Cervantes, judío converso

Cervantes, judío converso

El legado judío en nuestro país ha sido borrado hasta extremos absurdos. Por ejemplo, la historia de la literatura oculta que Luis Vives, Antonio de Nebrija, Jorge de Montemayor, Fray Luis de León, Juan de la Cruz, Teresa de Jesús, Vélez de Guevara, Tirso de Molina, Luis de Góngora, Fernando de Rojas, Francisco Delicado, Mateo Alemán o el propio Miguel de Cervantes, eran descendientes de judíos. Hay muchos más.

El origen converso de Cervantes ya lo defendió Américo Castro. Por mi cuenta, añado aquí algunos argumentos para los más escépticos:

En primer lugar, su apellido.

Adoptar el nombre del lugar de procedencia es algo muy común, y más entre conversos. Ahí están todos los Toledo y Toledano. Cuando ese apellido no levanta sospechas, se mantiene; cuando sí, se cambia por otro que camufle el origen judío y, a ser posible, haga a su portador descendiente de nobles o cristianos viejos. El cambio o la diversidad de apellidos es un indicio bastante fiable del origen hebreo.

Hay dos pueblecitos que llevan ese nombre, uno perdido en los Ancares (hoy Lugo), y otro en Sanabria (hoy Zamora). Ambos están en lo que siempre se llamó “los Montes de León”, de donde dice explícitamente Cervantes que “proviene su linaje”. El nombre alude a la abundancia de ciervos y corzos (todavía hoy es así). En ambos pueblos, además, se da el otro apellido, Saavedra. En el Cervantes ancarés hay incluso una casa-palacio de los Saavedra. El escudo nobiliario de este palacio se encuentra hoy en la Calle del Agua de Villafranca del Bierzo, la calle principal de la antigua judería. Yo he visto este apellido en varias tumbas antiguas del cementerio villafranquino.

Hay muchas pequeñas aldeas de esta zona, cercana a la raya de Portugal, donde sabemos que se refugiaron los conversos después del decreto de expulsión de 1492. No muy lejos, en el corazón de los Ancares leoneses, está Guímera, un pueblo entero de conversos dedicados al comercio ambulante. (Guímera proviene de Guemerá, uno de los libros básicos del judaísmo).

Pero hay otros muchos indicios.

Don Quijote nunca afirma, en contra de lo que hace Sancho, que él es cristiano viejo, sino sólo cristiano. Nunca come cerdo, salvo “duelos y quebrantos los sábados”. Este plato, tan extrañamente llamado, se compone de “huevos con tocino y chorizo”, pero ¿por qué llamarlo “duelos y quebrantos” y comerlo, precisamente los sábados? “Duelos y quebrantos” para los conversos, por quebrantar la ley que prohíbe comer cerdo, y en sabbat, día de descanso y oración. Era una forma obligada de demostrar que no se era “judaizante”. No hay otra forma de explicar este nombre.

La olla que come don Quijote todos los días (o sea, el cocido), además, tiene “algo más de vaca que de carnero”; tampoco aparece aquí el cerdo, curiosamente, en contra de lo que era habitual.

Cervantes muestra conocer bien el Antiguo Testamento, al que cita varias veces, pero no al Nuevo. En todo el Quijote sólo aparece una iglesia, y con ella “se topan” él y Sancho “de noche”. Dice también que la lengua hebrea es superior a la árabe [1]. Atribuye la autoría a Cide Hamete Benengeli, por si acaso. Su padre era cirujano, profesión de judíos. Él mismo fue recaudador de impuestos y se dedicó a no se sabe qué negocios, pero el caso es que fue excomulgado dos veces y dos veces estuvo en prisión.

Al comienzo de El Quijote habla de “un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme”. “Lugar” es sinónimo de “aldea pequeña” y el “no quiero acordarme” es un acto voluntario, no olvido. ¿Por qué no quiere “acordarse” de su lugar de origen? Hay quien dice, exageradamente, que eso de “la Mancha” encubre “la mancha de los judíos”, o sea, el deicidio, acusación que tanto arraigó en la imaginación popular y que ha llegado intacta hasta hoy.

Un último dato: la supuesta partida de nacimiento de Alcalá de Henares. Este documento apareció a mediados del siglo XVIII, y es una partida de bautismo de “Juan Carbantas Cortinas”, a suyo margen se ha puesto, con mano distinta, “Miguel”. Demasiado sospechoso. Había que darle un lugar de nacimiento digno a quien se había convertido, tres siglos después, en el más importante escritor español. Judeo-español, hay que precisar, de origen converso, posiblemente nacido en una aldea perdida en los intrincados Montes de León.

Santiago Trancón

NOTA

[1] El autor del artículo se refiere al siguiente párrafo de la primera parte, capítulo nueve, de El Quijote: «Estando yo un día en el Alcalá de Toledo, llegó un muchacho a vender unos cartapacios y papeles viejos a un sedero; y, como yo soy aficionado a leer, aunque sean los papeles rotos de las calles, llevado desta mi natural inclinación, tomé un cartapacio de los que el muchacho vendía, y vile con caracteres que conocí ser arábigos. Y, puesto que, aunque los conocía, no los sabía leer, anduve mirando si parecía por allí algún morisco aljamiado que los leyese; y no fue muy dificultoso hallar intérprete semejante, pues, aunque le buscara de otra mejor y más antigua lengua, le hallara. En fin, la suerte me deparó uno, que, diciéndole mi deseo y poniéndole el libro en las manos, le abrió por medio, y, leyendo un poco en él, se comenzó a reír». [J.J.A.]

* * *

Claves judías de Cervantes

Los estudios de los últimos años sobre Cervantes y su obra están sacando a la luz nuevos datos. Estos datos apuntan al origen judío de Cervantes, y las claves que dejó sobre este hecho en El Quijote y otras obras suyas.

Su nombre completo era Miguel de Cervantes Saavedra. Se afirma que nació en Alcalá de Henares, pues hay una partida de bautismo que se le atribuye. Pero dicha partida de bautismo no está libre de polémica. Se dice que no corresponde a Miguel de Cervantes Saavedra. Además, en la genealogía que acompaña a esa partida de bautismo no aparece un Saavedra por ningún lado. Por esos motivos hay quien afirma que esa partida de bautismo ha sido manipulada. También dicen que su obra muestra que nació en otro lugar, y que Cervantes hace una ocultación activa de su lugar de origen (esto último lo hizo igualmente Cristóbal Colón). Puede que los Saavedra tuvieran origen judío. Esto explicaría que aunque Cervantes naciera efectivamente en Alcalá de Henares, sus datos se hubieran manipulado para ocultar su origen judío. O que, si nació en otro lugar, se buscara unos datos más favorables.

Pero de lo que no hay duda, es de que en El Quijote dejó claves que señalan a su origen judío. Una se encuentra al comienzo de El Quijote. Cuando el ingenioso hidalgo hace su primera salida, llega a una venta el viernes por la tarde. El viernes por la tarde es para los judíos el inicio del shabat (sábado), el día de reposo. Luego le sirven pescado para cenar, como tenían por costumbre los judíos ese día. Después es armado caballero en la venta.

También se dice que La Mancha, en sentido figurado, es el lugar de los manchados, los que no tenían sangre de cristianos viejos. Es decir, los de ascendencia judía, como Cervantes. Hay que recordar a este respecto el entremés El retablo de las maravillas. En esta obra Cervantes hace una crítica de la obsesión por la limpieza de sangre. Pues el argumento gira en torno a un retablo que solamente podían ver los limpios de sangre, los que no tuvieran origen judío. Pero, como en el cuento de Andersen El traje nuevo del emperador, todo es un engaño para sacar dinero. El temor a quedar en evidencia hace que los espectadores sigan el engaño. Cervantes usa el humor para ridiculizar los prejuicios de su época.

Volviendo a El Quijote, los que conocemos la Biblia advertimos las citas y alusiones a ella que contiene. Pero estudios recientes de autores versados en otros conocimientos han encontrado más cosas. Afirman que El Quijote revela que su autor tenía conocimiento de la cábala o era de ascendencia hebrea. También, que en esta y otras obras suyas hay alusiones a saberes ocultos de su época, como el libro llamado El Zohar.

Según algunas interpretaciones, Don Quijote, en vez de loco, estaría poseído. Pues, igual que un poseso, arremete muchas veces contra lo sagrado y hace llamamientos paganos. De acuerdo a esta interpretación, el camino de Don Quijote podría ser un proceso de exorcismo. El ingenioso hidalgo recorre un largo camino en el que va siendo exorcizado hasta llegar de nuevo a Dios.

Loco o poseso, parece una interpretación plausible, a la vista del conocimiento de la Biblia de Cervantes. Se debe recordar que Don Quijote afirma que el hombre de este mundo no es capaz de ver la verdadera realidad. Dice que está encantado, embrujado, y toda su lucha es por desencantarlo. Es como un eco del hombre natural que no es capaz de percibir las cosas espirituales (1 Corintios 2:14-16).

