXI se incluyeron vocablos producto del avance de la tecnología y de diferentes disciplinas y surgen ciertos neologismos. EJEMPLO: teléfono celular: tzelke es el término adoptado (cell: célula en inglés).

Es muy común que los docentes debamos convertirnos con nuestros equipos académicos en creadores de ellos. Ante la pregunta de un alumno acerca de cuál es el término utilizado para la palabra «peaje», debemos poner manos a la obra en nuestras fuentes. Recurrimos a un hecho protagonizado por el filosofo judío M.Mendelson. Al ser invitado a la Universidad de Francfort para dictar una conferencia debe atravesar el puente que cruza el río. Existía una ley medieval por la cual los animales y los judíos debían abonar por el cruce del mismo (léase hoy peaje). Al exigírsele el pago correspondiente y comprobando que a su lado por un animal se hacía efectivo dicho impuesto exclamó: ¡que el animal brinde la conferencia para Uds. en la universidad! Dio media vuelta y el «vegtzol» no lo abonó.

La búsqueda en la recuperación del idioma es lo que tanto interés despierta en lingüistas historiadores, etnógrafos, sociólogos, músicos, folcloristas e investigadores de la cultura. Jóvenes judíos y no judíos del mundo entero son atraídos y se interesan por el estudio de la lengua Idish.

El Mercado Común Europeo con su Parlamento establecido en Estrasburgo (Francia) dedica especial atención al idioma Idish. En el último congreso internacional de esta lengua realizado allí al que asistieron alrededor de 400 congresistas de todo el mundo, fue muy interesante comprobar que los traductores del idish a los distintos idiomas: Inglés, francés, ruso y, alemán eran jóvenes profesionales de no más de 25 años.

No debemos dejar de mencionar que el IWO, Idisher Visnshaftlejer Institut, ha realizado en noviembre del año 2001, un simposio con la asistencia de reconocidos especialistas y catedráticos nacionales y del exterior. Uno de ellos, el Dr. Dov Noy dictó en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y en la Universidad de Luján, conferencias en Idish sobre diferentes aspectos de la lengua, con traducción simultánea.

Es nuestro interés en la Argentina que el idish vuelva a implementarse en las escuelas judías primarias y llegar al ámbito universitario como sucede en el resto del mundo.

Universidades de EE.UU y Europa incluyen a investigadores de esta lengua en sus diversos proyectos.

El idish: la llave emocional de la vida judía.

Así se siente el judío al referirse a su lengua idish llamándola «Mame Loshn», esto significa literalmente: el lenguaje de la madre.

Así lo sintieron millones de seres humanos durante mil años. Este es el medio que le permitió expresarse. A su vez ha sido el medio para construir su cultura, para transmitir los máximos preceptos de la ética y moral de su religión. La interpretación de la ley, la justicia y los derechos humanos se transmitió en idish facilitando su llegada y difusión. También debemos reconocer la riqueza popular, de los proverbios, refranes e historia que formaron el sentir y el nivel intelectual de su cultura.

Dialectos del Idish.

Es amplia y colorida la paleta de los dialectos del Idish. Ellos fueron el alma oculta y gran parte de la magia que irradia la lengua. Los dialectos del Este de Europa varían generalmente en la pronunciación de sus vocales. Pero la gramática y el vocabulario casi no difieren. Los dialectos comenzaron a fusionarse primero con la migración hacia las grandes ciudades y luego, los diversos dialectos se mezclaron hasta desaparecer con las migraciones hacia los distintos continentes. Surge así la estandarización del idioma, cuya base fue tomada básicamente del dialecto lituano.

Literatura Idish.

Los más antiguos elementos de la literatura idish son los testigos materiales preservados en museos sobre la enseñanza de textos sagrados.

Ya en los siglos XII y XIII encontramos versiones más o menos reelaboradas en idish las de epopeyas alemanas. A pesar de estas manifestaciones primitivas puede decirse que el verdadero comienzo de la literatura moderna idish tiene lugar durante el Renacimiento, periodo que permite el desarrollo de los más diversos movimientos intelectuales. El gran representante de la época es Elías Levita (1469-1549) autor de BOVE-BUJ, novela de caballería judía traducida de textos ingleses, destacándose también sus traducciones de salmos y otros pasajes de la Biblia.

