Conferencia de Pilar Rahola en UN Watch el 5 de abril 2011 en Ginebra

Chamberlain  versus Sendler: de la oscuridad a la luz.

Conferencia de agradecimiento por el premio Morris B. Abram Human Rights Award, que le fue concedido a Pilar Rahola el dia 5 de abril en Ginebra, por la organización UN Watch.

Estimados amigos, buenas noches.

“Zog Nit Keyn Mol!” “Nunca digas que esta senda es la final”… Así empieza el himno de los partisanos del gueto de Varsovia, cuya heroica lucha enaltece el alma humana. Al saber que tendría el honor de recibir el premio que lleva el nombre de Morris Berthold Abram, el gran luchador de los derechos humanos, recordé la belleza de este triste himno. ¿Qué debía pensar Morris Abram cuando formó parte del Tribunal de Nüremberg  y los tuvo allí, cerca, ese conjunto de seres humanos convertidos en una masa informe, criminal y malvada? Quizás pensó en el silencio de los buenos, no en vano las mayores crueldades del mundo no se han edificado sobre la maldad de los malos, sino sobre el pesado silencio de los buenos.

Sobre el silencio, sobre la indiferencia y sobre la traición. ¿Cuántas traiciones a los derechos humanos y cuánto silencio acumulan nuestras sociedades libres, nuestros intelectuales, nuestras organizaciones? Miren el magnífico ejemplo de Libia. ¿Nos preocupaban los derechos humanos cuando le dábamos la mano a Gadafi, lo invitábamos a las fiestas y le vendíamos nuestros juguetes bélicos? No. Gadafi solo nos ha preocupado cuando ha puesto en peligro nuestra estabilidad energética. Y es que un dictador en el poder es un amigo, pero un dictador derrotado, es un dictador. Traición y silencio. Miren el silencio y la traición a los derechos que proyectamos sobre las dictaduras del petro-Islam, con sus mujeres esclavas, sus leyes tiránicas, su odio a la libertad. Miren los miles de muertos por la tiranía sudanesa, ¿A quién importan? Miren la locura de Irán, avanzando en su carrera nuclear para poder asesinar masivamente ¿Donde están los ruidosos antiisraelíes que vociferan su solidaridad con las víctimas en las calles del mundo, ante estas atrocidades? ¿Por qué no se pasean con sus flotillas de la libertad por las costas iraníes, por las de Arabia Saudita, por las de Siria? Y la magnífica ONU. ¿Por qué mantiene a algunas de las dictaduras más feroces en sus Consejo de Derechos Humanos? Silencio y traición. Y así miles de víctimas lloran su tragedia al margen de los focos, de las pancartas, de las manifestaciones, de las resoluciones de Naciones Unidas.

Es por ello, estimados amigos de UNWatch, que agradezco enormemente el galardón que hoy me ofrecen. Porque lo interpreto como un premio contra el silencio, contra la indiferencia y contra la traición. Los premiados que me han precedido honran la memoria de Morris Abram con una categoría que no alcanzo y solo puedo sentirme orgullosa de pertenecer a la misma lista de personas como la iraní Nazanin Afshin-Jam, o la ruandesa Esther Mujawayo o la afgana Massouda Jalal, valientes mujeres de nuestro tiempo, auténticas Nelson Mandelas femeninas que han alzado su voz contra el miedo y contra la tiranía. Soy una humilde seguidora de su legado y de su compromiso, convencida de que las mujeres del siglo XXI seremos las grandes portadoras de la bandera de la libertad.

