Oznei Aman, Orejas de Aman

Oznei Aman (Orejas de Aman)

Ingredientes:
4 huevos
1 taza de aceite
1 1/2 taza de azúcar
1 cucharada de polvo para hornear
1/2 cucharadita de sal
4 tazas de harina cernida
1/2 cucharadita de ralladura de limón
1 taza de azúcar negra
1/2 taza de pasitas
1/2 taza de dátil
1/2 taza de margarina (previamente derretida)
1 limón
1 1/2 tazas de nuez molida.
Canela al gusto 

Preparación:
Batir los huevos y agregar el resto de los ingredientes sin dejar de batir hasta obtener una consistencia de pasta.
Formar un rollo y aplanarlo, cortar en círculos (se puede utilizar un vaso de vidrio). Introducir una cucharada de relleno en cada uno y formar tres esquinas para obtener la forma característica de las orejas. Hornear por 20 minutos a 170 grados centígrados.

Sugerencias de relleno:
mantequilla de maní
chips de chocolate
mermelada de damasco
Mermelada de frambuesa
dulce de leche
dulce de membrillo
dulce de camote (boniato)
nutella (chocolate con avellanas)
pasta de almendras

Fuente: http://www.delacole.com/cgi-perl/cocina/verreceta.cgi?receta=18

YouTube – Jerusalén se disfraza y celebra Purim

YouTube – Jerusalén se disfraza y celebra Purim.

Festejos de Purim en Israel


Jerusalén (Israel), 23 mar (EFE).- Disfraces, conciertos y actuaciones de malabaristas y hombres en zancos pusieron fin hoy en Jerusalén a la fiesta de Purim, el «carnaval judío» que mezcla colorido y dulces con ritos religiosos para celebrar el triunfo bíblico de los judíos sobre el antisemitismo.


El origen de Purim está en el Libro de Esther, del Antiguo Testamento, donde se narra la ocasión en la que Haman, gran visir del Imperio Persa, pidió al rey Ajashverosh que exterminase a todos los judíos de su reino. El rey se dejó convencer y emitió un decreto que ordenaba la masacre de todos los judíos en su territorio, pero la reina Esther intercedió ante él y logró que los judíos se salvaran y se impusieran a sus enemigos.


El pequeño Tomer, israelí de origen argentino, explicó a Efe que Purim celebra que «Ajashverosh al final no mató a los judíos» y por eso en esta fecha «se festeja y se divierte y se come y se hace el loco».
El beber alcohol en la fiesta forma parte de la tradición, mientras que el aspecto más espiritual incluye un día de ayuno y lecturas del Libro de Esther en las sinagogas y los hogares, además de rezos específicos para esta fecha y bendiciones especiales antes de las comidas.

La festividad se celebró en Jerusalén bajo estrictas medidas de seguridad y se establecieron puestos de control en la entrada de cada calle de acceso a la principal Ben Yehuda, en los que abren todos los bolsos y se pasa un detector de metales y explosivos para impedir que ocurran atentados en una fecha tan especial para la comunidad judía.

Purim ya está aquí!!!

Jag Sameaj!!!

Felíz Purim!!!!

En Purim festejamos que el pueblo judío se salvó del exterminio de los Persas bajo el dominio del Rey Ajashverosh (Asuero).

Lo celebramos enviando regalos a los amigos, haciendo donaciones a los pobres y con un banquete de abundante bebida y comida.

Purim es una fiesta muy popular, más que todas las otras festividades. Tal vez sea porque se refiere a la existencia misma del pueblo judío al recordarnos que cuando nos mantuvimos unidos ante una amenaza conseguimos salvarnos de una catástrofe.

Purim es la única festividad que no requiere un marco religioso. Se hace una pausa de los pensamientos austeros y profundos del resto del año y se da rienda suelta al aspecto lúdico, amable de la vida. Se permite la diversión, y hasta una copita de más, («ad-lo-iadá», «hasta no saber… discernir» – «bein arur Hamán uvaruj Mordejái», entre el malvado Hamán y el bendito Mordejái.