Sobre los conocimientos ocultos de Cervantes, era algo muy común en su época, a pesar de las prohibiciones. Y, dado su origen hebreo, es normal que aludiera a la cábala. Como tantos otros de origen judío converso, luchó por hacerse un lugar a pesar de los prejuicios de su época, y la historia acabó por ponerlo en su sitio.

Tuvo una vida y una obra literaria complejas, que pueden ser abordadas desde diferentes ángulos. Pero parece que lo más importante para él fue poder llegar al fin a Dios, como el ingenioso hidalgo.

Mª Auxiliadora Pacheco Morente

Fuente: http://espanaisrael.blogspot.com/2011/04/cervantes-judio-converso.html

Judíos en el Nuevo Mundo

LA PRIMERA LUZ DEL AMANECER

El amanecer de la vida judía en el Nuevo Mundo llegó con la embarcación de los barcos de Colón intentando llegar a India. Muchos han conjeturado que el mismo Colón ha sido un marrano judío. Lo que no se sabe tanto es que entre su personal había seis judíos quienes fueron los primeros en pisar las tierras del Nuevo Mundo!

LOS JUDÍOS EN LA EXPEDICIÓN DE COLÓN
Los judíos en la expedición de Colón fueron: Rodrigo De Triana, el marinero que vio tierra por primera vez; Roderigo Sánchez de Segovia, cirujano (SURGEON); Maestre Bernal, médico; y Alfonso De La Calle, marinero.

ZARPARON EN TISHA B´AV
Colón registró que, “después de que los monarcas españoles echaron a los judíos de sus reinos y tierras, me encomendaron realizar el viaje a India con una flota equipada.” La fecha para salir había sido fijada para el 2 de agosto de 1492, que también era la fecha final para la expulsión de los judíos de España. Miles de judíos congestionaron la zona de Palos de la Frontera, la entrada (INLET) marítima al Golfo de Cadiz. Aquí también Colón estaba reuniendo a su flota que consistía en las famosas Nina, Pinta y Santa María. Parte de su personal eran conversos – judíos que habían sido bautizados por la fuerza, pero permanecían judíos. Entre ellos estaba Alfonso de la Calle, un BURSAR que estaba viviendo en Hispaniola; Rodrigo Sánchez de Segovia, un SURGEON. Otro SURGEON, Maestro Bernal de Tortosa, recién había escapado de la Inquisición. Luis de Torres era un judío que había aceptado el bautismo justo a tiempo para anotarse en la flota de Colón.

LUIS DE TORRES
De Torres sabía hebreo, arameo y algo de árabe. Simon Wiesenthal especula que “después de pisar América por primera vez, las primeras palabras que fueron dirigidas a los nativos eran hebreas.” Lo que se sabe con seguridad es que Torres fue el primer colono europeo en el Nuevo Mundo. Armó su pequeño imperio en Cuba, luego de llevar una expedición a su interior y ganarse la amistad del rey indio.
Como gobernador independiente de un territorio español, Torres recibió un préstamo anual de la familia real española.

EL PRIMER COLONO JUDÍO EN NORTEAMÉRICA (1654)
El primer grupo de judíos sefaradí y ashkenazi llegaron a Nueva Ámsterdam en septiembre de 1654, escapándose de la Inquisición en Recife, Brasil. Pero no fueron bienvenidos en la colonia holandesa de Nueva Ámsterdam. Peter Stuyvesant intentó negarse a darle refugio a los refugiados, y protestó ante la Dutch West India Company en contra de la “raza miserable” que profesaba una “religión abominable”. Afortunadamente, algunos de los directores de la compañía eran judíos y utilizaron su influencia.

ASSER LEVY:
INSISTE EN SERVIR EN LA GUARDIA CIUDADANA

Los judíos bajo el gobierno de Peter Stuyvesant en la Nueva Ámsterdam no podían servir en la milicia por “la falta de voluntad del resto de los soldados de estar en guardia junto a dicha nación (los judíos).” En cambio, los judíos tenían que pagar un vergonzoso impuesto.
Asser Levy, uno de los primeros colonos judíos, luchó y ganó el derecho de participar de la guardia ciudadana en noviembre de 1655.
Después de que Levy también ganó el derecho de tener un comercio en la comunidad, construyó un próspero negocio y abrió una carnicería kosher. Se convirtió en el ciudadano más prominente de Nueva York en el siglo 17.

LAS PRIMERAS SINAGOGAS (1730 Y 1834)
Bajo la influencia de Stuyvesant, los judíos no tenían el permiso de construir sinagogas. Esta situación cambió después de que Nueva Ámsterdam se rindió ante los británicos en 1664. A pesar de que había pruebas de que se realizaban servicios en secreto ya desde 1695, la primer congregación, Shearith Israel – fue organizada alrededor de 1706.
En 1730, los judíos construyeron una pequeña sinagoga en Mill Lane. En aquel entonces, habían sólo 30 judíos en la ciudad de Nueva York. La sinagoga se expandió y volvió a inaugurarse en 1818.
Cuando la congregación creció, se mudó y construyó una nueva sinagoga en la calle Crosby, que ocupó entre 1834-1860. Los restos históricos de la primer sinagoga aun se pueden ver en el edificio actual de Shearith Israel en West 70th en Manhattan.

JUDAH TOURO:
Soldado y filántropo (1775-1854)
Judah Touro nació el 16 de junio de 1775. Creció en Newport, Rhode Island, segundo hijo de Isaac Touro, un jazan en la sinagoga sefaradí de Newport. Cuando los Estados Unidos adquirieron Nueva Orleáns en 1803, su economía floreció y Judah se estableció como un comerciante, marinero y líder en la vida social local. Durante la guerra con Inglaterra en 1812, Touro luchó como voluntario bajo el comando del general Andrew Jackson. Resultó gravemente herido, y luego de una dolorosa recuperación, se dedicó a sus negocios.

EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA JUDÍA
En sus 50 y 60 años la mayor parte de la caridad de Touro fue dirigida a causas no judías. Por ejemplo, donó los u$s 10.000 que hacían falta para completar el Monumento Bunker Hill en Boston. Cuando entró en los 70, su vida se vio significativamente influenciada por su relación con dos líderes judíos – Gershom Kursheedt y Rabí Isaac Leeser. Estos hombres profundizaron la conciencia judía de Touro y como resultado él construyó una sinagoga, una escuela judía religiosa, un hospital judío y un cementerio en Nueva Orleáns.
Durante el último año de su vida, Touro donó toda su fortuna para fortalecer la vida judía en los Estados Unidos. Dio u$s 10.000 a la congregación de Newport, que luego pasó a llamarse Touro Synagogue. El dinero que dejó fue la suma más grande que alguien había dejado hasta ese momento.

Filántropo generoso
El epitafio en la lápida de Judah Touro dice: “Está anotado en el libro de la filantropía, será recordado para siempre.” El nombre de Touro está fuertemente asociado con la filantropía y la generosidad de los judíos norteamericanos.

MORDEJAI MANUEL NOAH
Periodista, patriota norteamericano, sionista (1785 – 1851)
Mordejai Manuel Noah fue un periodista y político norteamericano. Nació en Filadelfia el 19 de julio de 1785. Mordejai era el hijo mayor de Manuel Noah, un inmigrante de Mannheim, Alemania, y de Tzipora Phillips, cuyo padre sirvió como jazan en la Congregación de Shearith Israel en Nueva York. A pesar de que tres de sus abuelos eran ashkenazim, Noah remarcó siempre su identidad sefaradí, ya que le dio raíces más profundas en Norteamérica y un estado de mayor aristocracia en la comunidad judía.
Noah fue el judío más influyente de los Estados Unidos en el siglo 19. Era editor, periodista, PLAYWRIGHT, político, abogado, juez de la corte de apelaciones, SURVEYOR del puerto de Nueva York, tenía cargo alto en el ejército de Nueva York y un zionista utópico.

Periodista
A los 26 años, Noah escribió artículos en un diario de Charleston sobre la guerra de 1812 contra Inglaterra. Como resultado de estos artículos, lo nombraron Cónsul de los Estados Unidos en Túnez. En 1815, se fue a vivir en Nueva York y trabajó en el periodismo y la publicación. Escribió obras populares que reflejaban su patriotismo, y fundó y editó diarios, entre ellos el New York Enquirer y el Evening Star.
Noah apoyó la educación y el cuidado médico. Fue el fundador de la Universidad de Nueva York y tuvo la visión del Hospital Mt. Sinai que fue construido después de su muerte.

