Idiomas judíos

Hasta la destrucción del primer templo de Jerusalén por los babilonios en el siglo VI a.C., el pueblo judío poseía un solo idioma: el hebreo, la lengua de la Biblia. Posteriormente la lengua fue influenciada por el arameo, idioma semítico del lejano oriente. El Talmud, el más importante y sagrado texto después de la Biblia, concluido en el siglo VI D.C., fue escrito en esa lengua. Este mismo explica los textos bíblicos y proporciona una especie de código normativo a la vida de la comunidad en todos sus aspectos.

Durante la era helenística, el pueblo judío adoptó el griego y, con la expansión del Islam, el árabe fue la lengua de muchos judíos de los pueblos del Mediterráneo. Por ejemplo, en Persia, desarrollaron versiones de dialectos específicamente judíos.

Aquellos judíos que emigraron a Italia u otras áreas del Imperio Romano adquirieron como lengua el latín y, más tarde aun, las lenguas Romances de la Edad Media que dieron origen a las distintas lenguas modernas de Europa.

Los judíos sefardíes (del vocablo hebreo Sefarad: España) crearon su propia lengua: el Ladino o Judezmo. El ladino refleja a las sagradas escrituras ya que nació traduciendo textos sacros hebreos a lengua vernácula y, el judezmo es la lengua hablada. Esta lengua mezcla de castellano medieval, hebreo y otras lenguas regionales fue llevada con los judíos al ser estos expulsados de España en 1492 a Portugal y otras áreas de influencia del Mediterráneo.

Pero sobre todas las lenguas creadas por los judíos en la diáspora, es el Idish la que más desarrollo ha alcanzado no sólo en su lugar de origen sino que se ha esparcido por el mundo entero desde Asia hasta Africa y desde Europa hasta América y ha enriquecido con su vastísima obra literaria a millones de seres humanos.

El idish y su expansión geográfica.

El Idish nació alrededor del año 1000 cuando judíos de Italia, Francia y resto del Imperio Romano comenzaron su migración hacia la zona del río Rin, lo que hoy es Alemania. Esta época es coincidente con el nacimiento en ese milenio de muchas lenguas europeas modernas.

La migración judía hacia el río Rin comenzó con el impacto de las cruzadas, que trajeron el idioma Idish a Europa Central, específicamente lo que hoy es Checoslovaquia y Austria.

Con un gran caudal de judíos que lo hablaba, la lengua se expande luego por Polonia y hacia los ríos Duina, Dníeper y Dniéster.

Todo ese sector de judios sumados a los de Ucrania, Lituania, Estonia y Letonia se denomina Ashkenazim; esta palabra deriva del nombre hebreo medieval de Alemania: «Ashkenaz».

Durante el siglo XIX el numero de judíos en Europa Central y del Este creció notablemente y por ende, los hablantes del Idish.

Con otra gran migración en el último cuarto del siglo XIX, el Idish fue transportado por los mares a nuevos continentes: América, Africa, Australia, Israel. Para esta época, el número de hablantes del Idish alcanzó los 12.000.000, cifra fatalmente reducida tras el exterminio de 6.000.000 de judíos durante el Holocausto en manos de los nazis.

El idioma idish y sus componentes: su inserción en el mundo moderno.

Varios son los componentes del idioma idish: el hebreo. el alemán, el elemento romano y el eslávico.

Cuando se establecieron los judios a orillas del alto Rin la lengua Idish adoptó algunas variedades de localismos alemanes. En su período inicial hasta el siglo XII, el Idish era el idioma usado por los judíos que arribaban de las áreas en las que se hablaban las lenguas romances. Muchos vocablos hebreos y arameos que fueron tomados de la Biblia y luego del arameo del Talmud se convirtieron también en parte del idioma idish contemporáneo. Algunas pocas palabras de origen latino perduran en el idish contemporáneo, como por ejemplo :

Leienen: (leer) deriva del latin «legere»

Benchn: (bendecir) deriva del latin «benedicere»

Reconocemos amplias influencias de distintos dialectos alemanes.

Más adelante se suman los elementos eslavos del checo, polaco, ucraniano y también ruso.