Permítanme que les explique por qué estoy aquí, en esta encrucijada de causas que me animan a alzar la voz. Primero, porque la única condición moral de un intelectual, es la del compromiso. Pero no el compromiso fácil con las pancartas y las consignas previsibles, sino con los valores que nos configuran como civilización. Un compromiso contra los tiranos. Pero también contra los amigos que prefieren mirar hacia otro lado y disparar a las dianas fáciles, porque el miedo o el prejuicio les impiden saber quiénes son los verdaderos enemigos. Es un compromiso con los valores que nacieron en el primer texto fundacional de nuestra historia moderna, las Tablas de la Ley, el inicio de la modernidad. Y siguiendo el hilo rojo de esas Tablas, continuaron con el Derecho Romano, charlaron con Spinoza, construyeron la Ilustración y aterrizaron en la Carta de Derechos Humanos. Ese es el compromiso moral de nuestros tiempos: la defensa de los valores de nuestra civilización. Es el compromiso de Irena Sendler, de Morris Abram, de Baruj Tenembaum, de Nazanin, Esther o Massouda, no importa la religión o la cultura, porque nos unen esos mismos valores… Y sin ese compromiso, nuestra sociedad no existiría. Aprovecho, pues, este extraordinario honor que me otorga UNWatch para denunciar a todos aquellos colegas del mundo de las ideas y del periodismo que callan ante la esclavitud de la mujer en el Islam, ante la persecución de los homosexuales, de los cristianos, de los librepensadores, ante las ideas totalitarias que pueblan el planeta. Y mientras callan contra las dictaduras y sus tiranos, chillan contra dos grandes democracias, quizás porque gritar, por ejemplo, contra Israel o contra Estados Unidos sale gratis. De hecho, contra Israel se vive mejor. Pero alzar la voz contra el Islam fundamentalista, eso sí que resulta un compromiso de riesgo.

También estoy aquí porque creo que los valores de la libertad están amenazados por una ideología totalitaria que nos ha declarado abiertamente la guerra. Y no hablo de una religión o de una cultura, sino de una ideología, la del islamismo fundamentalista. Si en el siglo XX la humanidad tuvo que enfrentarse al reto totalitario del estalinismo y del nazismo, el siglo XXI se enfrenta a una ideología de muerte que contamina a miles de cerebros y mata a miles de personas. Y no solo se trata de organizaciones terroristas escondidas en las montañas del mundo. También se trata de países felizmente sentados en la Asamblea General de la ONU, y cuya maldad legal esclaviza a sus ciudadanos, mientras financia por todo el mundo a imanes fanáticos. Es una ideología que utiliza y vampiriza la tecnología del siglo XXI pero que aspira a volver a la Edad Media, y que usa nuestra democracia para intentar destruirla. Soy una mujer libre de un país libre, pero a mi lado millones de mujeres no pueden amar a quien quieren, pueden ser mutiladas genitalmente, lapidadas, marcadas con ácido, abusadas, despreciadas, sometidas a la maldad feudal. Esa ideología que las odia, nos odia a todos, porque odia la libertad. Este premio lo dedico a ellas, a las mujeres encarceladas en los burkas de unas leyes malvadas. Los países que las esclavizan, se sientan tranquilamente en la ONU, nadie les monta manifestaciones en contra y hasta forman parte del Consejo de Derechos Humanos. Algún día tendremos que preguntarnos a dónde fue a parar el sueño de Eleanor Roosevelt de una Liga de Naciones que tenía que garantizar la libertad de los pueblos. Hoy la ONU es todo lo contrario, es el blanqueador de las oscuras entrañas de muchas dictaduras.

Estoy aquí porque no creo en el choque de civilizaciones, pero creo en el choque histórico entre civilización y barbarie, y creo también que estamos en un momento delicado y trascendente. Estoy aquí porque amo a los disidentes de la dictadura iraní, pero odio a los bárbaros que gobiernan Irán. Porque amo a los intelectuales, los estudiantes, los jóvenes egipcios, pero temo a los musulmanes fanáticos que quieren usar sus revueltas para instaurar leyes feudales. Estoy aquí porque amo a todas las religiones, pero lucho contra aquellos que usan a Dios para el odio, el fanatismo y la muerte. Y el riesgo de contaminar a miles de cerebros que habitan en Europa, o en América o en cualquiera del mundo, es más alto de lo que nos atrevemos a reconocer. Por eso estoy aquí, también, porque la ideología totalitaria que esclaviza seres humanos en las dictaduras teocráticas, también quiere esclavizar sus mentes en las democracias occidentales.