Inaugura la primer sinagoga
La primer sinagoga de Nueva York, Shearith Israel, fue construida en 1706. La sinagoga fue expandida y reinaugurada en 1818 cuando Mordejai Manuel Noah hizo un discurso en el cual reclamó que “hasta que los judíos puedan recuperar sus derechos antiguos y el dominio (en la Tierra de Israel), este será su país elegido. Aquí pueden descansar de las persecuciones, estarán protegidos de la tiranía y la opresión, y tendrán igualdad de derechos e inmunidad.”

Visión Utópica: La isla de los judíos en el río Niagara
Al estar profundamente atento a los problemas judíos, Noah persuadió a un benefactor rico a comprar una grande porción de Grand Island para que sea la ciudad temporaria para refugiar a los judíos del mundo. Grand Island estaba ubicada en el río Niagara cerca de Búfalo. Esperaba construir una colonia judía ahí llamada Ararat! A pesar de que el proyecto despertó interés, fue un fracaso.

Sionista ardiente
Después de su desilusión con la creación de un refugio para los judíos en Grand Island, comprendió que la Tierra de Israel era la única respuesta para un hogar para los judíos. Dio charlas y escribió sobre esta necesidad de un hogar, expresando ideas que precedieron a las de Leo Pinsker y Teodoro Herzl. Sus planes y su grandioso estilo fueron tratados con ridiculez por los judíos prominentes de la época, y terminó siendo un visionario que tenía la razón frente al resto del mundo que se estaba equivocando.
Noah apoyó activamente a la congregación de Mikveh Israel en Filadelfia y Shearith Israel en Nueva York. Fue el judío más conocido de Norteamérica cuando murió en 1851.

Las propuestas sionistas de Noah
En las propuestas de Noah encontramos aciertos proféticos que recién fueron aceptados por el pueblo algunas generaciones más tarde:
– Los judíos están en una condición favorable para volver a poseer la tierra prometida y organizar un gobierno libre y liberal.
– Cada intento de colonizar a los judíos en otros países ha fallado.
– El primer paso es solicitar al Sultán de Turquía el permiso para que los judíos compren y posean la tierra.
– Aquellos que desean vivir en la Tierra Santa y no tienen los medios para hacerlo, pueden recibir ayuda de sociedades… que los ayuden a alcanzar dicho objetivo.
– Los puertos del Mediterráneo serán ocupados por judíos. El valle del Jordán será ocupado con agricultores de Alemania, Polonia y Rusia.

Noah escribió estas palabras medio siglo antes de que Teodoro Herzl escribió Der Judenstaat, y más de un siglo antes del establecimiento del Estado de Israel!
Esta fascinante figura de la historia judía es prácticamente desconocida hoy en día. Espero que se investigue más y que su historia sea conocida.

 

Fuente: http://www.delacole.com/

Españoles en el Mundo Jerusalen 2010

Después de haber sido censurado por RTVE alegando 300 mensajes de protesta por «partidista», recupero este vídeo y aquí quedará para siempre como testimonio de 4 (¡hay muchos más!) españoles cuya vida se transformó al establecerse en Israel.

Huellas judías…

Elementos judíos en un cementerio católico en Bs As

Comentario interesante de un gran amigo J.L a consecuencia de una fotografia que pocos conocerán pero ha llamado la atención del fotógrafo viajero, muy probablemente un turista israelí, cuando la vio nada menos que en un cementerio católico que aloja restos de familias argentinas de prosapia. R.V.

Comenta JL: «Nosotros vivimos dos años en Buenos Aires, no lejos de «La Recoleta». Más de una vez caminamos entre los panteones de la campanuda y antigua necrópolis. Una de las primeras veces, al observar un panteón artísticamente ostentoso, casi caemos de espaldas cuando divisamos, en su pesada puerta doble, un símbolo de tamaño considerable tallado en cobre, símbolo inequívocamente judío que cruza en forma oblicua ambas hojas del portalón en bajorelieve. Es a todas luces la imagen tradicional, tallada y repujada, de uno de los esclavos judíos que lleva a Roma el pesado candelabro de siete brazos, la menoráh, que con otros tesoros y los rollos de la Torá sacó del Templo de Jerusalén el comandante de las legiones romanas, Tito. Con la caída y destrucción de Jerusalén la menoráh fue llevada a Roma y paseada en la procesión de la victoria que se celebró en honor de Tito, suceso que se encuentra tallado en el famoso Arco romano que lleva su nombre.

No sería aventurado suponer que nadie en el mundo, que no fuera judío o no siéndolo expresamente quisiera evocar y resaltar ese lejano origen, haría tallar en la puerta de entrada al panteón familiar la misma talla de la menoráh del Arco de Tito y la haría reproducir escultóricamente en el interior de la tumba familiar.

Nos acercamos al panteón; estaba cerrado. Acertó a pasar por allì uno de los cuidadores, pudimos convencerlo para que nos dejara mirar adentro del panteón. En el interior vimos la escultura que podrán observar en una de las fotografías anexas, con motivo similar al de la puerta.

Concuerdo con quien escribió el texto en hebreo cuando dice que «alguna familia de conversos ha querido realzar sus raíces judías».

El panteón nombrado es el de la familia Anchorena, situado aproximadamente en el centro de La Recoleta. Hay quienes afirman que no obstante otras interpretaciones, el patronímico Anchorena deriva del hebreo anshei = (hombres, o gente) ireinu = (de nuestra ciudad), es decir anshei ireinu = paisanos, coterráneos o conciudadanos. Historias de los conversos en América Central y América del Sur incluyen ese apellido en las listas de patronímicos de judíos sefardíes venidos a América después de la expulsión.

«Cosas veredes, Sancho, que no crederes, transcurridos más de quinientos años de la expulsión de los judíos de España»
fotos originales
http://new.ba-bamail.co.il/View.aspx?emailid=5178&memberid=768770

Jaime Naiflesh agrega más comentarios históricos a lo escrito por JL.
Los judíos entre las naciones
Jaime Naifleisch

Impresionante el panteón Anchorena

Cuando en el 1605, 1625, 1639 la Inquisición española (1569-1820) perpetró en Lima, en el Alto Perú, sus siniestros Auto de fe en América (otros en México) –procesos a descendientes de judíos forzados al bautismo que guardaran alguna relación con el judaísmo– los que no fueron quemados, huyeron al sur del Tahuantinsuyo (el antiguo imperio inca), que más tarde sería parte del Virreinato del Río de la Plata, después de las Provincias Unidas del RdlP, al fin Argentina (con centros en Córdoba y el Tucumán).
Eran gente culta, muchos se decían portugueses para eludir el control español en Lima. En la Península sólo se dejaba marchar a América a los «cristianos viejos», muy pocos cultos entre ellos, porque en España estaban instalados y no necesitaban lanzarse a la aventura.

En el Sur, más lejos de la mano inquisitorial, los que habían llegado a apoderarse de las tierras (todos los guerreros, piratas y contrabandistas habidos) querían casar a sus hijas con esos israelitas, para ennoblecerse y entrar en los clubes de los invasores hispanos ya instalados, los funcionarios, que eran la gente rica, reconocida en la Península, y absorbieron a los –una vez más– fugitivos.
Eso ya había sucedido en la Historia, en otros tiempo-espacios, como cuando los caudillos de tierras próximas al Imperio romano, por ejemplo, mil quinientos años antes, querían ser respetados por Roma, y casaban a sus hijos e hijas con los vencidos judeos del año 70, del 135, dispersos por el mundo antiguo. O cuando Rusia, Austria, Prusia, se repartieron Polonia, Galitzia, la Bukovina… en el s. XVIII, y muchos judíos pasaron a la prosperidad de la administración rusa (los ortodoxos rusos y los católicos polacos no eran judeófobos como los católicos germánicos), y numerosos rusos y polacos casaron con judíos, parte de ellos haciéndose judíos (¿de ahí Naifleisch?).

En el caso que nos ocupa, cambiar el apellido, hispanizarlo, fue parte del contrato de esos judíos hispanos conversos al casar con las hijas de los hispanos viejo-católicos. De allí salieron así mismo vástagos mestizos con indias, que se fueron mezclando (no había píldora, y éste ha sido un proceso natural con indias y negras). Por eso hay colores sospechosos, «cabecitas negras», entre los amos norteños.
Ahí nace la estirpe de los dueños de ese Norte argentino, un par de generaciones después, o tres. Los que lucharon contra las tropas españolas enviadas por la unión europea de la época, la de 1816, para aplastar la independencia criolla (como Güemes)… los que otros cien años después, ya en 1900, serían en gran parte clericales antisemitas, enemigos de la «sangre» hebrea, e invasores antiininmigrantes, y antiizquierdistas en las ciudades del país.
Si, puede que los Anshei ireinu o Anchorena hayan sido de la partida. Y quizá los Patrón Costas, entre tantos otros.
Suele decirse «no tienes más que sacudir el árbol de cualquier cristiano y verás caer ancestros judíos». Pero también es cierto que no tendrías más que sacudir el árbol de cualquier semita… y verías caer de entre sus ramas eslavos, asirios, germanos, aymaras, beduinos, catalanes, magyares, diaguitas, galos, arábigos, hispanos… andá a una sinagoga y verás la mezcla.