En una frase común del idish se puede rastrear estas influencias

«RABOISAI, MIR VELN BENCHN, ZOGT DER ZEIDE»

Raboisai: señores, Hebreo

Mir: nosotros, Antiguo alemán

Veln: vamos, Antiguo alemán

Benchn: bendecir, Latin


Zogt: dice, Aleman medieval

Der: el, Aleman medieval

Zeide: abuelo Eslavismo antiguo

En el transcurso de los siglos XIX, XX y XXI se incluyeron vocablos producto del avance de la tecnología y de diferentes disciplinas y surgen ciertos neologismos. EJEMPLO: teléfono celular: tzelke es el término adoptado (cell: célula en inglés).

Es muy común que los docentes debamos convertirnos con nuestros equipos académicos en creadores de ellos. Ante la pregunta de un alumno acerca de cuál es el término utilizado para la palabra «peaje», debemos poner manos a la obra en nuestras fuentes. Recurrimos a un hecho protagonizado por el filosofo judío M.Mendelson. Al ser invitado a la Universidad de Francfort para dictar una conferencia debe atravesar el puente que cruza el río. Existía una ley medieval por la cual los animales y los judíos debían abonar por el cruce del mismo (léase hoy peaje). Al exigírsele el pago correspondiente y comprobando que a su lado por un animal se hacía efectivo dicho impuesto exclamó: ¡que el animal brinde la conferencia para Uds. en la universidad! Dio media vuelta y el «vegtzol» no lo abonó.

La búsqueda en la recuperación del idioma es lo que tanto interés despierta en lingüistas historiadores, etnógrafos, sociólogos, músicos, folcloristas e investigadores de la cultura. Jóvenes judíos y no judíos del mundo entero son atraídos y se interesan por el estudio de la lengua Idish.

El Mercado Común Europeo con su Parlamento establecido en Estrasburgo (Francia) dedica especial atención al idioma Idish. En el último congreso internacional de esta lengua realizado allí al que asistieron alrededor de 400 congresistas de todo el mundo, fue muy interesante comprobar que los traductores del idish a los distintos idiomas: Inglés, francés, ruso y, alemán eran jóvenes profesionales de no más de 25 años.

No debemos dejar de mencionar que el IWO, Idisher Visnshaftlejer Institut, ha realizado en noviembre del año 2001, un simposio con la asistencia de reconocidos especialistas y catedráticos nacionales y del exterior. Uno de ellos, el Dr. Dov Noy dictó en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y en la Universidad de Luján, conferencias en Idish sobre diferentes aspectos de la lengua, con traducción simultánea.

Es nuestro interés en la Argentina que el idish vuelva a implementarse en las escuelas judías primarias y llegar al ámbito universitario como sucede en el resto del mundo.

Universidades de EE.UU y Europa incluyen a investigadores de esta lengua en sus diversos proyectos.

El idish: la llave emocional de la vida judía.

Así se siente el judío al referirse a su lengua idish llamándola «Mame Loshn», esto significa literalmente: el lenguaje de la madre.

Así lo sintieron millones de seres humanos durante mil años. Este es el medio que le permitió expresarse. A su vez ha sido el medio para construir su cultura, para transmitir los máximos preceptos de la ética y moral de su religión. La interpretación de la ley, la justicia y los derechos humanos se transmitió en idish facilitando su llegada y difusión. También debemos reconocer la riqueza popular, de los proverbios, refranes e historia que formaron el sentir y el nivel intelectual de su cultura.

Dialectos del Idish.

Es amplia y colorida la paleta de los dialectos del Idish. Ellos fueron el alma oculta y gran parte de la magia que irradia la lengua. Los dialectos del Este de Europa varían generalmente en la pronunciación de sus vocales. Pero la gramática y el vocabulario casi no difieren. Los dialectos comenzaron a fusionarse primero con la migración hacia las grandes ciudades y luego, los diversos dialectos se mezclaron hasta desaparecer con las migraciones hacia los distintos continentes. Surge así la estandarización del idioma, cuya base fue tomada básicamente del dialecto lituano.

Literatura Idish.

Los más antiguos elementos de la literatura idish son los testigos materiales preservados en museos sobre la enseñanza de textos sagrados.