La obra religiosa más famosa y popular de la literatura idish es Tzeno Ureno compuesta en Polonia a fines del siglo XVI; se trata de otra versión del Pentateuco, preparada especialmente para ser leída por mujeres. Es de señalar que el público femenino no tenía generalmente acceso a la sabiduría tradicional ni al estudio. Es el público femenino en este periodo, el mayor consumidor de las obras en idish y a él se dirigen muchos de los que escriben en este idioma. Durante el siglo XVIII.

El siglo XVIII presenciará el surgimiento de dos grandes movimientos que conmoverán la vida judía e influirán notoriamente en la literatura idish: el Jasidismo y la Haskalá. El Jasidismo fundado por Baal Shem Tov con una especie de llamado a la emoción y al sentimiento inmediato a lo religioso, ejercieron en la literatura un efecto benéfico ya que la elevaron al nivel de la oración. Convencidos de que la auténtica fe tenía sus raíces en el sentimiento y no en la razón debía de rezarse en la lengua del corazón. De la profundidad del alma popular surgieron cuento, parábolas y cantos. Pudo así la doctrina jasídica recoger de la tradición popular en idish canciones de cuna, baladas, cantos de amor, conflictos familiares y sociales.

Es el rabí Najmen de Bratzlev es el más característico de los escritores del jasidismo, gran experto en la narración fantástica.

Diferente fue el papel desempeñado por la Haskalá o Iluminismo judío, inspirada por el filósofo y publicista judeo-alemán Moises Mendelsshon (1729-1786) quien propiciaba el ingreso del judaísmo a la cosmopolita cultura europea, sin desmedro de las tradiciones hebreas.

En este cuadro, las lenguas portadoras de esta cultura debían ser el alemán y el hebreo y, el idish era relegado a un plano secundario.

Es en el siglo XVII y XVIII en que aparecen cientos de libros en idish. Ya en el siglo XIX surgen una docena de escritores que son eclipsados por la presencia de los tres grandes clásicos del periodo moderno, llamada la época de oro: Mendele Moijer Sforim, Sholem Aleijem, Sholem Ash e Itzjok Leibush Peretz.

La creciente cohesión cultural e intelectual de los conglomerados judíos de Europa Central y Oriental más la aparición de estos escritores de gran talento, motiva el florecimiento de la literatura idish moderna.

Mendele Moijer Sforim (1834-1917) seudónimo de Sholem I. Abramovich, estableció un lenguaje literario que lo convirtió para sus seguidores en el zeide, abuelo de la nueva literatura idish, ya que su estilo literario se convierte en un ejemplo. Su obra satírica fue dirigida a los judíos para mostrarles sus debilidades y flaquezas. Deseaba cambiar la forma de vida de los habitantes de los pequeños villorrios los «kleine shtetelej» a través de la sátira y el realismo. Esta obra es un monumento histórico de un tiempo pasado.

Sholem Aleijem, seudónimo de Sholem Rabinovich (1859-1916), el humorista por excelencia, escribió para los judíos, entreteniéndolos con situaciones cómicas, sembradas aquí y allí por el patetismo. Describe la vida judía con todos sus defectos pero su humor emociona por la ternura con que trata a sus personajes.

Su lema era «reír es sano, los doctores indican reír» y éste se convirtió en un medio terapéutico para el pueblo. El artista y el filósofo del humor se encuentran en sus obras junto al folclorista y etnógrafo.

3.000.000 de ejemplares en ruso fueron impresos solamente en idioma ruso. Un crítico literario ruso dijo que en sus obras se refleja el triste pasado judío en la época de los zares.

Fue el escritor judío que más estuvo en contacto con el circulo de escritores rusos como Tolstoi y Gorki.

Cuando su personaje Tevie el lechero, a 15 años de su muerte, comienza a perder vigencia en el teatro judío y en el cine, sucede algo impensado en el arte que, se sabe, no es eterno. Raramente se da este proceso: cuando se comienza a observar su obra como una antigüedad de museo de la vida judía en la época de los zares, Tebie es rescatado por el teatro inglés, español y hebreo y, durante años se convirtió en la sensación musical de los escenarios de Nueva York, Londres y el mundo entero bajo el titulo de «El violinista sobre el tejado».

Acompañaron a despedir sus restos en Nueva York 1.000.000 de personas.

