Sangre judía 2. La brillante estela de los españoles expulsados

Por fin, el libro de Pere Bonnín Sangre judía 2. La brillante estela de los españoles expulsados, con prólogo de Michael Freund, (Flor del Viento, Barcelona 2010) se está distribuyendo a las librerías. Resérvenlo antes de que se agote.

También lo encontrarán por Internet en la distribuidora http://www.punxes.es, en http://www.casadellibro.com y en cualquier otro portal de librerías.

Saludos.
Humberto Vera Medina


YO, MIHAEL BAR HAIM SEGURA, YA FORMO PARTE DE LA COMUNIDAD JUDIA DE LAS ISLAS BALEARES

Por Miquel Segura

YA SOY MIEMBRO DE PLENO DERECHO DE LA COMUNIDAD JUDIA DE BALEARES

El hecho se produce tras la aceptación de mi Retorno por parte del Consejo Superior Rabínico Español

Un hecho trascendental -al menos para los estudiosos del judaísmo mallorquín- que se saldó con la lectura de una notificación. Así podría definirse el «acto» -si es que así puede llamársele- que tuvo lugar en la sinagoga de Palma en la noche del viernes 19 de febrero. Allí, antes de empezar la celebración del «kabalat shabat», el vicepresidente de la Comunidad, Abraham Barchilón, leyó la resolución del Consejo Superior Rabínico Español. Mihael Bar Haim Segura -Miquel Segura para los no judíos- era aceptado como miembro de pleno derecho de la Comunidad Judía de las Islas Baleares. Dicha resolución se fundamenta en el «Documento de Retorno al a fe de sus Ancestros» expedido y firmado en su día por el rabino Mordejai Mark Àngels, de la Comunidad Shearit Israel de Nueva York.
De modo tan simple y sencillo yo, Miquel Segura, hijo de Jaume y de María, perteneciente -y son palabras del documento original firmado por Àngels- a la comunidad chueta de Mallorca», me convertí en el primer descendiente de judíos conversos mallorquines que, tras ser aceptado como judío por una alta institución rabínica de Estados Unidos y por el Consejo Superior Rabínico Español, pasaba a formar parte de una comunidad judía. ¿Se abría un paréntesis o se cerraba? Para mi, finalizaba una época y empezaba otra. La «Comunidad Judía de las Islas Baleares», a la que ya pertenezco, nunca había acogido a un chueta como «judío de pleno derecho», por decirlo de alguna forma. Ahora ya cuento como minián -así se denomina en el judaísmo el «quorum» necesario para poder llevar a cabo determinadas celebraciones- leer la Torà y -espero que dentro de muchos años- ser enterrado en un cementerio judío. Mi larga marcha hacia el judaísmo ha finalizado y empieza una nueva etapa. Ahora debo estudiar Torà, aprender hebreo, aprender a vivir como lo que soy -en realidad siempre lo fui- un judío mallorquín.

Increíblemente, los hechos trascendentales suceden a veces de esa manera: discretamente, calladamente, he atravesado la puerta de Sión. Siempre seré un chueta, pero ya no seré -al menos hasta que me sepulten- simple material de archivo. Ser el primero no tiene para mi más mérito que el de haber sido merecedor de una gracia muy especial. Ahora, como judío que soy, ni siquiera puedo instar a otros chuetas a que me sigan. Sin embargo, he marcado un camino, pese a quien pese. He cerrado un paréntesis pero he abierto una puerta. Baruj Hashem.

Fuente: http://www.miquelsegura.com/

¡Chueta tenías que ser!

¿Sabían que es un chueta?

La historia del judaísmo en España tiene muchos aspectos desconocidos. Les copio esta entrevista realizada en La Contra de hoy, al artista Jaume Pinya quien narra su historia familiar. Es realmente conmovedor.