Los niños hacen un desfile público llamado «Adloiada» («Hasta no saber»), con máscaras y disfraces, por las calles de Israel.

En ídish dicen «Púrim iz kain ióntev nit» (Purim no es ninguna fiesta). Significa que Purim no es un día sagrado, sino un día de esparcimiento; que no se celebra con oraciones sino más bien con algarabía. Se hacen sonar las matracas, se bebe una copa, se canta, y las comparsas de enmascarados recorren las calles.

Algunos judíos orientales festejan Purim con un tumultuoso desfile alrededor de una figura que representa a «Hamán Harashá» (Hamán el Malvado). Por la mañana, luego de la lectura del Libro de Ester (llamado «Meguilá» por hallarse escrito en un rollo), los niños clavan una estaca en medio del patio y cuelgan de ella un muñeco relleno de paja y trapos. Luego rodean al muñeco, baten palmas y gritan: «¡Hamán Harashá!» (¡Hamán el Malvado!). También durante la lectura del texto bíblico «Meguilat Ester», el rollo que contiene el bíblico Libro de Ester, los niños, junto con el resto del público, baten palmas, dan golpes con los pies y hacen sonar sus matracas cada vez que se menciona el nombre de Hamán.

Si el pueblo judío hubiese llevado una vida tranquila, tal vez, con el tiempo, Purim habría perdido popularidad. Pero siempre surgen nuevos Hamanes, como aquel ministro persa del que habla el Libro de Ester, deseosos de oprimir a nuestro pueblo. Es lo que contribuyó a afianzar la festividad de Purim en el sentimiento popular.

El «Libro de Ester».

«Meguilat Ester» no es un idilio apacible, a la manera del Libro de Rut, por ejemplo. Se trata de un drama ágil y animado en forma de novela. Todo lo que narra se mueve a un ritmo acelerado, a una curiosa velocidad, propios de un espectáculo. Las escenas se suceden trayendo cambios inesperados. Así, la reina Vashti, esposa del rey Asuero (Ajashvérosh), ofrece un gran banquete en el palacio, y a renglón seguido la vemos enjuiciada. Ester es una huérfana humilde, y cuando queremos acordarnos, ciñe la corona real. Hamán, el Gran Visir, deberá conducir a Mordejái, montado en su caballo, por las calles de la ciudad. Los judíos del reino, que en todas las provincias ayunan y se lamentan amargamente, pasan a festejar en medio del mayor regocijo. Y todo esto no transcurre calladamente, sino con gran alharaca: Hamán conduce a Mordejái como en un desfile; los heraldos corren alborotados llevando el decreto real; en medio de una tumultuosa alegría en todo Shushán, capital de Persia, sale Mordejái del palacio envuelto en manto de púrpura y luciendo corona de oro; y así desde el comienzo al fin de la «Meguilá», se pasa raudamente de un climax a otro.
Así como la «Meguilá» es un relato dramático, también la celebración de Purim conforma un drama en varios actos, con su prólogo y su epílogo. Desde el sábado que precede a la festividad, se percibe una atmósfera de vísperas. Se trata del sábado en que corresponde leer en las sinagogas la «Parashá» (episodio, fragmento de la Torá) que se titula «Zejor»: «¡Recuerda!». El tema es recordar a Amalek, un pueblo que en el desierto hostigó a los israelitas y fue vencido por éstos al mando de Moisés. El fragmento contiene la frase: «Ki majó emjé et zéjer Amalek mitájat hashamáim» («Pues habré de borrar, ciertamente, la memoria de Amalek debajo del cielo»). Amalek representa a todos los enemigos del pueblo judío a través de los tiempos. Por eso, en la ocasión mencionada, hay judíos observantes que dan golpes de puño en las mesas y las paredes cuando se lee dicha frase.


¿Y qué comemos en Purim?