En el mes de noviembre del año 2001, fue emplazado su busto en «El jardín de los poetas» en los parques del Rosedal de Palermo, por resolución del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires.

Itzjok Leibush Peretz (1852-1915), el tercer gran clásico, ha creado monumentales obras sobre aspectos de la ética y justicia de la vida judía de su época. Lleva al idish a una perfección poética. Su singularidad con respecto a los dos anteriores radica en su visión mística y profética del destino judío.

Y vemos realizado el sueño de estos escritores de arrancar a las empobrecidas masas de judíos de los guetos, sintetizando el concepto de judaísmo y universalismo en hechos como el siguiente:

En el año 1932, el IWO, con su sede en Nueva York, es invitado a la Argentina a una reunión organizada por círculos literarios y el escritor de las letras judías Zalman Reizn es agasajado por las siguientes personalidades: Arturo Capdevila, Alfonsina Storni, Manuel Galvez y otros.

La vastedad de la obra literaria clásica traducida al idioma suma cientos de trabajos desde Shakespeare, Cervantes, además de muchos trabajos científicos.

En el periodo entre las dos guerras mundiales nuevos centros de cultura idish surgen en todas partes del mundo desde América del Sur hasta América del Norte, desde Sudáfrica hasta Australia tal es la creación, que el escritor judío Opatoshu llega a afirmar que el sol no se pone jamás en la lengua judía.

Las masacres de la barbarie nazi hacen callar a la cultura Idish, en la Unión Soviética, a partir de 1948, la literatura idish se sumerge en el silencio; muchos escritores del idioma idish pierden la vida en las purgas stalinistas… solo en América e Israel puede hablarse de un presente y un futuro para la literatura idish y en primer término debe mencionarse a un premio Nobel en dicha lengua: Isaac Bashevis Singer.

León Tolstoi y los judíos

LEON TOLSTOI

A 100 años de su muerte, fragmento de León Tolstoi sobre los judíos, publicado en 1908 en un periódico judío londinense.

¿Qué es un judío? Esta pregunta no es tan extraña como parece. Veamos qué clase de criatura peculiar representa el judío, sobre quien todos los gobernantes y todas las naciones, ya sea en conjunto o por separado, han cometido abuso y dado tormento, han oprimido y perseguido, pisoteado y masacrado, quemado en la hoguera y ahorcado…., y a pesar de todo ello, todavía sigue vivo. ¿Qué es un judío, que nunca ha permitido ser descarriado por todas las posesiones mundanas que sus opresores y perseguidores le han constantemente ofrecido para que cambiara su creencia y abandonara su propia religión judía?
El judío es ese ser sagrado que ha bajado el fuego eterno de los cielos y a través de él ha iluminado el mundo entero. El judío constituye la cuna, el manantial y la fuente de religión de la que todos los demás pueblos han extraído sus creencias y religiones.
El judío es el pionero de la civilización. La ignorancia fue condenada en la Antigua Palestina mucho más de lo que es hoy en día en la Europa civilizada. Además, en aquellos días de salvajismo y barbarie, cuando ni la vida ni la muerte de nadie tenía el más mínimo valor, Rabí Akiva no se abstuvo de expresarse abiertamente en contra de la pena de muerte, una práctica que en la actualidad es reconocida como una forma de castigo altamente civilizada.
El judío representa el emblema de la tolerancia civil y religiosa. «Amad al extranjero y al residente temporario», ordenó Moisés, «porque vosotros habéis sido extranjeros en la tierra de Egipto».
Y esto fue expresado en aquellos tiempos remotos y salvajes cuando la ambición principal de las razas y de las naciones consistía en abatirse y oprimirse unos a otros.
En cuanto a la tolerancia religiosa, la fe judía no sólo dista mucho del espíritu misionero de convertir a pueblos de otras creencias, sino que, por el contrario, el Talmud ordena a los rabinos informar y explicar a todos aquellos que voluntariamente vienen a aceptar la religión judía acerca de todas las dificultades que encierra su aceptación, y recalcar a los supuestos prosélitos que los justos de todas las naciones tienen su parte en la inmortalidad. Ni siquiera los moralistas de nuestros días pueden jactarse de una tolerancia religiosa enaltecida e ideal de este tipo.
El judío representa el emblema de la eternidad. El, es a quien ni la masacre, ni la tortura durante miles de años pudo destruir; él, es quien ni el fuego ni la espada ni la inquisición pudo borrar de la faz de la tierra; él, quien fue el primero en presentar las profecías de Dos, él es quien durante tanto tiempo ha sido el guardián de la profecía, y es quien la a transmitido al resto del mundo.
Una nación semejante no puede ser destruida. El judío es eterno como lo es la Eternidad misma.