Jaume Pinya, artista
“Me miró y me dijo: ´¡Chueta tenías que ser!´”
Jaume Pinya
VÍCTOR-M. AMELA –
Tengo 55 años. Nací en Sóller y vivo en Fornalutx. Soy pintor. Estoy casado y tengo tres hijos veinteañeros. Soy muy crítico con nuestros políticos. Leo con interés textos de la tradición judía: mi familia desciende de judíos mallorquines conversos. Reivindico la memoria chueta
¿Qué es un chueta? Así han llamado los mallorquines a conciudadanos tan católicos como ellos… pero descendientes de judíos conversos. Han sido familias repudiadas, durante siglos recluidas en guetos…
¿Qué familias son esas?
Son quince linajes, lo que no significa que otros no desciendan también de judíos…
¿Me dice los apellidos?
Aguiló, Bonnin, Cortés, Fortesa, Fuster, Martí, Miró, Picó, Pinya, Pomar, Valentí, Valleriola, Valls, Segura y Taronjí.
Usted es Pinya…
Sí, pero en casa no se hablaba de esto.
¿Cómo se enteró de que era chueta?
A los siete años, a la salida del colegio, dos niños se peleaban. Me acerqué a separarlos y uno cayó al suelo y se golpeó la frente. Sangró, lloraba… Llegó la madre del niño y le preguntó: “¿Quién ha sido?”.
Ay…
El niño me señaló, y aquella madre me miró y soltó: “Ah, tú…, ¡chueta tenías que ser!”.
¿Qué pensó usted?
Me quedé perplejo: era la primera vez que oía eso y quise saber qué significaba. Llegué a casa y corrí a contárselo a mi padre. “Ja hi tornem a ser!”, suspiró, resignado. (“¡Vuelta a empezar!”). Aquello me alertó…
¿Y qué hizo?
Al morir mi abuelo, su biblioteca subió al desván de la casa solariega, y yo pasé horas husmeando…: hallé un libro muy viejo de pergamino con textos ilegibles. Lo restauré.
Emocionante: ¿qué era?
Anotaciones del abuelo de mi abuelo: apuntes contables de 1810, préstamos, notas personales… Vi que trataba casi siempre con las mismas familias… Mi padre me confirmó que los chuetas, hostigados por la población, tenían que tratar mucho entre ellos…
¿Condenados a la endogamia?
Mi padre, que ahora tiene 90 años, recuerda a su padre, en la trastienda, comentar que un hermano se casaba “con una que no es de las nuestras, de fuera: ¿cómo le irá?”.
¿Qué temía su abuelo?
Que acabase teniendo problemas con la familia de ella, con la gente. ¡Casarte con una o un chueta estaba mal visto! Y, de hecho, el padre de la novia se negó a asistir a la boda.
Todo eso es ya pasado, ¿no?
Ha sido vigente hasta hace muy poco. Queda mucha deuda histórica pendiente, mucha memoria que recuperar y dignidad que restituir. Yo tomé conciencia de esto y he ido rescatando la memoria de mi familia…
¿Y qué ha desempolvado?
Cruzando archivos he armado mi árbol genealógico ¡hasta el siglo XVI! y he hallado retazos de vidas que me han conmovido…
¿Me contaría alguna de esas vidas?
Úrsula Fortesa, de 14 años, fue interrogada por los inquisidores: era sospechosa ¡por saber leer y escribir! El interrogatorio figura en las actas del proceso de la Inquisición contra los chuetas en 1679, que condenó a la hoguera a 37 de ellos en 1691.
Horror.
A unos los quemaron muertos, a otros en efigie (habían huido) y a tres en vida. La pira ardió cerca de la plaza Gomila de Palma.
¿Qué pasó con la pequeña Úrsula?
Ella contó que un vecino, encuadernador de libros, le había enseñado a leer. ¡Eran gente que entre ellos se ayudaban a cultivarse, a elevar el espíritu, en aquel entorno tan bárbaro! Yo lloré al leerlo… ¡Qué rabia les daba a los demás esa cultura! La familia de Úrsula fue expropiada y se exiliaron al destierro interior… Úrsula es antepasada mía.
Y entre los 37 quemados en la hoguera ¿hubo también algún antepasado suyo?
Cotejé mi genealogía con la lista de condenados… y sí. Era un matrimonio que vivía en Palma en 1679: Rafael José Cortés Fuster, llamado Filoa (comerciaba con hilos textiles), y su esposa, Violant Fortesa Aguiló, acusados de judaizar. Primero, garrote vil. Luego, a la hoguera… ¡Cuánto nos odiaban!
¿Por qué tanto odio?
España declinaba, el auge del protestantismo sacudía al catolicismo… y la tomaron con nosotros, que para la Iglesia éramos asesinos de Jesús, y encima prósperos (a costa de nuestros esfuerzos), lo que despertaba envidias, codicia, ansias confiscatorias.
¿Qué pasó con los chuetas tras esa hoguera de finales del siglo XVII?
Hubo una diáspora de familias chuetas de Palma a pueblos costeros, por si tocaba largarse. La mía fue a Sóller. Padeciendo un estigma infamante ¡que ha durado tres siglos!
¿En qué ha consistido ese estigma?
En segregación social, guetización:no podían ser militares, ni sacerdotes (aunque se les obligaba a ir a misa), ni matrimoniar con no chuetas… ¡Se nos ha repudiado hasta los años 60 del siglo XX! Pero fueron familias muy unidas, sacrificadas y trabajadoras, y a la larga siempre volvían a prosperar.
¿Mantuvieron prácticas judaizantes?
A partir de la última hoguera, de junio de 1691, no creo. Imperó el silencio prudente, la resignación, la humillación vergonzante. Algún hábito culinario sí pudo pervivir…
¿Tiene usted trato con otros descendientes de aquellos últimos condenados?
Sí. Y con ellos hemos diseñado un memorial en desagravio de nuestros antepasados. Será un pedestal escalonado que conducirá a un hoyo en cuyo borde inscribiremos los 37 nombres. Estará en el parque de Sa Quarentena, muy cerca del lugar donde, hace ahora 318 años, ardió la criminal pira.
“Me miró y me dijo: ‘¡Chueta tenías que ser!’”
Memorial
Un sastre llamado Pinha desembarcó en Mallorca entre los judíos de Jaume I, hace casi 800 años. La vida de sus descendientes, forzados a convertirse al cristianismo, padecería horas muy amargas y su progenie cargaría con una infamante marca: chueta. Hoy algunos de esos descendientes enarbolan el estigma y reivindican la memoria de sus abuelos. Es el caso de Jaume Pinya, que hoy pinta y vive plácidamente en Fornalutx, bellísimo pueblo de la sierra de Tramontana: junto con otros artistas chuetas (Ferran Aguiló, Rafa Forteza, Joan Segura, Mònica Fuster y el arquitecto Antoni Forteza) ultiman ahora un memorial que dignificará en el centro de Palma las trágicas vidas de sus martirizados ancestros.

Primer rabino israelí ex-Marrano vuelve a España como emisario

Por MARK REBACZ
08/02/2010 22:59

El Rabino Nissan Ben Abraham, un residente de Shiloh y padre de 12 años, ha sido nombrado el nuevo emisario de la comunidad de Bnei Anusim.

Por primera vez desde la expulsión de los Judios de España en 1492, un descendiente de marranos judíos que emigró a Israel y recibió la ordenación rabínica regresará a España para servir como rabino.

Nacido en Palma en 1957 en una familia religiosa católica, su nombre al nacer fue Nicolau Aguiló.

«La religión es un asunto muy importante para mi familia. Íbamos a la iglesia cada semana y cumplíamos con todos los deberes religiosos del catolicismo», recuerda.

Pero un día, mientras conducía con su madre por Jafuda (Yehuda) Cresques Street, el nombre de un cartógrafo judío conocido que vivió en Palma hace siglos, Nicolau señaló el letrero de la calle y se rió, le dijo a su madre: «Era un Chueta «- una palabra despectiva en catalán, pronunciado «shweta», utilizado para referirse a los descendientes de los Judios de Mallorca obligados a convertirse al catolicismo más de cinco siglos atrás. La madre de Nicolau se volvió hacia él y le dijo: «¿Por qué te ríes? Tú también eres un Chueta».