Ay de los bobitos que se creen lo de las «razas» y se hacen racistas. La judeidad, sin ir más lejos, está en otro sitio. ¡Y no digamos el judaísmo!

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LA HAQUETIA y los Judíos del Norte de Marruecos.

Según Wikipedia:
Haquetía (חקיטייה) es el particular dialecto del norte de Marruecos y las ciudades españolas de Ceuta y Melilla del idioma judeoespañol que hablan los judíos sefarditas.

LA HAQUETIA
y los Judíos del Norte de Marruecos.
Extraído de: http://hebreos.multiply.com/notes/item/12

Haketia, haketilla, haquitía, jakitía, jaquetilla, haketiya, hakitiya, distintos maneras de llamar a ese código ancestral y genético que identifica a todos los sefaradíes del norte de Marruecos.
Es posible que la palabra Haquetía derive de Haquito, apócope de Ishaquito, diminutivo de Ishac (Isaac), nombre muy usado entre los judíos de España. Podría decirse que la Haquetía es el idioma de los Haquitos, como se denominaba habitualmente a los miembros de la comunidad judía en Sefarad aunque ningún indicio corrobora esta teoría.
Luego de varios años de investigaciones se planteó como segunda
hipótesis acerca de su origen y es que proviene de una raíz árabe y de una terminación castellana derivada del verbo hak’a que significa: conversar, decir, hablar, narrar. Asimismo existen diferentes versiones respecto de la época y del lugar de origen de este dialecto-lengua. Por un lado están los que sostienen que no existen dudas respecto a que es muy antiguo, y que era utilizado por los judíos de la península ibérica bastante tiempo antes de la expulsión en el año 1492 para evitar así ser comprendidos por los españoles (cristianos) y los musulmanes (moros), aunque paradójicamente, en sus expresiones se mantiene constante una conjunción de las tres lenguas habladas por la población: el castizo (castellano antiguo), los hebraísmos y los arabismos utilizados en España y Portugal.
Hay referencias que el castellano hablado por los judíos antes de la expulsión en España, era diferente al que hablaban los cristianos.
En España durante siglos habían convivido cristianos, judíos y árabes. Aún no se sabe bien si es que se trató de una buena convivencia, como tampoco si «reinaba la tolerancia y el respeto» hacia el otro que era diferente, sólo se sabe que en determinado momento las relaciones se deterioraron a tal punto de llegar a una ruptura definitiva, primero con la expulsión de los judíos y más tarde con la de los musulmanes, la mayoría de ellos
de origen marroquí. Se trataba de tres culturas, religiones y lenguas diferentes que marcaron esos siglos de coexistencia y que se consideran siglos de oro para el judaísmo español.
Otra versión afirma por lo contrario, que la Haquetía era el dialecto único de los judíos ibéricos establecidos en Marruecos después de la expulsión de España y considerablemente distinto del que hoy es hablado por los judíos orientales. En este sentido, la Haquetía es un compuesto de castellano antiguo más o menos bien conservado, de árabe y de hebreo.
Justamente, se afirma que es una creación de los expulsados de
Sefarad en 1492 que se fueron asentando, radicando y formando comunidades en diferentes lugares del norte de Marruecos: Tánger, Tetuán, Xauen, Arcilah, Alcazarquivir, Larache, Ceuta y Melilla.
Previo a la expulsión de los judíos de España, en Marruecos ya se contaba con la presencia de una población judía: los toshabim (residentes) cuya lengua era árabe o bereber, dependiendo de las regiones en que habitaban, y por supuesto el hebreo utilizado en las ceremonias religiosas. Con la llegada de los expulsados: los morashim, la población se fusionó y creció considerablemente, gracias a los aportes que ellos hicieron, en cuanto a sus conocimientos intelectuales, religiosos (especialmente en estudios Talmúdicos), sus cuentos, refranes, romances, sus tradiciones culinarias, su literatura específica, sus tradiciones sefaradíes y su bagaje lingüístico, desconocido hasta ese momento por los toshabim.
Nuestros antepasados, los expulsados de Castilla, los nuestros, no
solo se llevaron consigo el idioma, sino también sus costumbres
ancestrales, la religión y las tradiciones sefaradíes.
Los sobrevivientes de la barbarie de la Inquisición, a pesar de su
desarraigo y de habitar una nueva tierra, no se sentían extraños a
las costumbres islámicas ni a su lengua (lo cual quizás abonaría la
primera hipótesis mencionada respecto al origen del dialecto).
Ellos podrían haber adoptado el árabe, el berebere, o quizás alguno de los dialectos utilizados en el lugar donde se asentaron, pero no lo hicieron y así mantuvieron su «idioma», con sus expresiones propias aunque fuera la combinación de tres idiomas distintos.
Los judíos del norte de Maruecos utilizaban la Haquetía, la lengua a la que se aferraron y usaban para comunicarse con sus familiares, con sus amigos y vecinos, así como también en sus relaciones comerciales con otros judíos. En cambio utilizaron el árabe o bereber para entenderse con los moros (expresión aún utilizada en la actualidad para identificar a los musulmanes), quienes eran los habitantes originales de la región y que representaban la mayoría de la población.
La utilización de varios idiomas a la perfección: el español, el
hebreo, el árabe, el berebere y su Haquetía, facilitó el establecimiento de un vínculo estrecho de los expulsados con el resto de los miembros de la sociedad a la que arribaron.
En sus comienzos la actividad central de los judíos en Marruecos fue el comercio, predominando como actividad la de los viajantes que recorrían las diferentes ciudades del país llevando sus artesanías y también parte de su dialecto. Era muy común las bendiciones que daban a sus compradores por las operaciones comerciales efectuadas, expresiones éstas que en algunas otras ciudades se fueron incorporando.
No se puede dejar de mencionar que las ciudades de Marruecos a que hacemos referencia, fueron cuna de grandes Rabinos y Sabios, que fundaron importantes centros de estudios talmúdicos. Entre ellos quiero mencionar especialmente al primer Gran Rabino de Tetuán: Haim Bibas (Z.L’), nieto de su homónimo el Gran Rabino de Fez, quien en el año 1530 fuera el Guía Espiritual de la Comunidad y fundador de la primera Yeshivá y quien hiciera construir la Gran Sinagoga, que en 1667 fuera incendiada por los musulmanes. Su hijo, los hijos de su hijo, sus nietos, bisnietos, fueron todos prestigiosos y destacados Rabbanim y Jajamin establecidos en Tetuán, luego en Sale, Rabat,
Casablanca y Gibraltar y más tarde en Livorno, Amsterdam, Jerusalem, de quienes tengo el orgullo de ser descendiente por mi rama materna.
De igual forma se destacan otros grandes Rabbanim, entre ellos, los Marache, los Toledano, Serfaty, Pinto, Nahón , Rabí Isaac Bengualid, el Justo. Se dice que la Haquetía tiene una entonación musical que algunos denominan «música del habla», que la distingue por sobre cualquier otra lengua o forma de expresión oral. En ocasiones, para las actividades comerciales predomina el tono árabe y en otras, el tono Rabínico que se utiliza en estudios talmúdicos y en la comunicación entre judíos.
En este sentido, la Haquetía tiene un ritmo que se marca por las
subidas y bajadas de voz y también por la velocidad de las frases que tiene relación directa con el alargamiento de las sílabas de cada una de las palabras utilizadas. De esta forma también se observa una tendencia a curvas ascendentes en la entonación de la persona que la habla y a veces, estos cambios se los relaciona con el modo interrogativo que tiende a expresarse, y con el sentido de lo que está diciendo.
La Haquetía tiene la particularidad que sus expresiones siempre se relacionan con imágenes de la vida cotidiana, la emoción y también la vehemencia. Por este motivo es que se observa
continuamente el uso de bendiciones para expresar el afecto, amor, amistad, dirigidas a todas las personas muy queridas, pero así también es frecuente el uso de una variedad de maldiciones
(baldiciones), a veces humorísticas y otras no tanto.
Desde la llegada de los expulsados a Marruecos, no hay indicios para afirmar que haya habido una buena convivencia con los musulmanes. Si bien hay antecedentes que en algunas ciudades y en algunas épocas históricas, «los nuestros» recibieron un trato igualitario respecto del resto de la población, lo cierto es que la población judía fue considerada como de segunda y siempre doblegados a las discriminaciones y malos tratos de los sultanes de turno y de la población en general. A partir de fines del siglo XVIII, comenzó muy lentamente la emigración hacia América Latina.
En ocasión de la guerra entre Marruecos y España en 1860, se produce la primera gran ola emigratoria que prosiguió con regularidad hasta 1914, víspera de la Primera Guerra Mundial. Se reanudó en 1918 hasta 1939 y luego en 1956 a causa de la inestabilidad causada por las luchas por la independencia de Marruecos. Los judíos marroquíes trajeron hacia nuestros países su cultura, tradiciones y por supuesto, la Haquetía, conservando así su contexto socio-lingüístico.
Además del proceso emigratorio, hubo un fenómeno importante a partir del año 1860 y es que se produjo una mayor hispanización de la Haquetía, a tal punto que se perdió el sentido de hablar en un idioma diferente. En 1862, con la creación de la 1º Alianza Israelita en Tetuán que más tarde se instaló en casi todas las ciudades de Marruecos, y posteriormente en el siglo XX con la ocupación de Francia, se genera otro fenómeno similar en algunas ciudades, especialmente en Tánger y es que se comienza a dejar de usar la Haquetía en las conversaciones sociales, comerciales y hasta en las familiares, para tomar el francés como idioma. Este proceso fue paulatino, a tal punto que poco a poco se fue abandonando el uso de la Haquetía.
Durante muchos siglos la Haquetía no sólo representó a los judíos
marroquíes, sino también su propia identidad y el orgullo de su
ascendencia sefaradí. Sin embargo a partir de la identificación y
adopción del idioma francés, es que algunos comenzaron a considerarla como una forma de expresión de los iletrados, de los incultos, de los atrasados, como una lengua vulgar, lo que produjo fuertes barreras sociales entre los que sí la hablaban y los que negaban conocerla, aún sabiendo que es parte de su cultura, de su pasado.
Aunque algunos sostienen que hoy en día está en período de extinción, en las últimas décadas se evidencia en algunos de los países el estudio, el uso y la preservación de la Haquetía deseando un «retorno» a este idioma como símbolo representativo de nuestros ancestros y como respeto a
nuestras costumbres.
La Haquetía fue esencialmente una lengua oral, lo que significa que
hasta hace poco tiempo no había dejado documentación escrita. En la actualidad hay antecedentes de muchos investigadores y filólogos.
Para mencionar algunos: José Benoliel, quien fue el precursor y quien escribió el primer diccionario de Haquetía, publicado en 1977 (50 años después de su fallecimiento), Manuel Alvar, Jacob Hassan, Larrea Palacín, Josef Martínez Ruiz, Haim Vidal Sephila, Alegría Bendayan de Bendelac, Ana Benarroch.
Se dice que: «Una vez que la gente deje de hablar en Haquetía, se va…..». En lo personal deseo profundamente que esto no suceda y que nuestras costumbres marroquíes sean preservadas, así como lo hicieron nuestros antepasados por tantos siglos.