Los Judíos del Cáucaso

Disuelta la URSS, parte importante de la comunidad judía del Cáucaso emigró a Israel. Sin embargo, más de 2.500 judíos mantienen vivo el fuego de sus tradiciones religiosas y culturales, fundamentalmente en Nalchik, la capital de la república rusa de Kabardino-Balkaria. ¿Cómo? Mediante la fe y sus rituales, pero también con sus festividades, música y bailes, los que les presentamos a continuación.
Leer más : http://actualidad.rt.com/programas/es…
http://actualidad.rt.com/mas/envivo

Tumbas sin nombre


Si cada país europeo tuviera un juez Garzón, nuestro continente sería un lugar más moral y, en consecuencia, más seguro. Europa debe restaurar la dignidad de las víctimas de su sanguinario siglo XX

PINCHAS GOLDSCHMIDT 09/03/2010

Estamos siendo testigos de unas tendencias históricas diametralmente opuestas en Europa. Algunos individuos, organizaciones y Estados intentan asumir su pasado y llevan a cabo un proceso histórico de examen de conciencia, mientras otros tratan de reescribir la historia y confían en que los focos no alumbren demasiado su pasado turbio.

Fuerzas poderosas en toda Europa prefieren el silencio sobre los crímenes de los totalitarismos

La búsqueda de justicia histórica del juez Garzón tiene una dimensión que va más allá de España

En 1989 llegué a la Unión Soviética para ejercer de rabino en la Sinagoga Coral de Moscú. Entre todas las tablillas conmemorativas, no había ninguna huella ni mención de uno de mis predecesores, Yehudah Lev Medallie, que fue detenido y asesinado por la policía de seguridad del Estado de Josef Stalin en 1938, después de una década de intentar mantener la vida religiosa en la capital soviética. Su hijo, Hillel Medallie, rabí supremo de Amberes, no descubrió el destino que había sufrido su padre hasta bien entrados los años sesenta. Los lugares en los que están enterrados el rabino Medallie y los demás miles de clérigos oprimidos en la Unión Soviética siguen siendo hoy desconocidos.

La Iglesia ortodoxa rusa ha construido una capilla conmemorativa en un barrio de las afueras de Moscú, en un lugar en el que se cree que mataron y enterraron a gran parte de los líderes religiosos del Estado soviético.

En España, el juez Baltasar Garzón declaró públicamente en 2008 que los actos de represión cometidos tras la Guerra Civil española bajo el régimen del dictador Franco, y que desembocaron en la muerte de más de 100.000 personas, eran un crimen contra la humanidad. Asimismo, ordenó la exhumación de ciudadanos asesinados y exigió el acceso a los expedientes que pudieran ayudar a descubrir las tumbas de esos millares de víctimas anónimas. Esta campaña para lograr la verdad y la justicia cuenta con opositores. Hoy, el juez Garzón sufre ataques de quienes preferirían que el pasado permaneciera enterrado e intacto y le están presionando para que abandone su puesto.

En 2006, la Conferencia de Rabinos Europeos, de la que me honro en ser presidente, creó la organización Lo Tishkach (No debes olvidar) y la Conferencia de Reclamaciones para preservar y documentar el recuerdo de los nada menos que 20.000 cementerios y fosas comunes de judíos que se calcula que hay en Europa, sobre todo en lugares en los que la comunidad judía desapareció tras el Holocausto. Lo Tishkach ofrece esta información en una base de datos a la que es posible acceder por Internet y, al mismo tiempo, trabaja para identificar físicamente cada enterramiento. La identificación, tanto la pública con fines documentales como la física sobre el terreno, es la mejor forma de garantizar que la historia no se niegue y, por tanto, no se repita.

Aunque está muy documentada la trayectoria de la industria asesina de los campos de concentración nazis, la historia de los 1,5 millones de judíos asesinados en ejecuciones masivas por el ejército invasor alemán (que era la labor esencial de los Einsatzgruppen de Himmler), enterrados en las mismas aldeas en las que ellos y sus antepasados habían vivido durante cientos de años, es una historia que hoy está adquiriendo una dimensión cada vez más pública.