Esa revelación confrontó a Ben Avraham con la decisión de un posible cambio de vida: abrazar su herencia judía, con todo el sufrimiento y la vergüenza asociados con ella, o desprenderse de ella por completo y seguir practicando el catolicismo.

Ben-Avraham recuerda tomar la decisión.

«Después de algunos meses, me decidí a aceptar la realidad tal como es, y fue entonces cuando empecé a investigar mis raíces, y para aprender más sobre la historia judía», dice.

Empezó a leer todo lo que pudo encontrar sobre Judios y el judaísmo, y comenzó a visitar la pequeña sinagoga de Palma cada semana para los servicios de Shabat.

«El camino era largo y duro, pero la comunidad judía de Mallorca me trató muy bien», recuerda. «Tengo experiencia de primera mano sobre el sábado judío y la cultura judía».

Después de darse cuenta de que su mejor opción para retornar al judaísmo era residir en Israel, decidió hacer aliá. Una vez aquí, Ben-Abraham se dirigió a un kibutz religioso, donde comenzó a estudiar el judaísmo y hebreo con más intensidad. Por último, en la primavera de 1978, se sometió a la conversión formal al judaísmo por el presidente del Rabinato de Israel, asumiendo el nombre hebreo de Nissan, por el mes hebreo en el que fue sometido a su, muy personal, revolución espiritual.

El recién nombrado Nissan continuó su búsqueda del conocimiento judío en las yeshivot de Jerusalén Mercaz Harav y Ateret Cohanim, y luego la yeshivá de Silo, donde finalmente decidieron establecerse y formar una familia.

En 1991, recibió su ordenación rabínica en el Gran Rabinato, marcando la primera vez en siglos que un marrano había logrado alcanzar la condición de rabino. Ahora, más de dos décadas después de haber emigrado a Israel, Ben-Avraham regresa a la tierra donde redescubrió sus raíces judías perdidas.

Como emisario de Shavei Israel, Ben-Avraham se conmute en forma mensual a las comunidades Marrano de Barcelona, Palma de Mallorca, Alicante y Sevilla, donde asistirá a las personas que deseen aprender más acerca de sus raíces judías. Él enseñará a las comunidades la Torá, la cultura judía y la tradición, y llevará a cabo una serie de actividades sociales y educativas.

La comunidad judía de España experimentó una edad de oro del siglo 9 al 12. Esto terminó con la llegada de la Inquisición en el siglo 14, cuando se empezaron a aprobar leyes antisemitas y se llevaron a cabo matanzas, culminando con el edicto de expulsión dictada en 1492. Muchos judios, frente a la conversión, la expulsión o la muerte, optaron por convertirse en apariencia, mientras mantenían en secreto su identidad judía y su estilo de vida. Estos Judios son conocidos como marranos por muchos historiadores, aunque muchos creen que éste es un término despectivo que viene de la palabra catalana cerdo. Los que están en contacto con ellos, sin embargo, prefieren el término hebreo Bnei Anusim, que significa «los que fueron obligados».

Según Michael Freund, fundador y presidente de Shavei Israel, en los últimos años ha habido un despertar entre los descendientes de los Bnei Anusim por descubrir más acerca de su identidad.

Freund atribuye este reavivado el interés a dos factores principales. En primer lugar, España y Portugal estaban gobernados por dictaduras, hasta mediados de 1970, y una vez convertidos a la democracia, el poder de la iglesia disminuyó y la gente comenzó a sentirse más libre para explorar su identidad. El segundo factor es Internet, que ha desempeñado un papel importante en restablecer a los Bnei Anusim sus raíces judías. Lo que una vez requería la investigación en una biblioteca pública, o acercarse a una comunidad judía para encontrar información, ahora se puede conseguir en la intimidad de sus propios hogares. Además, a través de Internet, una red de Bnei Anusim se está desarrollando, en el que las personas con antecedentes y experiencias similares pueden interactuar y arrojar luz sobre muchas de sus preguntas.

Según Shavei Israel, los Judios en todo el mundo deben abrazar a sus hermanos judíos perdidos. Si se realiza una conexión entre los Bnei Anusim, y los Judios, dice Freund, redundará en beneficio del turismo israelí, así como en la lucha contra el antisemitismo. Por experiencia personal, dice Freund,

«Cuando las personas descubren que tienen raíces judías, desarrollan una afinidad hacia Israel y el judaísmo, incluso si siguen siendo católicos.»

Según la mayoría de los cálculos, todavía hay decenas de miles de Bnei Anusim en Portugal y España, y otros incluso ponen el número tan alto como 100.000. En Brasil, que alberga la mayor concentración de los Bnei Anusim, muchos académicos hablan de más de tres millones de personas.

El

Una alta institución rabínica certifica el estatus judío de un chueta

30/12/2009

Itongadol.-«The Congregation Sherith Israel» aceptó y certificó el Retorno de Miquel Segura a la fe de sus antepasados sin tener que pasar por la conversión. La noticia está teniendo un amplio eco en la prensa judía norteamericana e israelí. La revista The jewish week, editada en Nueva York, dedica esta semana un amplio reportaje al tema, señalando que Segura «ha abierto un camino que llevaba cerrado durante muchos siglos». El propio rabino que ofició la ceremonia y firmó el documento de Retorno, ha escrito un artículo en la publicación Ideas, dirigida a los judíos sefarditas norteamericanos y también se hizo eco de la misma el Jerusalem Post.

R.L.
Por primera vez en la historia de Mallorca, una alta institución rabínica ha admitido el estatus judío de un chueta y, consecuentemente, su Retorno al Pueblo Judío sin tener que pasar por la conversión. El hecho ocurrió en Nueva York el pasado 17 de diciembre cuando Miquel Segura Aguiló, escritor y colaborador de Última Hora, retornó a la fe de sus antepasados en una sencilla ceremonia oficiada por el rabino Mordejai Àngel, de la «Congregation Sherith Israel», una de las más prestigiosas de Estados Unidos dentro del mundo sefardita.