* A La Menasem Barujú – Bendito sea (El nombre de Dios).
* Ada – Tradición.
* Adafina – Guiso judeomarroquí de carne, usualmente de cordero.
* Adolo – A dónde.
* Adrear – Hablar.
* Ainará – Mal de ojo.
* Aiwa – ¿Qué pasó?
* Ajshoma – Vergüenza.
* Alboronía o almoronía – Plato judeomarroquí hecho con berenjenas, cebollas y pollo picado.
* Arián – Glotón.
* Así kedemos – Dios nos cuide.
* Así kedes tu – Dios te cuide.
* Äyana – Bicho de la familia de los saltamontes. Persona inquieta.
* Azno – Tonto.
* Awed(i) – Otra vez.
* Berajá se te haga – en el caso de comer, buen provecho.
* Baadá – Ni siquiera.
* Bienmesabe – Torta esponjosa dulce.
* Boril – Fastidio, fastidioso.
* Caído de mazal, demudado del mazal, enfollinado del mazal, kefreado del mazal – Todos significan «mala suerte».
* Cashquear – Entender.
* Castilla – España.
* Chalao – Loco.
* Charmila – Pescado típico.
* Cocho(a) – Rojo.
* Darbeado – Loco.
* De las castas se traen las reinas – De tal palo, tal astilla.
* Dembaĵo – Espíritu maligno.
* Dichoso, desdichado – Con suerte, sin suerte.
* Dulce lo vivas – Que lo disfrutes.
* Echar – Dormir.
* El Dio te jadee de malos caminos – «Que Dios te proteja».
* (El) Semitbaráj – Dios.
* Endiamantado – Muy bueno.
* Ensalada Cocha – Ensalada típica de pimientos rojos y tomates.
* Entortarse – Cambiar de estado de animo para mal.
* Esso no hamlea a nadie – A este no le gusta nadie.
* Estar em Alef Bet – Estoy empezando.
* Fetnear – Darse cuenta.
* Ferazmal – Ser querido.
* Fishuelas – Galletas típicas.
* Guezerá – Calamidad.
* Guezerá negra – Tragedia, una calamidad muy grande.
* Gial – Guapo.
* Golor – Olor.
* Guo por ti se haga! – ¡Maldito!
* Hacer kabod – Honrar.
* Hamako – Loco.
* Harduar, Arrevolver – Maquinar, inventar.
* Hazimazal – Sin suerte.
* Hechos güenos se te hagan – Te pase todo lo bueno.
* Jadear – Irse. Terminarse.
* Jalampear – Robar.
* Jale que … – Como si…
* Jalufo – Gordo.
* Janona – Narizota.
* Jamor, Jamorice – Tonto, Tontería.
* Jará – Mierda.
* Jarbe – Perol.
* Jarrear – Heces, defecar (palabra tabú), hacer mierda.
* Jamear – Pensar.
* Jelkeado – Cansado.
* Josmin – De apariencia barata.
* Kefseada – nada buena, aburrida (una fiesta), rota.
* Kefsear – Dañar, malo.
* Laister – Expresión de sorpresa.
* Maklear – Comer.
* Magrear – Tener relaciones sexuales.
* Mano de refuá — Gran ayuda necesitada.
* Manzía – Lástima.
* Matenat Yadó – «Con lo que puedas colaborar».
* Mate – Pene, Palo, Garrote.
* Me telfié el camino – Cometí un error.
* Meará – Cementerio.
* Meerra – Avaro.
* Mejorado para los tuyos – Buen deseo en una Simjá.
* Mejorado ciento viente años – Que vivas hasta los ciento veinte años (como el Moshé Rabenu).
* Meldar – Rezar, estudiar.
* Mel-ok – Loco.
* Meollo – Cabeza, cerebro.
* Meshear – Distraerse.
* Meshkin(a) – Pobre.
* Me vaya capara por ti – Daría mi vida por ti
* No (es) jobá – No hace falta.
* No haya mal – Expresión de sorpresa.
* No me da el meollo – No me da la cabeza (el cerebro).
* ¡No sepamos del mal! – «¡Que estemos protegidos contra el mal!».
* Onde se arremató el sol – Donde se pone el sol, en el fin del horizonte (queriendo decir «lejos»).
* Oriza – Guiso típico sabático que contiene trigo, carne y papas principalmente.
* Paitan – Cantor.
* Paitnear – Cantar.
* Pescado cocho – Pescado guisado a la manera marroquí.
* Preto mazal – Mala suerte.
* Quebrar o cortar el taanit – Romper el ayuno.
* Rabi Shimón! – Equivalente a «Oh Dios mío!».
* Rajlear – Irse.
* Refuá shelemá – Que te cures.
* Sajén(á) – Gentil.
* Safón, safonear – Pedo, peerse (tabú).
* Se te kefsee el mazal – Tengas mala suerte.
* Selkear – Evadir, dejar de hacer.
* Shaäta – Lluvia muy fuerte.
* Shajor, Shajorá – Hombre Negro, Mujer Negra (término despectivo).
* Sharfo – Anciano.
* Shelear – Beber, ponerse ciego.
* Shenfear – Enojarse.
* Shufear – Mirar.
* Sote(a)(illo)(illa) – Tonto(a).
* ¡Su boca en la rogerá! – ¡No digas cosas malas!
* Suaj – Culo.
* Tarnón – Tonto.
* Tarsha – Bofetada.
* Treja – Paliza.
* Trocado – Mala persona, Roto, tipo (término despectivo).
* Xaxo – Vagina (tabú).
* Vehemet – Verdad.
* Vive onde se arremató el sol – Vive muy lejos.
* Ya que estás ai, kadmei y merkí – Ya que estás ahí, ayúdate.
* Walo – Cero, nada.
* Zaama – Expresión de incredulidad.
* Zamel – Homosexual.
* Zorear – Rezar en la tumba de un Zadik.

Anusim o Crypto judíos. Crónicas de una travesía judía

 

¿Quiénes son los “anusim” en nuestros días?