Un sacerdote católico francés, Patrick Desbois, ha viajado por Ucrania y Bielorrusia en busca de información sobre la localización exacta de las fosas comunes de la época del Holocausto. El equipo del padre Desbois entrevista a los escasos testigos de las matanzas que quedan e intenta localizar las fosas comunes que preparaban las propias víctimas poco antes de morir. A diferencia de Europa occidental, donde la colaboración local terminaba en la estación de tren camino de los campos de concentración y la solución final era un secreto, en Europa del Este los asesinatos eran públicos y la policía y las organizaciones paramilitares locales colaboraban con los alemanes hasta el momento de los propios asesinatos.

Según Lo Tishkach y el padre Desbois, existen al menos 1.500 fosas comunes de la época del Holocausto sólo en Ucrania, y probablemente centenares o incluso miles de fosas más en Bielorrusia, Rusia y los Estados bálticos. Algunos de esos enterramientos se han identificado y protegido, pero muchos siguen sin localizarse.

La Conferencia de Rabinos Europeos espera ardientemente que el padre Desbois ponga sus hallazgos al alcance del público de la manera más transparente posible y que no oculte la importante información que ha recogido en algún sótano polvoriento. La protección e identificación de estos lugares exige que la información sobre ellos sea pública. Hay que destacar que el Vaticano, que había mostrado siempre una actitud muy defensiva al hablar de su trayectoria durante la II Guerra Mundial, ha empezado ahora a publicar algunos de los documentos secretos de aquel periodo en Internet, una iniciativa que debía haber emprendido hace tiempo y a la que damos la bienvenida.

No obstante, existen en Europa fuerzas que preferirían mantener el silencio e incluso reescribir la historia para limpiar su conciencia nacional. En su último acto antes de dejar su cargo, Víktor Yúshenko, el presidente saliente de Ucrania, ha concedido la mayor distinción de su país póstumamente a Stepan Bendera. Bendera, un nacionalista ucranio que a veces colaboró con la Alemania nazi contra la Unión Soviética, hizo que miles de sus seguidores se infiltraran en la policía local, con su consiguiente participación en las matanzas de judíos en aldeas ucranias durante la ocupación alemana. En bastantes ciudades de Ucrania pueden verse monumentos a Bendera, al que se considera el padre de la independencia del país. Espero, desde luego, que el presidente recién elegido tenga la valentía moral de abordar esta cuestión con honradez después de tomar posesión.

En Lituania, donde las milicias antisemitas locales empezaron a matar judíos incluso antes de que llegaran los nazis, les encanta hablar de los pocos lituanos que salvaron unas cuantas vidas judías durante la ocupación del país. Pero Lituania se ha negado siempre a llevar ante la justicia a ninguno de sus criminales de guerra, ni siquiera los extraditados desde Estados Unidos. En Letonia, los veteranos de las Waffen SS siguen desfilando con orgullo e impunidad por las calles de Riga, para horror de lo que queda de una comunidad judía en otro tiempo muy importante.

El juez Garzón estudió para ser sacerdote, pero decidió dedicar su vida a luchar contra el pecado y el mal de una manera diferente. Lo que para el filósofo es una cuestión moral, para el hombre religioso es una cuestión de pecados y méritos y para el hombre de leyes una cuestión de delito e inocencia.

La búsqueda de justicia histórica del juez Garzón -por dolorosa que sea para quienes colaboraron con el régimen de Franco y por irritante que pueda ser para los colegas suyos que ponen en duda su competencia en esta materia o están molestos por su extraordinario protagonismo- no sólo es importante para España, sino que tiene ramificaciones para toda Europa. Sólo afrontando valientemente nuestro pasado, con sus luces y sus sombras, podremos vencer verdaderamente a sus fantasmas.

Aunque sucesivos Gobiernos de Alemania, Rusia y España han denunciado los regímenes represivos de su pasado, la información que hoy tenemos sobre el número de víctimas y su marcha por el valle de la muerte es incompleta. Olvidar el pasado es cometer una injusticia con las víctimas de la opresión. Europa tiene la obligación moral de restaurar la dignidad de las víctimas de su siglo más sanguinario.