El rabino Àngel, descendiente de judíos catalanes que fueron expulsados de España en 1492, condujo la ceremonia, que consistió en la purificación ritual mediante la inmersión en la mikvé. Posteriormente, el rab Mordejai Àngel firmó y entregó a Miquel Segura un «Certificado otorgado al hombre que retorna a la fe de sus ancestros». Dicho documento establece claramente que «luego de haber investigado el asunto meticulosamente se ha establecido que Miquel Segura es judío de acuerdo a la halachá (ley judía) miembro de la comunidad Chueta de Mallorca».

Según Miquel Picó, doctor en Derecho, esta referencia a la «comunidad chueta de Mallorca» establece un «precedente histórico» y sienta las bases para que otros descendientes de judíos conversos mallorquines puedan acceder al seno del Pueblo Judío. «Estamos -declaró- ante un hecho que, más allá de su categoría religiosa, puede marcar un antes y un después en la historia de los descendientes de los conversos mallorquines».

La noticia está teniendo un amplio eco en la prensa judía norteamericana e israelí. La revista The jewish week, editada en Nueva York, dedica esta semana un amplio reportaje al tema, señalando que Segura «ha abierto un camino que llevaba cerrado durante muchos siglos». El propio rabino que ofició la ceremonia y firmó el documento de Retorno, ha escrito un artículo en la publicación Ideas, dirigida a los judíos sefarditas norteamericanos y también se hizo eco de la misma el Jerusalem Post.

Un justo reconocimiento

El pasado 17 de diciembre Miquel Segura Aguiló, mallorquín, autor del libro Raíces chuetas, alas judías, retornó oficialmente a la fe de sus antepasados.

Fue en el transcurso de una sencilla ceremonia que tuvo lugar en la mikvé de la sinagoga española y portuguesa de la ciudad de Nueva York.

La ceremonia fue oficiada por el rabino Marck Àngels, perteneciente a la mencionada sinagoga. Actuaron de testigos Michael Freund y un judío mexicano miembro de la Comunidad. También estuvieron presentes su esposa Margalida y su ahijada Xisca Aguiló, quien en algunos momentos actuó de intérprete.

Como muy bien hizo constar el rabino, NO SE TRATABA DE UNA CONVERSION, sino de la certificación oficial de que, como chueta, hijo y nieto de chuetas por ascendencia materna, Miquel era judío.

Para poder ser admitido como miembro del Pueblo Judío Miquel tuvo que sumergirse completamente en la mikvé. A la salida, el rabino le entregó un documento oficial en el que consta su nuevo nombre judío: Mihael Bar Haim. (Miquel, hijo de Jaume).

Mihael ha querido comunicar esta buena nueva a sus amigos consciente de que la misma marcará un antes y un después en la pequeña pero tan atormentada comunidad chueta de Mallorca.

Michael Freun y rab Birbaum fueron los artífices de este logro, así como su primo segundo Bernat Aguiló quien, con la elaboración de su árbol genealógico, contribuyó decisivamente a hacer posible su gran sueño.

Conozco a Mihael y es sin duda merecedor de la gracia que se le ha concedido.

Me alegro infinitamente por él porque sé el peso que este reconocimiento tiene en su vida. Su lucha no ha sido fácil ni corta. y lo ha logrado.  Mucha suerte, Miquel, en esta etapa de tu nueva vida.

Para leer su biografía:  http://www.scribd.com/doc/7187853/Biografia-Miquel-Segura

El fenómeno “Chueta”

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El fenómeno chueta fue un producto de la discriminación, con fines políticos, económicos y sociales. Aún después de varios siglos de que la Inquisición fuese extinguida, en la Isla de Mallorca, sus consecuencias se sienten todavía hoy en los descendientes, los cristianos nuevos, que llevaban el nombre peyorativo de chuetas, que los transformaba en un grupo diferente dentro de la sociedad mallorquina.

por Lidia Jacubovski

El fenómeno chueta fue un producto de la discriminación, con fines políticos, económicos y sociales. Aún después de varios siglos de que la Inquisición fuese extinguida, en la Isla de Mallorca, sus consecuencias se sienten todavía hoy en los descendientes, los cristianos nuevos, que llevaban el nombre peyorativo de chuetas, que los transformaba en un grupo diferente dentro de la sociedad mallorquina.

“Chueta” en el diccionario dice: “Nombre que se da a los que se suponen descendientes de judíos-conversos en las Islas Baleares. Mala nota.”

La palabra chueta deriva de xueto o jueto, forma despectiva de tratar al cristiano nuevo, descendiente de judíos. También tiene relación con la palabra chanco (chancho), porque los conversos, o los judíos, en secreto, para mostrar lo buen cristianos que eran, públicamente comían puerco. La Isla de Mallorca es una de las islas que forma el archipiélago Balear, localizado en el Mediterráneo occidental, perteneciente al territorio español. Las otras islas que forman el archipiélago son Ibiza, Formentera y Cabrera.

Por su localización Mallorca se encuentra aislada, lo que explica el carácter peculiar de sus habitantes. La isla pasó por diferentes conflictos en función del poder dominante, sufriendo los vaivenes de la política española y la lucha de poder de las sucesiones monárquicas. También sufrió las consecuencias de mudanzas climáticas lo que perjudicó, por largos períodos su economía. Mallorca estaba siempre en lucha contra los piratas árabes que asolaban las costas Baleares y Mediterráneas. Es difícil determinar en qué momento los judíos llegaron a Mallorca. Según algunos autores a partir del siglo 12, dedicándose al comercio. Pero descubrimientos arqueológicos fechados en el siglo 11, muestran que ya en esa época se realizaban baños rituales, pero en realidad desde hacía mucho antes había judíos en España. Bajo el gobierno del rey aragonés Pedro IV, El Ceremonioso (1336-1387), casi mil familias estaban instaladas en Mallorca y Menorca, poseían un alto nivel cultural, y eran destacados sobre todo en ciencias. Se dice que en Mallorca se dibujó el mundo. Varios judíos mallorquines destacaron en la fabricación de instrumentos de cálculo náutico y la cartografía estaba por entero en sus manos. La elaboración de las cartas de navegación, eran muy conocidas, y los famosos mapa-mundi, eran muy exactos y bien conocidos, llamados Portulanos. Un portulano constaba de 6 hojas de pergamino, de las cuales 4 representaban regiones costeras situadas entre Gibraltar y el mar de la China. Eran los cuadernos de instrucciones del siglo 13 al 16, cartas náuticas planas, sin esfericidad, no tenían marcados los paralelos ni los meridianos, porque la técnica cartográfica de la visión esférica del mundo por coordenadas, fue inventada después de 1600 por Gerardo Mercador y Alfonso de Santa Cruz.