Anusim o Crypto judíos
Crónicas de una travesía judía


Rab. Eliahu Birnbaum

En términos generales, solemos pensar que los anusim son una especie extinguida, que sólo se conserva en los libros de historia y los documentos polvorientos de tiempos de la Inquisición. Pero no es así; hay anusim y descendientes de anusim que viven hasta el presente en todo el mundo y que quieren volver a unir sus destinos al del pueblo judío.

El fenómeno de la vida oculta del judaísmo de España constituye probablemente uno de los capítulos más apasionantes de la historia judía, y sus testimonios siguen siendo vigentes hasta el presente. A pesar de las numerosas dificultades, los descendientes de anusim lograron preservarse y preservar los lazos con sus raíces judías y la sensación de pertenencia al pueblo judío durante más de 600 años.

Como se sabe, los anusim son judíos que en tiempos de la Inquisición fueron forzados a convertirse al cristianismo, pero que siguieron cumpliendo los preceptos judaicos en secreto.
Los anusim se caracterizan por diversos nombres y diferentes historias. El concepto conocido en España y Portugal era el de “marranos” (un apodo despectivo que compara a los anusim con cerdos). También estaba muy difundido el término de “criptojudíos”, cristianos judíos o conversos, es decir, judíos que habían cambiado de religión. En otros lugares los llamaban “cristianos nuevos” para señalar su reciente incorporación al cristianismo. En Palma de Mallorca (una isla al sur de España) los llaman “chuetas”. Hoy en día, los descendientes de los marranos, chuetas o cristianos nuevos prefieren definirse como “anusim” o descendientes de anusim. El denominador común a todos estos nombres es el hecho de que fueron forzados a abandonar el judaísmo y obligados a aceptar la fe cristiana contra su voluntad, a pesar de que en sus corazones y en sus hogares seguían manteniendo la fe y la tradición judía a diferentes niveles.

Cabe suponer que no todos saben que las leyes de la Inquisición y sus iniquidades subsistieron hasta el siglo XIX. Las leyes de la Inquisición se revocaron formal y definitivamente en España sólo en 1834; de hecho, en algunos países de América del Sur y en Angola las persecuciones prosiguieron hasta fines del siglo XIX.

Han pasado más de 600 años desde la aparición del fenómeno de una vida judía oculta en la Península Ibérica, y menos de 200 años desde la revocación de las leyes de la Inquisición en España, Portugal y el continente americano. A pesar de eso, las huellas de los descendientes de anusim no sólo que no desaparecieron de la historia, sino que siguieron existiendo activamente hasta el presente.

Hoy en día se conoce con certeza la existencia de grupos de anusim y descendientes de anusim en diferentes lugares: algunos siguen viviendo en España y Portugal y se consideran descendientes de judíos de tiempos de la Inquisición; otros siguieron manteniendo su fe y su identidad en los países de dispersión de los anusim que huyeron de la conversión forzada, como Brasil, México, Nueva México en los Estados Unidos y varios países en América del Sur.

Los descendientes de anusim están recuperando a nivel individual y comunitario la conciencia del vínculo de pertenencia con sus antepasados. Miles de ellos se encuentran actualmente en proceso de búsqueda espiritual y nacional, a fin de retornar a sus raíces judías.

Muchos estudian judaísmo en seminarios y clases, participan en la vida comunitaria y en debates y estudios en sitios de Internet creados para ellos. En general, el judaísmo se mantuvo a nivel individual, fundamentalmente en zonas rurales en las cuales las características sociales les permitían preservar su identidad.

Recientemente me encontré en España con un hombre de más de 70 años que nació y vivió toda su vida en el pueblo de Sirat. Según todos los datos, en esa región de España (Castellón) no había judíos desde que los reyes les dieron la posibilidad de convertirse al cristianismo o abandonar el país. Pero ese hombre llevaba en el brazo… un talit que su madre le había tejido a mano 60 años atrás para que supiera de dónde venía y a qué pueblo pertenecía. Era un talit blanco con franjas azules, que conservaba para legarlo a sus hijos. Ese hombre, Francisco Bellido, sabía recitar (con gran emoción) las plegarias Shma Israel y Modé Aní en hebreo, tal como se las había enseñado su abuelo. En su casa había una mezuzá de arcilla del siglo XVII, no en la puerta exterior, por miedo a las autoridades, sino en una puerta interna; al pasar por ella la familia solía besarla. Esta tradición había pasado de generación en generación, sin libros, ni rabinos ni instituciones de estudio de la Torá…

La historia se repite… Lo que los reyes Fernando e Isabel trataron de hacer en España en el siglo XV –borrar todo rastro de los judíos y el judaísmo a través de la expulsión y la conversión forzada en España y Portugal– vuelve a despertar… Un número considerable de descendientes de estas víctimas resurge de la historia y quiere fortalecer al pueblo judío y enmendar aquel capítulo amargo de la Inquisición… Cabe suponer que los reyes de España y Portugal se revolverían en sus tumbas ante esta noticia…
Por supuesto, la historia de los anusim no es un bloque uniforme. Hay diferentes grupos y muchas divisiones entre ellos, y no todos son descendientes biológicos de los anusim de España y Portugal; pero la mayor parte puede ser considerada como sus descendientes espirituales, teniendo en cuenta las proyecciones halájicas aplicables a cada grupo.

Hoy en día existen anusim concretos, que han vivido hasta ahora como judíos ocultos, preservando la fe en un solo D-os, cumpliendo los preceptos en secreto y contrayendo matrimonios endogámicos durante más de 600 años. Ellos saben que son judíos y que su identidad judía se preservó a pesar de que durante siglos pensaron que todo el pueblo judío había sido aniquilado y que ellos eran sus últimos remanentes sobre la faz de la tierra. Hay anusim según la Halajá, cuyas familias conservaron la continuidad biológica, pero no la identidad judía: mantenían algunas costumbres y se casaban entre sí, pero no sabían explicar por qué lo hacían… Los viernes encendían velas en secreto y contraían matrimonios endogámicos, pero no lo veían como un acto religioso o judío. Por otra parte, hay anusim con identidad judía que saben que descienden desde hace siglos de una familia judía, que probablemente no conservaron la identidad biológica y se casaron con no judíos, pero que se sienten descendientes de anusim y orgullosos de sus raíces judías, y quieren reavivarlas. (Con respecto a esta clase de anusim, Abrabanel escribió que “los consideramos no judíos”; en su opinión “habrán de retornar al judaísmo; D’os no ha desesperado de ellos y con su inmensa misericordia los hará retornar a su Torá”). Hay algunos anusim que descienden de madre judía, y otros de padre judío, pero que se sienten judíos en todo sentido (como los judíos de Rusia, país que determina la religión de una persona según la de su padre). Lamentablemente, también hay cristianos evangelistas y mesiánicos que tratan de infiltrarse en el pueblo judío diciendo que descienden de anusim.

El tema de los anusim y sus descendientes no ha sido examinado a fondo por los estudiosos rabínicos de nuestro tiempo. No abundan las respuestas y los dictámenes que se refieren a ellos y que tratan de proponer una forma de hacerlos retornar al seno de nuestro pueblo en estos tiempos. Cabe suponer que la razón principal de ello es que los anusim siguen replegados sobre sí mismos, como desde hace siglos. Sólo después del cambio de gobierno en España (la muerte de Franco) y Portugal (el fin de la dictadura y el comienzo de la democracia en 1975), los descendientes de anusim se sintieron libres para exponer sus sentimientos y pedidos.

El Rabino Yehuda Halevi Ushpizai z-”l, rabino y titular del Tribunal Rabínico de Ramat Gan, escribió: “Ahora creemos que D’os ha recordado a su pueblo y su tierra, y que hemos tenido el privilegio de despertar del exilio, tal como lo prometiera el profeta Ezequiel: ‘Pero vosotros, montes de Israel, echaréis vuestras ramas y produciréis vuestro fruto para mi pueblo Israel; porque pronto vendrán»… Debemos despertar a los anusim de España y decirles que el D’os de Israel los llama, que retornen al pueblo judío… En su libro sobre la Torá eterna, Don Isaac Abrabanel los ha perpetuado y ha prometido que los anusim de España volverán al judaísmo”.

El Rabino Haim David Halevi z”l escribió:

“A partir de ahora, una de las maravillas de la futura redención milagrosa del pueblo judío será el retorno de los hijos perdidos y extraviados al seno del judaísmo. Y si también los descendientes de los anusim de España y América quieren retornar al judaísmo, veremos en ello parte del ‘inicio de la redención’…”

El Rabino Mordejai Eliahu Shelita escribió: “Puesto que pasado mucho tiempo desde la época de los anusim hasta el presente, y existe el temor de que se hayan mezclado con no judíos, ‘debemos atraerlos con benevolencia’, es decir, se los debe elogiar porque quieren cumplir abiertamente con los preceptos de la Torá”…

También el Primado de Sion, el Rabino Shlomo Moshe Amar Shelita anunció la creación de una comisión que examine la pertenencia de los anusim al pueblo judío y la forma adecuada de hacerlos retornar.