Si cada país europeo tuviera a un juez Garzón, Europa sería un lugar más moral y, como consecuencia, un sitio mejor y más seguro para nosotros y para las futuras generaciones.

Pinchas Goldschmidt es rabino supremo de Moscú y presidente en funciones de la Conferencia de Rabinos Europeos, una organización que reúne a los líderes religiosos judíos de más de 40 Estados europeos. Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.

Fuente: http://www.elpais.com/articulo/opinion/Tumbas/nombre/elpepuopi/20100309elpepiopi_11/Tes

Más que tan solo judíos de Shabat

Por Michael Freund

subbotnikEl jueves 27 de noviembre podrá ser un día de suerte para los judíos rusos a quienes la fría y descorazonada burocracia no les permite venir a Israel.

Luego de meses de retraso, la Corte Suprema finalmente atenderá la petición de 20.000 *subotniks judíos de Rusia, varios de los cuales han encontrado dificultades de recibir permisos de aliá en los últimos años.

Familias han sido divididas, y amados han debido poner sus planes en espera, mientras que un no-civil servicio civil ha puesto numerosos obstáculos en su camino, generalmente aplicando inconsistente e incluso contradictorios criterios.

Pero a diferencia de hace tres décadas, no son los oficiales soviéticos en Moscú o Leningrado los que causan este triste problema.

Increíble, pero no es otro que el gobierno israelí el que está bloqueando su aliá, haciendo de los judíos subotniks los últimos restos de los refusniks que aún se encuentran trabados en la antigua Unión Soviética.

Es tiempo de que esta injusticia sea corregida, y de que Israel abra sus puertas a los remanentes de esta comunidad especial.

La historia de los subotniks comenzó hace más de dos siglos cuando un número de sectas judeizantes se desarrollaron entre los granjeros y los campesinos en el sur de Rusia.

Mientras que siguieron siendo cristianos, varios adoptaron prácticas judías, en particular la observancia del Shabat, o sábado judío, y por tal razón recibieron el nombre de subotniks. Pero entre ellos hubo un grupo que dio un paso más, dejando atrás la fe Ortodoxa Rusa y convirtiéndose al judaísmo. Ellos se referían a si mismos como “los guerim”, usando la palabra judía para conversos, y practicando el judaísmo abiertamente.

Estos judíos subotniks respetaban la halajá, se casaban con judíos rusos, y algunos incluso mandaron a sus hijos a estudiar en las grandes yeshivot de Lituania y Ukrania.

Convertirse al judaísmo en la Rusia Zarista era un noble acto de fé, pero obviamente llevaba consigo grandes riesgos. Y rápidamente, los subotniks fueron forzados a pagar un alto precio por adoptar el judaísmo.

De acuerdo a Simon Dubnow, el gran historiador de la judería rusa y polaca, el Zar Alezander I oyó de la existencia de los judíos Subotniks en 1817, cuando se quejaron ante él del anitsemitismo que estaban sufriendo “por adoptar la ley de Moisés”.

El Zar se enfureció, no por el hecho de que algunos de sus súbditos persiguieran judíos, por supuesto, sino porque algunos de ellos habían decidido volverse judíos. Por lo que expidió una serie de decretos en contra de los subotniks, que culminaron en la deportación y expulsión a lejanos lugares del imperio.

A pesar de la persecusión zarista y de la subsecuente opresión soviética, los judíos subotniks se aferraron obstinadamente a su judaísmo. Muchos fueron asesinados por los alemanes luego de la invasión nazi en junio de 1941.

El comunismo también fue duro con ellos, y en décadas recientes, un creciente número de judíos subotniks sucumbieron a la asimilación y al matrimonio mixto, presentando una amenaza para su futuro como judíos.

Es por esto que es esencial que Israel actúe rápidamente para permitir a los judíos subotniks remanentes, realizar aliá – antes de que se asimilen completamente y desaparezcan.

Tan solo en la última década, cientos de subotniks de la aldea Vysoky en el sur de Rusia se han mudado a Israel, mientras que otros miles de subotniks han venido durante la gran ola de aliá de Rusia, que tuvo lugar durante los años ’90.

Figuras prominentes en la historia moderna de nuestra nación, como uno de los últimos comandantes del ejército, Rafael (Raful) Eitán, y el legendario Alexander Zaid, un pionero de la segunda aliá quien fundó el “Hashomer”, grupo de defensa judía hace un siglo, eran descendientes de subotniks.