MallorcaLa brújula parece ser inventada por los Chinos y Marco Polo la introdujo en Europa, quizás en el siglo 12 y 13. Una de las familias que destacó en este trabajo fue la de los Cresques. Abraham Cresques (a quien llamaban “el judío de los mapas”) con su hijo Yehuda, terminó en 1373, el famoso «Atlas Català” (que se encuentra en Paris en la Biblioteca Nacional), otros eran Haim Ibn Rish, Gabriel de Válsecha (quien en 1439 diseñó el mapa que debía orientar a Vespucio a América) y Mecia de Villadestes, Jafuda (Yehuda) Cresques, tuvo que emigrar a Portugal donde se convirtió al cristianismo, bautizándose con el nombre de Jume Ribes y pasó a dirigir la escuela de Sagres bajo el comando de Don Henrique el Navegante.

Otro judío, Abraham Zacuto, exilado en Portugal, asistiría con sus conocimientos astronómicos y náuticos a la preparación de la expedición de Vasco da Gama.

En 1929, fue hallado en Constantinopla un mapa incompleto fechado en 1513, que representaba América del Sur y Africa, con longitudes correctas, pertenecía a un almirante turco,

CReis = Piri Ibn Haji Memmed (1470-1554) que afirma se basó en 20 mapas, algunos de la época de Alejandro Magno, cuyas unidades de medidas coinciden con las de los fenicios y cartagineses. Piri lo que hizo fue unir trozos de portulanos antiguos, los sobrepuso, algunos mal orientados y con graves errores. Las conclusiones son que experimentados navegantes recorrieron el globo 10,000 años antes, cuando Europa se encontraba en la pre-historia. Los vikingos en 986 y 1002, habían visitado la costa Atlántica de los Estados Unidos.

Entre los especialistas, la discusión sobre la contribución de judíos y conversos al descubrimiento de América parece seguir, pero sí se puede afirmar que ha sido de suma trascendencia, y la pregunta de quién era Columbus, y cuál era su origen no cesa de fascinar a los historiadores hispánicos e internacionales.

El historiador Gabriel Vertmartoral, dice que el almirante no era italiano, sino un judío marrano, pero si Colon era judío o no, carece de importancia, pero sí es importante, que no había argumento en contra entre los investigadores acerca del importante rol que jugaron los judíos marranos en el descubrimiento de América.

Salvador de Madariaga, nacido en la Coruña en 1886, en su libro: “Vida del muy magnífico Sr. Don Cristóbal Colón,” sostenía que los Colombo descendían de judíos mallorquines, de los Chuetas, establecidos en Génova en el siglo 15 y Ibrahim Husain Hallar: “Descubrimiento de América por los árabes”, en el cap. 3 dice “Cristóbal Colón judío” era un converso.

Cuando el almirante llegó a Portugal se casó con Felipa Moníz, cristiana nueva, de origen judío. En Portugal, Colón consiguió ayuda de los judíos para su proyecto, así como apoyo científico a través de mapas, tablas de astronomía y los trabajos de Abraham Zacuto.

En Castilla fue acogido por el duque de Medinaceli, nieto de una judía. En la corte le ayudaron Abraham Señor, Luis de Santangel, consultante de la reina, que la convenció de apoyar a Colón, (hasta el extremo de que ella estuvo dispuesta a vender sus joyas o al menos ponerlas como garantía para la misión) y que le prestó 70,000 ducados para financiar la empresa.

Colón volvió a Granada como la reina pidió y de allí salió hacia su magnífica aventura. Colón nunca olvidó a quien le debía la oportunidad de su vida y los primeros documentos que escribió sobre sus descubrimientos, desde la ‘Santa Maria’, fue a Luis de Santangel, ministro de finanzas en ese tiempo. Esos documentos están en exhibición en el Museo del Almirante en España.

Luis de Santangel era el hijo de un marrano muy rico y respetado entre las familias del reino, pero sin embargo la Inquisición persiguió a miembros de su familia, y su propio padre fue quemado en las cortes de la ciudad de Zaragoza.

La historia de España en el siglo 15 está llena de cambios, sorpresas y controversia, Isabel se convierte en la Reina de Castilla, y la batalla sobre quién gobernaría, o quién sería la reina, se determinó con la ayuda de los judíos marranos. Desde Segovia, don Abraham Señor, el más importante de los judíos de España, cercano al trono y a cargo del tesoro, y responsable de los asuntos judíos en la administración, fue el que convenció a los oficiales y militares de Segovia, de apoyar a Isabel y pelear por ella, para ganar el trono a su sobrina, Juana la Beltraneja, hija del rey Enrique IV en 1474.

La reina le estaba agradecida y lo nombró jefe de la recaudación de impuestos, en el estado de Castilla y le dio el titulo de ‘Rabi de la Corte’, que significaba Rabi del reino. Cuando Abraham Señor supo, en Abril de 1492, que los reyes tomaron la decisión de expulsar a los judíos de España, usó toda su influencia y junto con su asistente don Isaac Abarbanel, trataron de convencer al rey de no aceptar la ley de la Iglesia, y juntaron enormes sumas de dinero que ofrecieron al rey para cambiar su decisión, pero los reyes rechazaron su oferta, y le rogaron que se convirtiera al cristianismo, lo cual don Isaac Abarbanel rechazó y junto con varios judíos se fue a Italia. Abraham Señor se convirtió al cristianismo cambiando su nombre por Cornell. Esta información proviene del libro “Out of Spain” del excelentísimo don Itzhak Navon, quinto presidente de Israel.