Ya en los siglos XII y XIII encontramos versiones más o menos reelaboradas en idish las de epopeyas alemanas. A pesar de estas manifestaciones primitivas puede decirse que el verdadero comienzo de la literatura moderna idish tiene lugar durante el Renacimiento, periodo que permite el desarrollo de los más diversos movimientos intelectuales. El gran representante de la época es Elías Levita (1469-1549) autor de BOVE-BUJ, novela de caballería judía traducida de textos ingleses, destacándose también sus traducciones de salmos y otros pasajes de la Biblia.

La obra religiosa más famosa y popular de la literatura idish es Tzeno Ureno compuesta en Polonia a fines del siglo XVI; se trata de otra versión del Pentateuco, preparada especialmente para ser leída por mujeres. Es de señalar que el público femenino no tenía generalmente acceso a la sabiduría tradicional ni al estudio. Es el público femenino en este periodo, el mayor consumidor de las obras en idish y a él se dirigen muchos de los que escriben en este idioma. Durante el siglo XVIII.

El siglo XVIII presenciará el surgimiento de dos grandes movimientos que conmoverán la vida judía e influirán notoriamente en la literatura idish: el Jasidismo y la Haskalá. El Jasidismo fundado por Baal Shem Tov con una especie de llamado a la emoción y al sentimiento inmediato a lo religioso, ejercieron en la literatura un efecto benéfico ya que la elevaron al nivel de la oración. Convencidos de que la auténtica fe tenía sus raíces en el sentimiento y no en la razón debía de rezarse en la lengua del corazón. De la profundidad del alma popular surgieron cuento, parábolas y cantos. Pudo así la doctrina jasídica recoger de la tradición popular en idish canciones de cuna, baladas, cantos de amor, conflictos familiares y sociales.

Es el rabí Najmen de Bratzlev es el más característico de los escritores del jasidismo, gran experto en la narración fantástica.

Diferente fue el papel desempeñado por la Haskalá o Iluminismo judío, inspirada por el filósofo y publicista judeo-alemán Moises Mendelsshon (1729-1786) quien propiciaba el ingreso del judaísmo a la cosmopolita cultura europea, sin desmedro de las tradiciones hebreas.

En este cuadro, las lenguas portadoras de esta cultura debían ser el alemán y el hebreo y, el idish era relegado a un plano secundario.

Es en el siglo XVII y XVIII en que aparecen cientos de libros en idish. Ya en el siglo XIX surgen una docena de escritores que son eclipsados por la presencia de los tres grandes clásicos del periodo moderno, llamada la época de oro: Mendele Moijer Sforim, Sholem Aleijem, Sholem Ash e Itzjok Leibush Peretz.

La creciente cohesión cultural e intelectual de los conglomerados judíos de Europa Central y Oriental más la aparición de estos escritores de gran talento, motiva el florecimiento de la literatura idish moderna.

Mendele Moijer Sforim (1834-1917) seudónimo de Sholem I. Abramovich, estableció un lenguaje literario que lo convirtió para sus seguidores en el zeide, abuelo de la nueva literatura idish, ya que su estilo literario se convierte en un ejemplo. Su obra satírica fue dirigida a los judíos para mostrarles sus debilidades y flaquezas. Deseaba cambiar la forma de vida de los habitantes de los pequeños villorrios los «kleine shtetelej» a través de la sátira y el realismo. Esta obra es un monumento histórico de un tiempo pasado.

Sholem Aleijem, seudónimo de Sholem Rabinovich (1859-1916), el humorista por excelencia, escribió para los judíos, entreteniéndolos con situaciones cómicas, sembradas aquí y allí por el patetismo. Describe la vida judía con todos sus defectos pero su humor emociona por la ternura con que trata a sus personajes.

Su lema era «reír es sano, los doctores indican reír» y éste se convirtió en un medio terapéutico para el pueblo. El artista y el filósofo del humor se encuentran en sus obras junto al folclorista y etnógrafo.

3.000.000 de ejemplares en ruso fueron impresos solamente en idioma ruso. Un crítico literario ruso dijo que en sus obras se refleja el triste pasado judío en la época de los zares.