Rab. Eliahu Birnbaum

Rabino principal de la organización Shavei Israel, que se ocupa de tender una mano a descendientes de judíos que desean retornar al judaísmo y director del Instituto Amiel, que envía Rabinos a comunidades en la Diáspora con el objetivo de reforzarlas.

 


 

Miles de “marranos” buscan regresar al judaísmo


También este año pasó su seder de Pesaj Antonio López (41),natural de Toledo, en soledad…casi a escondidas. Ya hace tres años que se encuentra López, descendiente de marranos, en proceso de GUIUR (conversión al judaísmo) aunque todavía se lo esconde a sus padres:” Carezco de valentía para contarles esto”-y prosigue-”Para mi significa volver a cavar un pozo en nuestra historia familiar, un pozo de inmenso dolor. Mi familia es lo mas importante en mi vida y no estoy seguro si D-s querría que les confiese lo de la conversión, eso les causaría aún mas dolor ”.
López trabaja en el Banco Central de España, es experto en descubrir billetes falsos y su cargo consiste en ayudar a la policía a desbaratar redes mafiosas de falsificación de dinero que pululan por toda Europa.
La kippa blanca y los tziztiot que usa cotidianamente, parecen una obligatoria vestimenta de trabajo, pero el toma el asunto de su conversión con absoluta seriedad. Últimamente sacó turno en el sanatorio para que le realicen la circuncisión quirúrgica.

En los últimos dos años ya se habla de este fenómeno en España, Brasil, y Portugal: Miles de personas que averiguaron su origen ”marrano” abarrotan las rabbanutz locales con el propósito de convertirse al judaísmo.

Para entender este fenómeno debemos retroceder en la historia hasta el año 1391.La floreciente comunidad judía española despertó celos en el corazón de la iglesia medieval, la que incitó a la gente a realizar pogromos o matanzas de judíos. Este proceso encontró su punto culminante en el año 1492 ,con el decreto de la inquisición ,conversión forzosa ,o muerte por torturas, o expulsión. Según algunos historiadores expertos en el tema, aproximadamente 300.000 personas fueron salvajemente asesinadas, otras 300.000 se convirtieron al cristianismo, y otros 300.000 alcanzaron a huir del país.
Dos tercios de los expulsados se refugiaron en Portugal hasta el año 1497,en que el Rey portugués a través de engaños, y prometiéndoles que los dejaba salir, les congregó a todos en el puerto de Lisboa, y una vez allí envío un ejercito de curas que les arrojó cubos de ”agua bendita” para convertirlos por la fuerza.”Eso les produjo un terrible trauma ”-cuenta Mijael Froiner, fundador de la liga ”Shavei Tzion”.

Hoy día, según cálculos de los expertos, en Portugal casi un 30% de la población del país es descendiente de ”marranos”.
Rafael Valenzuela (48),empleado de una empresa de trabajos transitorios en Madrid, descubrió su origen cuando se lo reveló su madre antes de morir:”Provenimos de una familia judía, la  familia Toledano, de Córdoba”. Desde ese momento, decidió convertirse al judaísmo.
Sus amigos cristianos ya se acostumbraron a verlo judío y lo aceptan como tal:”El problema aquí en España es que la población es mayoritariamente enemiga de Israel, yo creo que nosotros, los b’nei anusim ,podemos ayudar mucho a la propaganda israelí en ese sentido”.
Aproximadamente 50 descendientes de anusim estudian en el seminario que organiza ”Shavei Tzion”,en Costa del Sol, en el primer hotel kasher de España.
Ira Dutra(34),diseñadora de modas nacida en Lisboa y residente en Barcelona, cuenta que también en su caso la familia guardo el secreto de la judeidad durante siglos:”Contrariamente a la costumbre de nuestros vecinos, nunca en casa hemos comido carne de cerdo. En nuestra ciudad, una vez por año, hacen un desfile tradicional hasta la plaza de la ciudad donde queman un muñeco que representa a los judíos, en conmemoración de la inquisición, mi madre nos ordenaba cerrar las persianas para no ver semejante barbaridad”.
Después que una amiga suya pasó el ”guiur”,decidió Dutra acercarse a sus raíces : ”Yo no pienso en convertirme, por respeto a mi marido católico que no desea ser judío, pero cuando tenga hijos los educare según la tradición judía”.
Por lo menos la mitad de los seminaristas respetan el Sábado y comen kasher. ”Yo le s cuento que por culpa de un accidente histórico ellos salieron del pueblo judío, cuenta el Rab Biremboim, y ellos me responden:’’somos hijos de anusim y queremos retornar a nuestro pueblo”.

Fuente: http://www.anajnu.cl/marranosguiur.htm

 

 

 

 

 

 

Juego de naipes para OCULTAR la identidad judía

Por Art Benveniste

Adaptado de un artículo en HaLapid, Verano de 1999

En su presentación ante la Conferencia SCJS de 1999, en Los Angeles, Seth Ward contó acerca de una mujer del norte de Nuevo México, a quien había entrevistado.

Ella estaba describiendo las prácticas criptojudías de su familia y relató su juego de naipes, cada mes de septiembre, con su abuela. Jugar a los naipes era un ritual anual de la familia que estaba relacionado, de alguna manera, con las Altas Fiestas Judías.

Me recordó una historia contada por el rabino Baruj Garzón, de España: Hace varios años, la comunidad judía de España quería comprar un terreno en la zona de Barcelona, para un campamento de verano judío. El rabino Garzón condujo hasta allí desde Madrid, para negociar con el propietario. Fue a finales de septiembre. El precio fue convenido y el rabino le dijo al propietario que iba a volver a Madrid para hablar con la Junta de Directores y que podrían firmar los papeles a la semana siguiente.
De vuelta en Madrid esa noche, Garzón recibió una llamada del hombre de Barcelona. El propietario le dijo que había ciertos días de la semana siguiente en los cuales no podría firmar los papeles. El rabino tomó nota de las fechas y se fue a la cama. Al día siguiente estaba a punto de poner las fechas en su calendario, cuando se dio cuenta de que coincidían con las Altas Fiestas Judías. Llamó a Barcelona y preguntó por qué el hombre no podía firmar en esas fechas. Se le dijo que la familia del hombre tenía un «extraño» calendario y que había algunos días de cada año cuando no trabajaban ni manejaban dinero. El rabino preguntó qué hacía la familia en esos días. Se le dijo que jugaban a los naipes. Al controlar el extraño calendario del hombre para los años siguientes, encontró que los días siempre caían en las Altas Fiestas. El hombre no tenía ninguna explicación para el juego de naipes.

El Juego de Naipes Disfraza la Oración
El rabino explicó que, durante la época de la Inquisición, los judíos secretos se reunían para orar sentándose alrededor de una mesa con naipes sobre la mesa y libros de oración sobre sus regazos. Cuando los extraños pasaban por ahí, jugaban a los naipes y cuando estaban solos, volvían a los libros de oración.
En abril pasado repetí esta historia en una charla que di en Tucson, Arizona. Mi presentación fue reseñada en el Tucson Jewish Chronicle.

Poco después el Chronicle recibió una carta de Emma Moya de La Herencia del Norte de Nueva Mexico.

Decía:
En Nuevo México los naipes se llaman Barajas y en otras zonas del suroeste los naipes se llaman Cartas. Nuestra Academia Hebraica de Albuquerque ha investigado y registró la siguiente información, que puede o no relacionarse con la declaración del Sr. Benveniste en la crónica: La palabra «baraja» alude a la palabra «Brajá», que significa «bendicion» en hebreo.

Además, recientemente recibí un correo electrónico de Judith Crystal Pirkle, quien describió sus costumbres familiares.

Decía:
Todas las historias que me fueron transmitidas por mi madre y su familia, todas verificadas. También la costumbre de jugar a los naipes en la víspera del sábado, (Erev Shabat) fue transmitida a través de nuestra familia. Cuando los soldados mexicanos inspeccionaban las casas en la noche del viernes, para asegurarse de que nadie estuviera observando el Shabat, los criptojudíos jugaban a los naipes y contaban historias de la Torá utilizando los naipes; se colocaba un grueso mantel sobre la mesa con una vela grande encendida; a la hora de acostarse, la vela se colocaba debajo la mesa, para que no fuera vista por las ventanas.
Desde entonces, he recibido varios otros ejemplos de criptojudíos que usaban el juego de naipes como una estratagema para ocultar una conmemoración de los rituales judíos.