También intervinieron a favor de Colon, los conversos Juan Cabrero y Alfonso de la Caballería.

Algo interesante con respecto a Colon de Georg Friederici, en su libro: “El carácter del descubrimiento y de la conquista de América”, cuenta que el marinero Juan Rodríguez Bermejo, conocido como Rodrigo de Triana, de origen musulmán, oriundo de Sevilla, tripulante de ‘La Pinta’ fue el primero en divisar tierra desde su puesto de vigilia, en la madrugada del 12 de Octubre de 1492, lo que vio fue una pequeña isla del archipiélago de las Lacayas, Bahamas, cuyo nombre indígena era Guanahani, a la que Colón llamó San Salvador. De Triana no pudo cobrar los 10.000 maravedíes de recompensa que habían prometido los reyes católicos al primero que divisara tierra, porque Colón dijo haberla visto antes que él y se embolsó la suma.
Triana, en 1525, participó en la expedición del fraile dominicano Garcia Cofre de Loaisa (184-1546) a las Malucas.

Otra historia curiosa sobre Colon, es la de Jean Meyer, en su libro: “Esclavos y negreros”, que afirma que en 1493, Colón, en su segundo viaje, no dudó en conducir un cargamento de esclavos al continente americano.

Entre los tripulantes figuraban varios hombres de origen judío, entre los 120 navegantes del primer viaje, no había ningún sacerdote católico.

Trabajo recopilado, ordenado e investigado en varias fuentes, por Lidia Jacubovski, 2004/5.

Cuando llegó a Mallorca la noticia de las matanzas de judíos en Valencia y Sevilla, invadieron el Call, saqueando sus casas y quemándolas y murieron muchos judíos en una anarquía que duró varios días y sobre todo recuperando los documentos de los préstamos.

Volviendo a Mallorca; en 1391, los “payeses y menestrales” gente del campo o del interior, agobiados por los altos impuestos y cansados de los excesos de los nobles, odiando a los judíos por ser ellos los usureros, invadieron la ciudad.
Usurero, en el diccionario dice: “Persona que presta con interés excesivo.” Usura es: “Interés que se lleva por el dinero. Intéres excesivo de un préstamo”. ¿No es eso un Banco?

Cuando llegó a Mallorca la noticia de las matanzas de judíos en Valencia y Sevilla, invadieron el Call, saqueando sus casas y quemándolas y murieron muchos judíos en una anarquía que duró varios días y sobre todo recuperando los documentos de los préstamos.

Después de la persecución y huída, los judíos volvieron, atraídos por el comercio, y otra vez eran numerosos, entonces el Rey Fernando I de Antequera, publicó unas ordenanzas obligándolos a vivir en barrios separados, a distinguirse por el traje y restringir su trato con los cristianos.

Los judíos tenían entonces que habitar en el Call, o sea La Calle, sin poder salir de allí, a no ser para comercializar o temporariamente, El Call Maior y Call Menor.

Sus profesiones eran las de zapateros, joyeros, relojeros y préstamo de dinero, o sea bancarios.
En 1475 se desató otra ola de violencia instigada por una Bula de Benedicto 13, el anti-papa, contra los judíos y en 1474 con la subida al trono de los reyes católicos se puso en marcha la “solución final” de los judíos y musulmanes.

En 1478, se crea el Tribunal de la Inquisición, por una Bula Papal y Torquemada es nombrado Inquisidor General. La Inquisición garantizó una amnistía general y declaró estar dispuesta a recibir a los arrepentidos que se convirtieran al cristianismo. Unos 680 lo hicieron, pagando una considerable multa. La Inquisición no era solo un tribunal religioso, sino también un instrumento del poder estatal que convencieron a los reyes de erradicar todos los males de la sociedad expulsando a los herejes. En el documento de la expulsión, los judíos que no se convertían deberían abandonar España en 4 meses, dejando todos sus bienes.

Para conseguir la unidad civil y política, pensaban los reyes que los súbditos debían profesar una única religión, la cristiana, por lo tanto la religión judía y la musulmana eran un delito contra el Estado. Cerca de 300,000 judíos, el 5 % de la población total, se vio obligada a emigrar al Norte de Africa, al mundo islámico, al imperio Otomano, a Egipto y Palestina y al sur de Francia, Países Bajos, Italia, y Alemania.

Unos 120.000 cruzaron el Tajo y se refugiaron en Portugal, cayendo en una trampa mortal, tendida por el propio rey, Juan II, El Perfecto (1455-1495) que en forma especulativa les ofreció su protección, concediéndoles asilo temporario a cambio de gruesas sumas de dinero, para luego perseguirlos y expulsarlos. En 1509, muchos judios secretos fueron públicamente quemados delante de La Puerta de Jesús, en Palma.

En 1679, cuando descubrieron una sinagoga en una casa de las afueras, varios cientos de judíos fueron condenados por el tribunal a prisión perpetua y sus propiedades confiscadas.

Para escapar a las extorsiones, un número de Chuetas, los más ricos de Palma, decidieron irse de la isla y para ello alquilaron un barco inglés, en el cual embarcaron, pero los vientos los obligaron a volver al puerto de Palma, donde fueron condenados a prisión por 5 años, y en 1691, la Inquisición confiscó sus propiedades, y más de 50 entre ellos, fueron garroteados y después quemados en estacas. Entre ellos el Rab Rafael Valls, su alumno, Benito Terongi, y su hermana Catalina.

En 1755, una lista fue publicada, en donde se mencionaba los nombres y rangos de los condenados a muerte o a la confiscación de propiedad, y fotos también fueron exhibidas en el monasterio Dominicano.