Fue el escritor judío que más estuvo en contacto con el circulo de escritores rusos como Tolstoi y Gorki.

Cuando su personaje Tevie el lechero, a 15 años de su muerte, comienza a perder vigencia en el teatro judío y en el cine, sucede algo impensado en el arte que, se sabe, no es eterno. Raramente se da este proceso: cuando se comienza a observar su obra como una antigüedad de museo de la vida judía en la época de los zares, Tebie es rescatado por el teatro inglés, español y hebreo y, durante años se convirtió en la sensación musical de los escenarios de Nueva York, Londres y el mundo entero bajo el titulo de «El violinista sobre el tejado».

Acompañaron a despedir sus restos en Nueva York 1.000.000 de personas.

En el mes de noviembre del año 2001, fue emplazado su busto en «El jardín de los poetas» en los parques del Rosedal de Palermo, por resolución del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires.

Itzjok Leibush Peretz (1852-1915), el tercer gran clásico, ha creado monumentales obras sobre aspectos de la ética y justicia de la vida judía de su época. Lleva al idish a una perfección poética. Su singularidad con respecto a los dos anteriores radica en su visión mística y profética del destino judío.

Y vemos realizado el sueño de estos escritores de arrancar a las empobrecidas masas de judíos de los guetos, sintetizando el concepto de judaísmo y universalismo en hechos como el siguiente:

En el año 1932, el IWO, con su sede en Nueva York, es invitado a la Argentina a una reunión organizada por círculos literarios y el escritor de las letras judías Zalman Reizn es agasajado por las siguientes personalidades: Arturo Capdevila, Alfonsina Storni, Manuel Galvez y otros.

La vastedad de la obra literaria clásica traducida al idioma suma cientos de trabajos desde Shakespeare, Cervantes, además de muchos trabajos científicos.

En el periodo entre las dos guerras mundiales nuevos centros de cultura idish surgen en todas partes del mundo desde América del Sur hasta América del Norte, desde Sudáfrica hasta Australia tal es la creación, que el escritor judío Opatoshu llega a afirmar que el sol no se pone jamás en la lengua judía.

Las masacres de la barbarie nazi hacen callar a la cultura Idish, en la Unión Soviética, a partir de 1948, la literatura idish se sumerge en el silencio; muchos escritores del idioma idish pierden la vida en las purgas stalinistas… solo en América e Israel puede hablarse de un presente y un futuro para la literatura idish y en primer término debe mencionarse a un premio Nobel en dicha lengua: Isaac Bashevis Singer.

Relatos de nuestro viaje a PORTUGAL

MILIM Revista DigitalViajando por PORTUGAL  con Alicia Benmergui

Segundo viaje realizado en el 2009

Por ALICIA BENMERGUI

Castelo de Vive

Castelo de Vide, se halla en Portugal, en el norte del Alentejo y en la frontera con la Extremadura española. Desde la prehistoria este territorio fue ocupado por diferentes pueblos, debido a su localización privilegiada.

Fue en la Edad Media cuando la identidad de Castelo de Vide, se vio fortalecida debido a llegada de una numerosa e importante comunidad judía que se instaló aquí a comienzos del Siglo XIV. A su llegada Castelo de Vide prosperó, teniendo en cuenta el dinamismo económico introducido con la llegada de esa comunidad. Su principal actividad económica, residía en la manufactura  textil, elaborando tejidos y fabricando uniformes para los ejércitos.

Se crearon así, en Castelo de Vide, varias oficios como los de sastre, zapateros, alabarderos, herreros, fabricantes de botones, etc.

Alrededor de 1333, durante el reinado de D. Afonso IV, las Comunidades Judaicas, residentes en Portugal, le pidieron al monarca, autorización para tener sus propios lugares de culto. El concedió su autorización, imponiendo, entretanto, algunas condiciones. Las sinagogas debían ser pequeñas, hallarse en calles estrechas y su arquitectura no podía ser confundida con la de las iglesias católicas.  Se supone que así nació la Sinagoga de Castelo de Vide, que debe haber funcionado como lugar de culto, hasta fines del Siglo XV. Después se convertiría en una casa particular hasta mediados del Siglo XX.