Y sí, estoy aquí porque creo que Israel es la avanzadilla de la lucha por esos valores de libertad. Y que la criminalización que sufre por parte de muchos intelectuales occidentales tiene que ver con una mirada tuerta que ve el mundo al revés y que, en su delirio, está traicionando los valores que dice defender. Estoy aquí porque creo en Albert Camus cuando le dijo a Jean-Paul Sartre que defender a Stalin no era defender la libertad. A los muchos aprendices de Sartre les digo, en homenaje a Camus, lo mismo: defender la libertad no es callar ante las maldades del islamismo fundamentalista, no es minimizar el terrorismo, no es llorar solo por unas víctimas y despreciar a otras, ni es criminalizar a una democracia que lucha por sobrevivir rodeada de dictaduras que quieren verla destruida. Eso no es luchar por la libertad. Eso es perpetuar la peor tradición de izquierdas, la que no lloró por las víctimas de Stalin, miró hacia otro lado con Pol Pot y aún perdona a Castro. Y ahora, del viejo poster del Che Guevara a la kefia palestina, la misma ceguera y la misma inversión de valores: no lloran por las víctimas del terrorismo islamista, miran hacia otro lado con las Sirias y los Irán y aún perdonan a los Hamás y Hezbollah.

Permitan que mencione a Neville Chamberlain y a Irena Sendler. Son los dos polos del comportamiento humano, ante el reto totalitario. Mientras Chamberlain se fue de paseo con Hitler, le dio la mano y decidió mirar hacia el lado oscuro de su conciencia, Irena Sendler dio la mano a las víctimas, se jugó la vida y salvó vidas. Hoy pasa exactamente lo mismo y mientras unos se esconden en sus miedos y creen que dando la mano a los dictadores teocráticos garantizan su vida opulenta, otros dan la mano a sus víctimas. La gran luchadora por las libertades, la siria Waffa Sultan, me dijo hace unos meses en Estados Unidos, “tenemos un proverbio árabe que dice: si me necesitas, te poseo”. ¿Es eso lo que nos ocurre? Que al necesitar su petróleo, poseen nuestro silencio?¿Es tan frágil nuestro sistema de libertades, que se sustenta en el miedo, el apaciguamiento y el silencio? Sin duda eso es hoy Naciones Unidas y eso es también una parte importante de nuestro mundo intelectual, periodístico y político: miedo, apaciguamiento y silencio.

Contra el miedo, premios como los de UNWatch, que dan honor a la lucha por las libertades. Contra el apaciguamiento, el compromiso de Nazanin Afshin-Jam, de Esther Mujawayo, de Massouda Jalal, de tantos y tantas. Y contra el silencio, la palabra libre.

Dijo Winston Churchill, “El coraje es la primera de las cualidades humanas, porque es la que te garantiza todas las demás”. ¡Coraje! Dedico este premio a ellos, a los hombres y mujeres de la historia que han tenido el coraje de luchar contra la barbarie, el dolor y el miedo para defender la libertad.

Muchas gracias.

El estómago del mundo

¿Dónde están los flotilleros de otros mares y otros pueblos? ¿Por qué no aparecen las pancartas en las universidades, los ruidos en las calles, los gritos en las rabias? ¿Será que Israel no tiene la culpa de los muertos de Gadafi? ¿Será que cuando no huelen a perversos “sionistas” no saben por qué movilizarse? Ni me imagino el lío que tendríamos montado si hubiera un solo judío implicado.
La respuesta a esta pregunta de Pilar pueden contestarla en su Web:www.pilarrahola.com

indiferencia.bmpEl estómago del mundo
por Pilar Rahola
¿Por qué no hay pancartas en las universidades, ruidos en las calles, gritos en las rabias

Alguien le preguntó al venerable presidente Shimon Peres qué opinaba de la nueva flotilla que dicen que se prepara contra Israel. Y con su templanza habitual, nos respondió a los periodistas que tuvimos ayer la oportunidad de charlar con él: “¿Por qué envían flotillas? Hagan algo más fácil. Cojan el teléfono y pidan a los líderes de Hamas que se acabe el terrorismo. Verán qué fácil resulta todo a partir de entonces”. No hubo tiempo de explicarle que algunos de estos libertadores de bolsillo no miran el conflicto con dos ojos, sino con la mirada tuerta de la ideología que superponen. Y esa ideología sólo sabe que el mundo es muy malo porque existe Israel, y que todo lo que palpita bajo la piel palestina –islamismo fanático y terrorismo incluidos– es muy bueno. El maniqueísmo elevado a la categoría de método de análisis, la consigna elevada a la categoría de pensamiento y la propaganda prejuiciosa como corolario de la acción social.