Los rabinos de Mallorca, fueron apresados, torturados, y quemados, entre ellos, los maestros de la Sinagoga de Palma, ante esto los judíos huyeron en pánico hacia las montañas de Lluch y así quedó destruído el Call de Mallorca y la Sinagoga, pero quedaron los “chuetas”, los conversos.

Los “cristianos viejos” eran intocables y no se tenía sospechas de que judaizaban. Eran los “anusin” los conversos forzados, los judeo-cristianos que emigraron a la isla en el siglo 15, en tiempos del obispo Severo de Menorca y estaban integrados en la sociedad de los creyentes de cristo. Los demás, eran despojados de sus bienes, acusados una y otra vez de cripto-judaísmo, acusados de simular la pasión de Jesús en la persona de un esclavo, acusados de raptar niños para beber su sangre, acusados de profanar las hostias sagradas de la eucaristía, o de cumplir el día Sábado. El único mandamiento a la religión judía que les era posible cumplir, era no comer en Iom Kipur.

Los Chuetas sufrieron el tormento de las cárceles del Sto. Oficio, y eran conducidos en dantescas procesiones por las calles de Palma en la semana santa o eran consumidos en la hoguera, en la noche de San Bartolomé que no era otra cosa que un baño de sangre. En 1435 se produce una última y definitiva conversión de los judíos al cristianismo, realizada en la catedral.

Cuando en 1492 los Reyes Católicos instituyen el Tribunal de la Inquisición, en Mallorca ya no había judíos. La función del tribunal era perseguir a los cristianos-nuevos acusados de mantener el judaismo en secreto. Estos seguían viviendo en El Call, tampoco eran bienvenidos en otros lugares. Varios fueron los Autos de Fe realizados por la Inquisición, algunos de ellos durante el siglo 17, en 1645, 1675, 1679 y el último en 1691.

El Tribunal de la Inquisición fue cerrado oficialmente, en 1820, pero aun posteriormente al Concilio Vaticano II, los chuetas eran perseguidos, especialmente en Semana Santa. Después, los chuetas comienzan a integrarse lentamente en la sociedad.

Durante estos actos los condenados eran obligados a vestir una túnica llamada “Sanbenitos” en las cuales estaba grabado el nombre de la familia. Estos sanbenitos eran colgados en la Iglesia de los Dominicanos, con el tiempo, estos se pudrían, entonces el Tribunal del Santo Oficio, que de santo no tenía nada, que era ni más ni menos, un grupo terrorista, pidió que fueran renovados. El Inquisidor de Mallorca decidió que serían renovados, pero solamente los que pertenecían a las personas condenadas en los Autos de Fe a partir de 1675, pero esto fue hecho en 1693, pero no todos los sanbenitos fueron renovados, solamente los pertenecientes a los siguientes 15 apellidos, Arguilo, Boñin, Cortes, Forteza, Fuster, Marti, Miro, Pico, Piña, Pomar, Segura, Tarongi, Valenti, Vallerola, Valls. ¿Por qué solamente estas personas? Porque ellos formaban el grupo de los chuetas, a los cuales la Inquisicion señalaba especialmente.

Si a primera vista parece que el problema era religioso, analizando un poco más en profundidad, podemos percibir el fondo económico y social. Económico porque se trataba de un grupo que, a los ojos de los otros, tenía un alto poder adquisitivo, ya que los judíos eran óptimos comerciantes y administradores. Pero no era un grupo homogéneo, encontramos dos sub-grupos en función del poder económico y social. Los llamados «orelhas altas» que son los aristocráticos, que no vivían dentro del Call, que tenían un alto poder adquisitivo y los llamados «orelhas baixas» que vivían en el Call, con menor poder adquisitivo. Social, porque formaban un grupo que podía ser atacado por las clases altas, cuando era necesario, porque evidentemente alguien tenía que cargar la culpa. El Tribunal de la Inquisición se cerró oficialmente, en 1820, pero aun posteriormente al Concilio Vaticano II, los chuetas eran perseguidos, especialmente en Semana Santa. Después, los chuetas comienzan a integrarse lentamente en la sociedad. En 1873 fueron admitidos en las escuelas públicas, Instituto argentino de cultura islámica, Miquel Ferray Maitorell y otras fuentes sacadas del Internet, recopilado por aunque hasta comienzos del siglo XX no les era permitida su entrada en algunas escuelas religiosas alegando, «La limpieza de sangre».

Un momento: “Limpieza de sangre? Compañeros, como ven Hitler no tuvo que esforzarse, ya estaba todo dado, solo había que estudiar los archivos de la Inquisición, que tenía todo muy bien documentado. El caso más famoso de discriminación tal vez sea el del presbítero Josep Tarongi, que tuvo que salir de Palma para ordenarse de sacerdote y cuando volvió se le prohibió de oficiar misa en la iglesia de Santo Domingo por ser cristiano-nuevo, eso ya a fines del siglo 19. Durante los siglos 14 y 15 la totalidad de judíos residentes en Baleares fueron obligados a convertirse al cristianismo y a adoptar al mismo tiempo, por via del bautizmo, nombre del santoral y apellido del padrino (un cristiano viejo).

Así, linajes de la aljama o judería como los Cresques, Magalluf o Gabbay fueron sustituídos por otros como Ribas, Arbona o Colom. Otros dos linajes supervivientes a tan drástico cambio, parecen ser Salom y Maimó, muy probablemente de orígen hebreo, como eran los nombres del filósofo Abraham ben Salom y Maimónides. La Inquisición mallorquina primero y la Inquisición española después, desde el siglo 14 al 18, se ensañó primero contra los judíos, luego contra los conversos y después, contra los chuetas o descendientes de conversos. Fueron al final estos últimos, quienes cargaron con el «sanbenito» de todos los demás, es decir, los que llevaban los doce apellidos de la última remesa de cristianos nuevos, apellidos prestados, como en los casos anteriores, de sus padrinos de fuentes: Aguiló, Boñin, Cortés, Forteza, Fuster, Martí, Picó, Piña, Pomar, Rey, Segura y Valls. Los descendientes de Los Chuetas, que hasta hoy día, llevan los nombres de Esos permanecieron, en muchos casos, dentro de la «calle», en lo que se llamaba también la «platería», distrito de los joyeros, actividad a la que se dedicaron principalmente, sufriendo en varias ocasiones y una de ellas, ya en pleno siglo 19, las iras populares. En todo tiempo, blanco de las burlas, y objeto de insultos. Son la comunidad étnica más antigua de Mallorca, dice I. Navon, llegaron desde Israel, durante el Imperio Romano, en 1391 y la mayoría se convirtieron al cristianismo, y aun hoy, a pesar de haberse separado del judaísmo cientos de años atrás, se puede todavía percibir un tono de disgusto en los vecinos, que los llaman judíos. Ellos llevan una vida cristiana y comercian el oro y joyas y no ocultan su origen judio.