En 1492, Los Reyes Católicos de España (Fernando e Isabel) después de haber conquistado Granada, expulsaron a judíos y musulmanes del territorio español. Según los documentos encontrados en los archivos oficiales, Portugal, recibió aproximadamente 100.000 Judíos, y a Castelo de Vide, llegaron aproximadamente unos  4.000.

En 1496, el Rey D. Manuel I de Portugal, decreta también la expulsión de los judíos del  território portugués para poder casarse con la Princesa Isabel, hija de los Reyes Católicos. Este monarca, tenía como estrategia no la expulsión, pero si la conversión pues sabía de la importancia económica y científica que la Comunidad tenía en Portugal. Siguió un  período en que fueron bautizados forzadamente miles de judíos por todo el país y Castelo de Vide, no escapó a la regla. Así, en esta villa, los judíos luego de que habían sido bautizados, salían de la judería, iban a vivir a la  Rua Nova y a las calles vecinas. Desde ese momento fueron conocidos como Cristianos Nuevos, cambiando también de apellido.

En Castelo de Vide, las familias conversas con más poder económico, adoptaron los siguientes apellidos: Laranjo (naranjo); Raposo (zorro); Coelho(conejo) y Leitão (lechón). En algunos casos construían en el interior de sus casas, capillas católicas para  así poder defenderse mejor de la Inquisición.  En otros, destinaban una dependencia secreta de la casa, para utilizarla como Sinagoga. Con el paso de los años los conversos se fueron adaptando a la nueva realidad.  En 1535 fue instaurada la Inquisición en Portugal y la persecución de los Cristianos Nuevos se convirtió en una constante, lo que provocó que muchas familias abandonasen las tierras lusitanas, partiendo en busca de tranquilidad a otros países.

En Castelo de Vide, las famílias que optaron por quedarse, se sometieron   a las exigencias de la Inquisición pero muchas personas acabaron siendo acusadas por realizar prácticas judaizantes, siendo condenadas a muerte por el  “Santo Ofício,” y luego quemadas en las hogueras de la Inquisición.

Los Cristianos Nuevos que escaparan a la ira de la Inquisición, se fueron integrando en la vida cotidiana de esta pequeña villa, pasando a ocupar algunos puestos importantes, en la Municipalidad, y en el Hospital local, entre otros.

Entretanto, la Inquisición los obligó a cambiar sus hábitos alimentarios, debiendo comer aquello que antiguamente les estaba vedado por su religión. Las vísceras y la  sangre  de los animales son un ejemplo de eso. Mientras tanto, a escondidas continuaban preparando sus comidas de acuerdo a su tradición, haciendo el pan ácimo, que todavía hoy se elabora en  Castelo de Vide, aunque con el nombre de bolo da massa (torta de matzá).

A medida que fueron conquistando espacio en la vida económica y social de la villa, los cristianos nuevos iban logrando que algunos de sus hábitos fuesen siendo tolerados, aunque practicados de forma diferente. Así poco a poco la semana de Pascua se fue modificando. Un ejemplo de eso, fue la introducción de la inmolación del cordero pascual, y con él la aparición de algunos tipos de tortas que hasta ese momento eran desconocidos. Actualmente nuestra  Pascua no es eminentemente católica ni totalmente judaica. Es el resultado de “Encuentros y Desencuentros” y otros compromisos que fueran siendo asumidos a lo largo de los siglos.

En 1980, siendo el signatario, Presidente de la Cámara Municipal de Castelo de Vide, el Municipio, adquirió la Sinagoga, con la intención de  salvarla, iniciando después un proceso de  investigación histórica y arqueológica, contribuyendo, dentro de lo posible, para traer al conocimiento público, aquello que fue la vivencia del Pueblo Judío en Castelo de Vide, a lo largo de los siglos.

Luego de más de 25 años de investigación, la Cámara Municipal, resolvió avanzar con las obras de  rehabilitación edilicia de la Sinagoga, y posteriormente, convertirla en museo, estando ya abierta al público, con señalado éxito.

A lo largo de los años, la Judería de Castelo de Vide ha visto aumentar el número de visitantes Judíos, oriundos de los más diferentes lugares del mundo, que muchas veces utilizan la Sinagoga, para practicar en su interior, varias ceremonias.