Sangre judía 2. La brillante estela de los españoles expulsados

Por fin, el libro de Pere Bonnín Sangre judía 2. La brillante estela de los españoles expulsados, con prólogo de Michael Freund, (Flor del Viento, Barcelona 2010) se está distribuyendo a las librerías. Resérvenlo antes de que se agote.

También lo encontrarán por Internet en la distribuidora http://www.punxes.es, en http://www.casadellibro.com y en cualquier otro portal de librerías.

Saludos.
Humberto Vera Medina


Día de la Ignominia Española

El 31 de marzo del año 1492 es una fecha trascendental para el pueblo judío. Los reyes de Castilla y Aragón, Fernando VII e Isabel “La Católica”, firman el Decreto de Expulsión de los judíos de España, quienes podían elegir entre dos caminos muy difíciles: el destierro y la búsqueda de otros lugares donde se les permitiese vivir respetando su fe o convertirse al catolicismo.

Muchos fueron los que optaron por la conversión manteniendo así en secreto su judaísmo, pero esto trajo como posterior consecuencia la implementación de la famosa Santa Inquisición, que se caracterizó por la intolerancia y la utilización de métodos violentos que iban desde la tortura hasta la hoguera, buscando la confesión de aquellos que judaizaban en secreto seguido de la confiscación de sus bienes con lo cual los familiares quedaban en el desamparo y la ruina total.

Quedan miles de relatos como testimonios a lo largo de los siglos en que la inquisición persiguió despiadadamente a los judíos en los diferentes continentes. Las cifras no son claras porque muchos archivos con el transcurso del tiempo se perdieron, o fueron destruidos intencionalmente, pero se estima que murieron en manos de la Inquisición más de 60.000 judíos cuyo único pecado fue tratar de preservar su fe y su identidad milenaria.

El efecto que tuvo la salida de los judíos de España fue la desaparición del judaísmo de la Península y lo que quedó como vestigio fue la práctica del marranismo o de un judaísmo en secreto, que podía despertar la sospecha con las consiguientes delaciones -era obligatorio ocultar las identidades- ya que todo debía ser en secreto.

La primera generación conocía perfectamente el judaísmo, algo menos la segunda y en las posteriores la ausencia de libros, maestros y libertades fue generando un judaísmo muy peculiar, un judaísmo adaptado a una nueva realidad.

En el suelo ibérico donde permanecieron los conversos que guardaron su identidad como pudieron fueron social y políticamente discriminados. Trataron por todos los medios de mantener su identidad judía y vivieron una doble vida; en la calle: católicos fervientes, y en el hogar: judíos aferrados a sus costumbres y a sus creencias.

Pese a la explícita prohibición, otros conversos lograron llegar a América, después de aquellos que viajaron con Colón. Hasta las costas de Perú y México los persiguió la Inquisición y fueron acusados de nuevamente de “judaizar”. Muchos millares huyeron a Tucumán y al Río de la Plata. Otros, los que vinieron de Portugal, vivieron sus desventuras en Brasil, entre la Inquisición portuguesa y la permisividad holandesa.

Aquello que la Inquisición no pudo lograr durante siglos, pese a la saña con la que se persiguió a los judíos, lo ha hecho el paso del tiempo ya que en cada generación se iban diluyendo un poco más los lazos ancestrales con sus orígenes pero hoy, en nuestras últimas décadas, muchos de los descendientes de los anusim están buscando la forma de retornar a sus raíces.

Se cree que unos 60 millones de los habitantes de Latinoamérica son descendientes de los primeros judíos, de aquellos que llegaron buscando nuevos lugares para vivir en paz alrededor de su fe. Son millones de personas condenadas a no saber sus verdaderas raíces e identidad.

Hay que pensar asimismo que los Reyes Católicos, necesitaban urgentemente dinero para seguir la guerra contra los árabes que habian fundado El Andaluz, y esta Inquisicion les vino de maravillas por las enormes sumas de dineros y propiedades que robaron a los judios, y para sufragar los gastos de la expedicion de Colon. Sabemos ya que el tema de colonizacion fue «una novela fantasiosa». La realidad fue que fueron a pillar y robar los bienes de los propietarios naturales, los indigenas de las Américas.

Por eso debemos denominar el dia 31 de marzo de 1492, como el Día de la Ignominia Española.

Matanza de judíos y conversos… La Semana Santa teñida de rojo

Matanza de judíos y conversos… La Semana Santa teñida de rojo

Corría el año 1473 cuando las hermandades y cofradías se preparaban a celebrar con gran pompa las procesiones de Semana Santa, y la de la Caridad dedicó una a la Virgen, cuya imagen ataviaron con cuantas joyas y alhajas que pudieron reunir los cofrades.

En aquellos tiempos, alfombraban la carrera con yerbas aromáticas y flores, las fachadas de las casas principales lucían lujosos tapices, y las demás tenían diversidad de colchas en sus puertas, ventanas.

Llegó la tarde del Jueves Santo, y los cofrades de la Caridad, en gran número, acompañados de las comunidades de todos los conventos, formaron la procesión en dos filas y sacaron el paso con velas encendidas por entre la muchedumbre que inundaba las calles llegaron hasta pasar la imagen por la Herrería, parte hoy de la calle la Feria, desde una de las casas tiraron sobre el manto de la Virgen cierto líquido inmundo, arrojado desde una ventana por una chica, cosa que en aquellos tiempos era corriente ya que las aguas sucias eran tiradas directamente a la calle…. Este hecho produjo el escándalo en los cofrades que pronto aprovechado por los deseosos de vengar sus iras en los judíos conversos, a quienes en seguida achacaron aquel sacrilegio.

Uno de los que iban en procesión y herrero de profesión del Barrio de San Lorenzo llamado Alonso Rodríguez empezó a dar gritos diciendo que lo había hecho un judío por estar en contra de la Semana Santa, excitando a los demás a tomar venganza.
La procesión quedó disuelta y algunos cofrades se llevaron la imagen, en tanto que la muchedumbre invadía las casas de los culpados, matándolos, robando e incendiando sin caridad cuantas casas de conversos encontraban.

Don Alonso de Aguilar, noble de la ciudad, que se encontraba muy cerca de donde estaban ocurriendo los hechos, tomó su caballo y acompañado de sus amigos salió al encuentro, se dirigió al Rastro, donde halló al herrero animando a las masas…

Le mandó retirarse; pero, lejos de obedecer, Alonso Rodríguez le contestó con groseros insultos y hasta le hizo frente con los suyos. Entonces don Alonso arremetió hacia él y lo pasó de un golpe de lanza dejándolo muerto, persiguiendo a los demás hasta encerrarlos en el patio de San Francisco.

Una vez retirado don Alonso de Aguilar a su casa, creyendo que todo se quedaría ahí, los amotinados volvieron a recoger el cadáver del herrero y se lo llevaron en hombros hasta San Lorenzo, en cuya iglesia entraron, poniéndolo delante del altar, donde pasó la noche.

El caso es que la plebe dijo que el herrero era mártir por la religión que defendía, y que con haberse movido pedía venganza de su muerte, alborotándose y emprendiéndola de nuevo contra los judíos y conversos, matando a unos y dejando a los otros sin bienes ni hogar con sus robos y sus incendios.

Enterado don Alonso de que la revuelta seguía, reunió a su gente y marchó hacia San Lorenzo a darles otro escarmiento; pero al llegar a San Agustín halló a los amotinados, a quienes ya capitaneaba otro noble llamado don Diego Aguayo, que, algún tanto calavera, no se asustaba de las amenazas, hasta el extremo de no sólo hacerle frente, sino que arremetió a pedradas y golpes, haciéndoles huir hasta el Alcázar, donde tuvo don Alonso que hacerse fuerte con los suyos y muchos judíos y conversos que buscaban su amparo.

Cuatro días duró este motín, uno de los más sangrientos ocurridos en Córdoba. Al cabo de ellos salió don Alonso del Alcázar ofreciendo perdón de los crímenes cometidos y mandando a los judíos y conversos salir de la ciudad o fijar su residencia en el barrio que antes se les tenía señalado, la Judería.

La Hermandad de la Caridad, comprendiendo que de su seno había surgido el conflicto, acordó perpetuar su memoria con una lápida conmemorativa colocada en el patio de San Francisco, y una gran cruz de hierro sobre un pedestal, ocupando el centro del antiguo Rastro. Que según cuenta la leyenda, el nombre le es dado por la sangre de las víctimas de aquel trágico día, ya que hubo tanta que dibujó un pequeño camino en el suelo, creándose un pequeño riachuelo que dejó un marcado rastro, llegando éste hasta una pequeña llanura al borde del río. Y en ese mismo sitio fue colocada la cruz.

publicado por Jerusalem en sábado, marzo 27, 2010
Etiquetas: Leyendas de Córdoba, Susesos de Córdoba

Fuente: http://ozuquecalor.blogspot.com/2010/03/matanza-de-judios-y-conversos-la-semana.html