El Tribunal de la Inquisición fue cerrado oficialmente, en 1820, pero aun posteriormente al Concilio Vaticano II, los chuetas eran perseguidos, especialmente en Semana Santa. Después, los chuetas comienzan a integrarse lentamente en la sociedad.

Durante estos actos los condenados eran obligados a vestir una túnica llamada “Sanbenitos” en las cuales estaba grabado el nombre de la familia. Estos sanbenitos eran colgados en la Iglesia de los Dominicanos, con el tiempo, estos se podrían, entonces el Tribunal del Santo Oficio, que de santo no tenía nada, que era ni más ni menos, un grupo terrorista, pidió que fueran renovados. El Inquisidor de Mallorca decidió que serían renovados, pero solamente los que pertenecían a las personas condenadas en los Autos de Fe a partir de 1675, pero esto fue hecho en 1693, pero no todos los sanbenitos fueron renovados, solamente los pertenecientes a los siguientes 15 apellidos, Arguilo, Boñin, Cortes, Forteza, Fuster, Marti, Miro, Pico, Piña, Pomar, Segura, Tarongi, Valenti, Vallerola, Valls. Porqué solamente estas personas? Porque ellos formaban el grupo de los chuecas, a los cuales la Inquisicion señalaba especialmente.

Si a primera vista parece que el problema era religioso, analizando un poco más en profundidad, podemos percibir el fondo económico y social. Económica porque se trataba de un grupo que, a los ojos de los otros, tenía un alto poder adquisitivo, ya que los judios eran óptimos comerciantes y administradores. Pero no era un grupo homogéneo, encontramos dos sub-grupos en función del poder económico y social. Los llamados «orelhas altas» que son los aristocráticos, que no vivian dentro del Call, que tenían un alto poder adquisitivo y los llamados «orelhas baixas» que vivían en el Call, con menor poder adquisitivo. Social, porque formaban un grupo que podía ser atacado por las clases altas, cuando era necesario, porque claro que álguien tenia que llevar la culpa. El Tribunal de la Inquisición fue cerrado oficialmente, en 1820, pero aun posteriormente al Concilio Vaticano II, los chuetas eran perseguidos, especialmente en Semana Santa. Después, los chuecas comienzan a integrarse lentamente en la sociedad. En 1873 fueron admitidos en las escuelas públicas, Instituto argentino de cultura islámica, Miquel Ferray Maitorell y otras fuentes sacadas del Internet, recopilado por aunque hasta comienzos del siglo XX no les era permitida su entrada en algunas escuelas religiosas alegando, «La limpieza de sangre».

Un momento: “Limpieza de sangre? Compañeros, como ven Hitler no tuvo que esforzarse, ya estaba todo dado, solo había que estudiar los archivos de la Inquisición, que tenía todo muy bien documentado El caso mas famoso de discriminación tal vez sea el del presbítero Josep Tarongi, que tuvo que salir de Palma para ordenarse de sacerdote y cuando volvió fue prohibido de oficiar misa en la iglesia de Santo Domingo por ser cristiano-nuevo, eso ya a fines del siglo 19. Durante los siglos 14 y 15 la totalidad de judíos residentes en Baleares, fueron obligados a convertirse al cristianismo y a adoptar al mismo tiempo, por via del bautizmo, nombre del santoral y apellido del padrino (un cristiano viejo).

Así, linajes de la aljama o judería como los Cresques, Magalluf o Gabbay fueron sustituídos por otros como Ribas, Arbona o Colom. Otros dos linajes supervivientes a tan drástico cambio, parecen ser Salom y Maimó, muy probablemente de orígen hebreo, como eran los nombres del filósofo Abraham ben Salom y Maimónides. La Inquisición mallorquina primero y la Inquisición española después, desde el siglo 14 al 18, se enzañó primero contra los judíos, luego contra los conversos y después, contra los chuetas o descendientes de conversos. Fueron al final, estos últimos, quienes cargaron con el «sanbenito» de todos los demás, es decir, los que llevaban los doce apellidos de la última remesa de cristianos nuevos, apellidos prestados, como en los casos anteriores, de sus padrinos de fuentes: Aguiló, Boñin, Cortés, Forteza, Fuster, Martí, Picó, Piña, Pomar, Rey, Segura y Valls.Los descendientes de Los Chuetas, que hasta hoy día, llevan los nombres de Esos permanecieron, en muchos casos, dentro de la «calle», en lo que se llamaba también la «platería», distrito de los joyeros, actividad a la que se dedicaron principalmente, sufriendo en varias ocasiones y una de ellas, ya en pleno siglo 19, las iras populares. En todo tiempo, blanco de las burlas, y objeto de insultos. Son la comunidad étnica más antigua de Mallorca, dice I. Navon, llegaron desde Israel, durante el Imperio Romano, en 1391 y la mayoría se convirtieron al cristianismo, y aun hoy, a pesar de haberse separado del judaísmo cientos de años atrás, se puede todavía percibir un tono de disgusto en los vecinos, que los llaman judios. Ellos llevan una vida cristiana y comercian el oro y joyas y no ocultan su origen judio.

por Lidia Jacubovski

2005-06-29 19:40:00

Fuente: El Reloj.com