En Marzo de 1989, Castelo de Vide, recibió la visita del entonces Presidente de la República Portuguesa, Dr. Mário Soares, que, en la Judería, delante de altos responsables de la Comunidad Judía portuguesa, y de la Embajadora del Estado de Israel en Lisboa, pidió perdón a los judíos por todo lo que pasaron en la Patria portuguesa, a lo largo de los siglos.

Fue el Primer Jefe de Estado, en todo el mundo, en reconocer públicamente las atrocidades de que fueran víctimas millares de judíos inocentes.  Castelo de Vide, se enorgullece de haber sido elegido para tan importante y significativo acto.

Castelo de Vide, es un ejemplo de solidaridad y de ecumenismo, que sobrepasa las fronteras y suscita pasiones. Cruce  usted también esas fronteras y venga a apasionarse…

Castelo de Vide, noviembre de 2009

Abandonamos Evora viajando por rutas y caminos vecinales, era como espiar por un instante a través de los patios traseros de esas casas campesinas. Hicimos un alto en el camino y atravesamos una larga senda de tierra para ver los testimonios dispersos por los campos, entre los alcornoques y olivares de una cultura megalítica desaparecida hace más de 30.000 años. También pudimos ver grandes canteras de mármol que  podían explicar la abundancia de ese material en Vila Viçosa, especialmente en el muy suntuoso palacio ducal. Ese palacio fue la antigua residencia de los duques de Braganza y su construcción comenzó en el Siglo XVI y fue terminado en el Siglo XVIII.  Posee 50 habitaciones y evidencia toda la riqueza y el lujo poseída por esta monarquía portuguesa, heredera de las riquezas y los maravillosos objetos de arte apropiados en todos los lugares que los viajeros portugueses recorrieron en la época en que dominaron el comercio de las especies. También el descubrimiento del oro y piedras preciosas en Brasil contribuyeron a la ostentosa e increíble decoración de las iglesias portuguesas  correspondientes al período barroco. Allí en esa increíble residencia palaciega se exhibe una notable colección de arte compuesta de pinturas, de platería y porcelana, de tapicería francesa y flamenca, de todo lo mejor que la creatividad humana podía ofrecer se halla se halla en las cada vez más altas tierras del Alentejo portugués.

Guarda

Castelo de Vide nos esperaba con una simpática guía y con Carolino Tapadejo dispuesto a contarnos la vieja  historia judía de la ciudad y el drama padecido por los “Cristianos Nuevos” que no se sentían para nada cristianos pero que para salvar sus vidas de la acechanza de la Inquisición debían dar muestras de una acendrada fe católica.  En palabras de Carolino Tapadejo – con cuya ayuda recorrimos antigua judería-  “Castelo de Vide, se vio fortalecida debido a llegada de una numerosa e importante comunidad judía que se instaló aquí a comienzos del Siglo XIV. A su llegada Castelo de Vide prosperó, teniendo en cuenta el dinamismo económico introducido con la llegada de esa comunidad.

Su principal actividad económica, residía en la manufactura  textil, elaborando tejidos y fabricando uniformes para los ejércitos. Se crearon así, en Castelo de Vide, varias oficios como los de sastre, zapateros, alabarderos, herreros, fabricantes de botones, etc.   Alrededor de 1333, durante el reinado de D. Afonso IV, las Comunidades Judaicas, residentes en Portugal, le pidieron al monarca, autorización para tener sus propios lugares de culto. El concedió su autorización, imponiendo, entretanto, algunas condiciones. Las sinagogas debían ser pequeñas, hallarse en calles estrechas y su arquitectura no podía ser confundida con la de las iglesias católicas.  Se supone que así nació la Sinagoga de Castelo de Vide, que debe haber funcionado como lugar de culto, hasta fines del Siglo XV. Después se convertiría en una casa particular hasta mediados del Siglo XX.”  Allí en esas calles tortuosas y muy estrechas, con casas blancas encaladas, adornadas, con macetas cuajadas de flores de alegres colores, se halla una antigua sinagoga que ahora funciona como museo, donde es posible ver la vieja mikve. También allí pueden verse los nombres de los asesinados por la Inquisición y gracias a la información del Sr. Tapadejo, conocer y comprender parte de ese pasado tan lejano que involucra a la población de Castelo de Vide.