¡Las orejas de Amán! (Haman Taschen)

Silvia Ginerman nos enseña a preparar estos deliciosos triángulos de amapola que solo comemos en Purim.

HAMAN TASHEN (o EL SOMBRERO O el BOLSILLO o LAS OREJAS DE HAMAN)

Ingredientes

3 huevos
¾ taza de azúcar
¾ taza de aceite
2 cucharaditas de polvo de hornear
½ cucharadita de sal
l cucharadita de esencia de vainilla
l cucharada de zumo de limón
3 y ½ taza de harina

Para el relleno:

1 taza de amapola molida
½ taza de mermelada espesa de fresa
¼ taza de azúcar
una pizca de sal
¾ taza de pasas de uva
1 cucharada de chocolate en polvo (a gusto)

Elaboración

Empezamos haciendo la masa, mezclando con cuchara de madera los huevos, azúcar, aceite, polvo de hornear, sal, vainilla y limón.

Agregamos la harina de a poco y la vamos incorporando hasta formar el bollo firme y tierno. En un día húmedo, necesitarás más cantidad de harina para lograr el punto deseado. Estiramos bien finita y cortamos en triángulos.

Preparamos el relleno, mezclando la amapola molida con ½ taza de agua hirviendo, la mermelada, azúcar, sal, y pasas y cocinamos a fuego lento, revolviendo hasta que espese.

Distribuímos el relleno en cada triángulo de masa y cerramos los bizcochos uniendo las aristas para formar triángulo nuevamente.

Pintamos con yema y los cocinamos en horno moderado hasta que se doren.

Los servimos con una sonrisa y recordamos al saborearlos, la historia de Purim.

FREEZER
Los conservamos hasta 4 meses, bien envueltos.

¡Feliz Purim a Todos!

Fuentes: delacole / bangitot / judaicaforkids

Fiestas y tradiciones judías

Heriberto Haber fue mi profesor de Judaísmo en la Escuela Jaim Najman Bialik de Rosario, Argentina.
Excelente profesor y persona. Sirva esta hoja como rercuerdo.

Herib Haber

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Calendario hebreo, imágenes de Israel

Para abrir el archivo pulsa aquí calendario2008-9_Israel_

calendario%202009[1]

Purim

Para ver la presentación pulsa aquí purim[1]PURIM

NOMBRES DE LA FIESTA Y SUS FUENTES

La raíz de la palabra Pur es, por lo visto, persa, y su significado – de acuerdo a la Meguilá de Ester – es: suerte. La palabra Purim es el plural de Pur, suertes. La festividad se llama Purim aludiendo al Pur (la suerte) que echó Hamán.

La palabra «pur», se parece al verbo «paror ó porer»; al sustantivo «perur», y sus significados son: desarmar, romper, destruir, dividir en pequeñas partes. El verbo «pur», aparece con la implicancia de anular, parar, romper algo establecido, por ejemplo: romper un pacto, romper las nupcias, romper la huelga.

El primer significado de la palabra «Pur» es: romper pequeñas piedras o trozos de arcilla. La utilización de esta palabra es antigua, y su fuente se apega a la vieja costumbre, que establece la suerte, en sorteos, por medio de tirar piedras pequeñas o piedras rotas, dentro de una urna.

Conocemos esas formas de echar suertes, del relato bíblico. En el libro de Iehoshúa, en el Capítulo 7, se cuenta que Aján ben Carmi, violó el anatema de no quedarse, llevado por la codicia con algo de la ciudad de Ierijó. Iehoshúa sólo descubrió al culpable, después de haberse echado la suerte sobre todo el Pueblo de Israel, en principio, por tribus, luego por familias, hasta su aparición. Así lo había ordenado D’s ante la angustia y la preocupación del líder.

En la antigua Grecia, en la ciudad de Atenas, había una costumbre similar. Para establecer quienes eran deseados o no dentro de la ciudad y ante la necesidad de expulsar y exiliar a los indeseables, escribían los nombres en arcillas (ostracón), las depositaban en una urna. De aquí surgió el concepto de
«ostracismo», que significa: la negación de derechos sociales a alguien, por consenso general, lo mismo que se lograba al echar suertes.

