Al estilo tradicional, con la conducción de un rabino
Hace un tiempo escribí sobre Iom Kipur en el kibutz; hoy relataré un Seder de Pesaj.
Nos referimos al kibutz a raíz de los cambios socioeconómicos operados de lo que fuera en su origen y, durante años, el símbolo del jalutzianismo, del patriotismo y del ideal de la colonización comunitaria en Eretz Israel.
La idealización del grupo social colectivo, los asentamientos lógicos, los jóvenes patriotas que se sacrificaban en aras del ideal sionista, orgullosos de su vida modesta, sin grandes pretensiones materiales, superfluas; sólo conquistar, marcar y defender los límites de la patria en marcha.
Así los pintaban desde las organizaciones juveniles, hasta su gradual evolución y transformación, hasta llegar hoy a la privatización, a los salarios diferenciales, a la nueva estructura económica, incluso a la nueva corriente ideológica, hasta llegar al momento en que en un programa televisivo se lo tituló “Sof Kibutz» (“Fin del kibutz»). Entonces yo reaccioné y dije no “sof kibutz», sino “kibutz ajer», diferente.
En la sociedad humana, como en la naturaleza, hay un gradual proceso de evolución, así como en la economía en general llegamos del ancestral trueque, el más primitivo comercio, a la macroeconomía actual, también en la sociedad y en el pensamiento kibutziano se operaron grandes transformaciones.
Pero felizmente hay valores permanentes, principios, sentimientos, que no cambian; se modernizan, pero su simiente, su “livá», como se dice en hebreo, su carozo diría yo en traducción libre, permanecen.
Mientras escribía se me ocurrió una disgresión linguística: livá viene de lev, ¿carozo vendrá de corazón? Los valores permanentes quedan incólumes, intocables.
Tuve el privilegio de participar en el Seder en el kibutz Yifat donde vive mi hijo con su familia, en el Emek. Y viví una agradable sorpresa, muy agradable para mí por la forma en que se ofició.
En muchos kibutzim ya no se celebra el Seder colectivo en el comedor, al que solían asistir todos sus miembros con sus familias, sus invitados, con un programa adecuado, donde se leía una Hagadá especialmente escrita, con modificaciones y agregados, de acuerdo con la ideología kibutziana y la vocación literaria en cada caso. Lo mismo las canciones; además de las tradicionales y números artísticos apropiados. Era la gran concentración de la familia kibutziana, del colectivismo, de estar juntos e iguales.
Hoy prima el individualismo. Muchas familias o se reunieron en grupos o privadamente celebran el Seder en sus casas, a su manera. Aquí también rige la privatización.
Pero en Yifat, un grupo de familias, que sin duda extrañaban aquello de estar juntos, de conservar lo tradicional, decidieron seguir con la norma y organizaron el Seder como antes, en el comedor, todos unidos, sólo que en lugar de que asistieran dos mil personas, reunieron cuatrocientas. La mayoría familias jóvenes, de mediana edad, que sin duda extrañaban aquello de juntos. Pero lo más admirable y digno de señalar es la forma y el rito de la celebración, del oficio.
El comedor adornado con sus mejores galas, los cuadros y afiches alusivos, las flores, las mesas festivas, los niños con su marcha con las espigas y sobre todo, la lectura de la Hagadá tradicional, la Hagadá sin modificaciones ni innovaciones, pero un tanto reducida; se volvió al añejo texto consagrado. Sin duda se sintió la necesidad de respetar y vivir lo eterno.
Una nota interesante digna de comentario y que nos hizo pensar: el Kidush, la bendición del vino, lo hizo un joven jabadnik, fue javer kibutz, jozer betshuvá, con la vestimenta clásica, coreado por muchos del público. Lo ilustró con un relato jasídico, que resumo más o menos así:
“El alma humana está compuesta por dos almas, por dos elementos: el alma animal y el alma divina. La primera es la cáscara, del envoltorio de ella provienen todas las tentaciones y vicios derivados de la naturaleza. La segunda es la parte divina, santificada. Cada alma tiene una porción del soplo divino en mayor o menor proporción y esto establece las categorías humanas.»
Lo relató con devoción y emoción.
Se comentó que muchos jóvenes nacidos en los kibutzim, y no hablo de kibuzim religiosos, se volvieron creyentes, constituyeron sus familias, visitan a sus padres y viceversa, en armonía y respeto mutuo.
Es curioso el fenómeno de jóvenes nacidos, educados y formados en ambientes laicos, en hogares francamente anti religiosos, que no observaban los ritos, algunos, a lo mejor después de haber ido a “buscarse a sí mismos» a la India o a otras partes del mundo, vuelven a sus fuentes y hasta pasan al otro extremo.
Confieso que sin ser jaredit (ortodoxa) ni practicante estricta, prefiero el verbo jozer, vuelve, al verbo ozev, abandona. El joven jabadnik me hizo pensar y recordar que lo que citó figura en el Tania.
El Tania es la obra maestra del Rabí Shneur Zalman de Liadi, que es la expresión de síntesis del Rabinismo con el Jasidismo en las tres escalas del conocimiento: sabiduría, inteligencia y pensamiento (Jabad).
Al respecto dice Buber en su libro “Amor a Dios y amor al prójimo»: “Muchos librepensadores pueden aprender del Jasidismo que hay una cosa que es la Santidad; muchos piadosos pueden aprender en qué consiste la Santidad».
Y todo esto, gracias a un Seder en el kibutz, kibutz diferente, pero el mismo en su esencia en su judaísmo.
Fuente:
http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Festividades/28399/
Notas:
Livá, en este contexto sería «esencia».
«Carozo», en versión argentina, «hueso» en versión española, efectivamente tiene relación con «lev», corazón, como se observa en francés coeur y en inglés core
Pocket Oxford Spanish Dictionary © 2005 Oxford University Press:
core1 /kɔ:r / || /kɔ:(r)/ sustantivo (of apple, pear) corazón m;
(of Earth) centro m;
(of nuclear reactor) núcleo;
(of problem) meollo m
core2 verbo transitivo ‹apple› quitarle el corazón a
Diccionario Espasa Grand: español-francés français-espagnol © 2000 Espasa-Calpe:
cœur
m
1. (órgano) corazón;
maladies du c. enfermedades del corazón;
c. artificiel corazón artificial;
à c. ouvert fig a corazón abierto.
2. (cartas) corazones.
3. (parte central) corazón, cogollo;
c. de palmier palmito;
au c. de en medio de.
Filed under: El Kibutz, Hasidismo, Israel, el país, Judaísmo, Pesaj | Tagged: asentamientos, Israel, jalutz, jalutzianismo, jasid, jasidismo, kibutz, Pesaj, Seder, Sionismo, sionistas | Leave a comment »