Sinagoga de Belmonte

Continuando el viaje, hicimos noche en Castelo Branco, una populosa y próspera ciudad donde pudimos recorrer unos increíbles jardines barrocos, donde cada fuente y cada estatuas y las escalinatas tienen un significado simbólico propio de ese tiempo, donde se mezclaban la astrología y la religión. El Jardín del Pazo Episcopal de Castelo Branco está considerado como uno de los más sorprendentes y hermosos jardines barrocos de Portugal. Todo lo que hay allí  está ornamentado de un modo tal que se ha creado un preciosos ámbito inolvidable. Continuamos nuestro viaje a Belmonte, uno e los lugares más conmovedores de los que tuvimos oportunidad de visitar. Esta es una ciudad que se halla a los pies de la Serra da Estrela, a la entrada de esta simpática y antiquísima ciudad se halla un dolmen que testimonia la antigüedad de toda la población de la región. A nuestra llegada nos esperaba un joven, elegantemente vestido y que en un buen castellano, nos contó que se llama Miguel  (Mijael como nos dijo) Vaz, fue nuestro guía y tal vez quien más nos emocionó. Nos llevó al excelente y moderno museo que da cuenta del pasado judío y criptojudío, de las costumbres y tradiciones de ambos grupos que algunas veces coinciden y otras se diferencian. Luego fuimos a la preciosa sinagoga, recorriendo un sector de la ciudad que parecía un pedazo de historia medieval.

En ese lugar, donde la herencia judía fue protegida por gente  muy pobre, perseguida atemorizada, donde las mujeres fueron las mejores guardianas y trasmisoras de ese valioso legado vivimos uno de los momentos más impactantes emocionalmente, cuando emprendíamos la retirada y Mijael, con absoluta convicción, «que la existencia de los judíos de Belmonte es un milagro divino, porque ellos, los  judíos de Belmonte,  vencieron y triunfaron sobre la Inquisicición». En un sereno atardecer otoñal, frente a un hermoso paisaje compuesto de colinas rocosas, pequeñas parcelas de diferentes cultivos, en una villa medieval, de estrechas callejuelas donde en una de las rocas frente a la Sinagoga Beth Eliahu, donada por Salomon Azoulay, judío de origen marroquí, está pintada una cruz esvástica, no pude menos que estremecerme y pensar en todos aquellos que fueron masacrados en la Shoá, casi cuatrocientos cincuenta años después de la  forzada conversión de los judíos portugueses.

Llegamos a Guarda, otra de las hermosas ciudades montañosas que forman parte de la frontera con España,  esta es una de las ciudades más altas de Portugal y tiene una fortaleza  que monta guardia contra los posibles invasores del otro lado de la montaña. Todos estos lugares que hemos visitado tienen un encanto muy particular, con los barrios históricos, donde se encuentran entremezclados todos los estilos arquitectónicos, donde un edificio del siglo XVIII se halla junto a otro Fin de Siecle frente a una catedral románica de fuerte y pesada textura de piedra y estrechas ventanas entremezcladas, aunque no siempre, con los vitreaux correspondientes al gótico y una cúpula renacentista se halla sobre un recargado altar barroco.  Gran parte de estas viejas ciudades portuguesas nos brindan una oportunidad única para conocer algo absolutamente inusitado para nosotros, latinoamericanos, habitantes de una ciudad que como  Buenos Aires, tiene muy poca o ninguna herencia edilicia colonial. Y si hay algo que abunda en Portugal es trazado de sus ciudades y la arquitectura medieval de un modo que en pocos lugares de Europa pueden observarse con tanta fidelidad al pasado, tal vez en Siena. Por eso la siguiente ciudad, Viseu, lugar donde se hallan en pie todavía las viejas murallas romanas, antiguo asentamiento de poblado judío, marcado en las piedras de la calle por un Maguén David, sigue ofreciéndonos toda la riqueza del paso de la historia y el encanto que el paso de los siglos le presta a esos paisajes de una belleza Mediterránea.