Se deduce de la Meguilá, que también el perverso de Hamán quiso echar suertes (o determinar una suerte), para fijar el mes y el día apropiados en los que asestaría un golpe a los judíos. En la antigua Persia existía la creencia, acerca de la influencia de los astros en la suerte de las personas y los astrólogos, junto a los sacerdotes y magos, eran muy respetados. Según la opinión de varios investigadores, cayó la suerte sobre el mes de Adar, no por casualidad, sino con toda intención, premeditadamente, porque a mediados de este mes, los persas festejaban la gran festividad de Anahita. Esos eran, pues, momentos más que propicios para inclinar la voluntad de todo el pueblo contra los judíos.

La palabra «pur», se asemeja en su sentido a la palabra «páis», que es tan popular en nuestros días (usándose para determinar los juegos de lotería, y de sorteos en general). La Mishná relata, que en el servicio sacerdotal, en el Gran Templo de Jerusalén, había una gran competencia para el logro de las funciones importantes, y una vez ocurrió, que dos sacerdotes se apuraron en ocupar el lugar, uno empujó al otro, de manera que uno se cayó y se fracturó el pié. Luego decidieron, que para esta misión y para tantas otras, se determinarán los encargados sólo por sorteo – es decir, por sorteo en una especie de urnas.

En nuestros días, cuando buscaron un nombre apropiado al gran sorteo de la lotería nacional israelí, escogieron la palabra «páis», que aparece en idioma hebreo seiscientos años después del uso del término «pur». La denominación «Purim», quedó exclusivamente como nombre de la festividad.

Fuera del nombre Purim; se agregaron Purim Katán – que es el día 14 de Adar I – Adar Alef – en los años en los que se agrega un mes extra a fin de equiparar el calendario lunar con el solar, y que es conmemorativo del Purim HaGadol, que cae un mes más tarde. Shushán Purim, se denomina a la Festividad de Purim que acaece el 15 del mes de Adar, y se la celebra
únicamente en las ciudades que estaban fortificadas por murallas, desde los tiempos de Iehoshúa Bin Nún (según lo escrito en la Mishná, Masejet Iomá), por ejemplo, Jerusalén, por el día que se agrega a la festividad, como recuerdo del día extra que festejaron los judíos de Shushán, ciudad capital, según el texto de la Meguilá de Ester.

Una palabra que se renovó en los últimos años, es: «purimón», como un tipo de Purim Katán, una reunión o fiesta. Vale la pena mencionar, que la palabra Purim se convirtió con el correr del tiempo, en un símbolo de salvación y redención para los judíos, y así fueron llamados los días de milagrosa salvación de los judíos de diversos lugares del mundo, con el nombre de Purim, por ejemplo: Purim de Frankfurt, Purim de Zaragoza, etc.

«El año doce del rey Ajashverosh, el mes primero que es el mes de Nisán se sacó el «Pur» (es decir, las suertes) en presencia de Hamán, por días y por meses. Salió el doce, que es el mes de Adar.»

Meguilat Ester 3:7

«Hamán, hijo de Hamdat, de Agag, enemigo de todos los judíos, había proyectado exterminar a los judíos y echó el «Pur», es decir, la suerte, para su ruina y exterminio. Pero cuando se presentó al rey, su proyecto se volvió contra él, y los males que había meditado contra los judíos cayeron sobre su cabeza, siendo ahorcados él y sus hijos. Por esta razón, estos días son llamados «Purim», de la palabra «Pur». Asimismo, por todo lo relatado en esta carta por lo que ellos mismos vieron y por lo que se les contó, hicieron los judíos de estos días una institución irrevocable para sí, para sus descendientes y para todos los que se pasaron a ellos, conforme a este escrito y esta fecha, de año en año.»

Ester 9: 24-27