Pero en los últimos años, el Ministro del Interior y el Departamento de Enlace, un brazo de la oficina del Primer Ministro, el cual se encarga de la inmigración desde la antigua Unión Soviética, han inexplicablemente detenido toda la aliá de los subotniks. El resultado es que cientos de judíos subotniks de Vysoky, y otros cientos más de otras comunidades a lo largo de Rusia, se encuentran ahora afuera.

Estos incluyen a Lubov Gonchareva, una residente de Vysoky de 48 años y madre de tres niños. Los padres de Lubov han realizado aliá hace varios años, fueron reconocidos como judíos por el Ministerio del Interior, y su madre incluso obtuvo un documento del Rabinato de Jerusalem en el cual certifica que es judía.

Pero cuando Lubov presentó una petición para realizar aliá hace cuatro años, su petición fue denegada debido a que su esposo no era judío. Por lo tanto, le fue comunicado, “perdió” el derecho de mudarse a Israel, a pesar de que sus padres viven aquí como judíos israelíes en Beit Shemesh, en las afueras de Jerusalem.

“Nací como judía y vivo como judía, como también lo hacen mis hijos”, me dijo Lubov, mientras le caían lágrimas de los ojos. “El estado reconoce a mis padres como judíos, ¿entonces como puede hacerme esto a mi y a mis hijos?”

Esta pregunta será presentada ante la Corte Suprema mañana, cuando los jueces reciban la petición que Shavei Israel, organización que presido, ha presentado en nombre de Lubov.

Espero que la Corte vea la insensibilidad de nuestras autoridades, y le permita a Lubov y a sus hijos, y a otros como ellos, realizar aliá.

Los subotniks son los judíos olvidados de Rusia. Debido a todo lo que han vivido en los últimos dos siglos, no podemos darles la espalda.

Han luchado valientemente por sobrevivir, y los vestigios de esta comunidad desean volver a casa.

Ahora es el momento para permitirles realizar esto, antes de que sea demasiado tarde.

Fuente: Shavei Israel

*Nota del blogger:

El término subbonik proviene del ruso Subbota.
Sábados comunistas de Rusia
(Basado en el artículo «Es hora de Limpieza, camaradas» de Svetlana Osadchuk, The Moscow Times)
En la Unión Soviética, los días de trabajo voluntario eran tradicionalmente los sábados alrededor de cumpleaños de Lenin para limpiar las calles y parques de la basura. Cada año, después que la nieve se había derretido y el sol había secado el suelo, millones de personas armados con rastrillos y palas inundaban las calles de las ciudades soviéticas para limpiar patios y caminos, nuevas plantaciones y las vallas de pintura, mientras sonaban canciones patrióticas por los altavoces.

La tradición de trabajo voluntario fuera del horario de trabajo se remonta al 12 de abril de 1919, cuando un grupo de trabajadores de la estación de tren de Moscú Sortirovochnaya de la Moscú-Kazán decidió continuar en el trabajo al acabar su turno ese viernes. Al trabajar ininterrumpidamente hasta la noche del sábado, fueron capaces de reparar tres locomotoras más. Lenin estaba muy complacido con la iniciativa de los trabajadores, y escribió un artículo llamado «La Gran despedida» en el que elogió la idea, considerándola como la semilla del voluntariado comunista.

Dado que el evento tuvo lugar el sábado – Subbota en ruso – la práctica se llamaba Sábados comunistas, y pronto se convirtió en parte integral de la vida en la Unión Soviética. Sábados comunistas en todo el país la primera se celebró el 1 de mayo de 1920, y fue inmortalizado en una pintura de Vladimir Lenin Krikhatsky que mostró la eliminación de escombros del Kremlin de Moscú. Una reproducción de esta pintura, «Sábados comunistas Lenin en el primer lugar,» apareció en populares libros de texto de la era soviética, la introducción del concepto de Sábados comunistas a los escolares. Poco a poco, la limpieza de terrenos públicos y las calles se convirtió en el principal tipo de mano de obra durante sábados, pero cualquier tipo de trabajo voluntario es aceptable, incluidas las tareas que formaban parte de su trabajo regular o en los lugares que haya encontrado interesante.