Sobra decir, por supuesto, que este tipo de entidades siempre son más mimadas por el dinero público para “solidaridad” cuando se presentan como propalestinas. Que vayan a buscar dinero de según qué gobiernos “de izquierdas” si lo suyo es Darfur o Ruanda o las víctimas del terrorismo fundamentalista, porque ni todas las causas interesan ni todas las víctimas conmueven. Como tantas otras veces, no estamos ante causas humanitarias, sino ante objetivos ideológicos. Pero tendremos tiempo de hablar cuando se perpetre la enésima acción de estos grupos que basan en el “contra Israel” su única razón de ser. El tema ahora se sitúa algo más cerca de Israel, aunque más lejos de las obsesiones políticas de algunos. Libia explota por los descosidos, las gentes mueren bajo las balas de la dictadura y en la sombra del mal aparece el viejo fantoche que subió al poder con la revolución socialista y acabó siendo el oligarca que financiaba grupos terroristas, enriquecía a los suyos y atormentaba a su pueblo. Su alargada maldad no movilizó la indignación de los indignados de siempre durante las décadas de su dictadura y no parece que tampoco ahora, que masacra a su albur, se movilicen los asfaltos. ¿Dónde están los flotilleros de otros mares y otros pueblos? ¿Por qué no aparecen las pancartas en las universidades, los ruidos en las calles, los gritos en las rabias? ¿Será que Israel no tiene la culpa de los muertos de Gadafi? ¿Será que cuando no huelen a perversos “sionistas” no saben por qué movilizarse? Ni me imagino el lío que tendríamos montado si hubiera un solo judío implicado.

Siempre me llamará poderosamente la atención esta sangrante dualidad que levanta el dedo acusatorio contra este conflicto, con la misma pasión que eleva un beatífico silencio ante otros conflictos.

Quizás un día de estos, entre flotilla y flotilla, se acuerden de los muertos libios. Será un fugaz pero bello momento.


Pilar Rahola
La Vanguardia. Barcelona.
25/02/2011

Bosque del KKL a nombre de Pilar Rahola

Recientemente la CIB (Comunidad Israelita de Barcelona) y el KKL organizaron una cena de homenaje a Pilar Rahola, periodista destacada, comentarista de TV y escritora. En ese marco se cumplió la ceremonia de entrega del certificado de plantación de un bosquecillo en Israel que lleva el nombre de Pilar Rahola.
El proyecto se hizo posible por la excelente colaboración de donantes particulares, tanto judíos como gentiles, mayormente de Cataluña.
Las autoridades de la Comunidad judía, encabezada por Laurence Franks, pusieron

de relieve el incondicional apoyo de la reconocida periodista al pueblo judío e Israel y su constante lucha contra el antisemitismo.
Ya en la entrevista que Aurora realizó a Franks meses atrás, el ejecutivo anuncio la intención de concretar este homenaje, recurriendo no solamente a la judeidad de Barcelona sino a las comunidades de América Latina, donde los artículos y entrevistas de Pilar Rahola son muy difundidos.
En la foto, que envió Michael De Castro, Rahola exhibe el certificado de la plantación del bosque a su nombre.

Evidencias lacerantes

Por Pilar Rahola


Con Israel, indignación interplanetaria a la primera que se mueve un soldado. Pero con Marruecos, café turco a las cinco y pelillos saharauis a la mar, que el emir de los creyentes no está para tonterías.

Perdonen la impertinente pregunta que planteo en dos partes. Primera: ¿por qué a la ONU le resulta tan fácil hacer resoluciones acusatorias contra una democracia vulnerable, que sufre décadas de acoso violento, cuya integridad es amenazada por poderosos países, y que está rodeada de organizaciones fundamentalistas que tienen como objetivo su destrucción? Y la segunda: ¿por qué a la ONU le resulta tan difícil hacer algún papelito, ni que sea de buen rollo, contra una dictadura que nadie considera objeto de sus deseos nucleares, que no está rodeada de feroces enemigos y cuyo problema nacional pendiente no es defendido por grupos terroristas? Es decir, puestos a defender los tan manipulados derechos humanos, ¿por qué la ONU se atreve con una democracia en riesgo, y no con una dictadura que no sufre ninguno? Con Israel, indignación interplanetaria a la primera que se mueve un soldado. Pero con Marruecos, café turco a las cinco y pelillos saharauis a la mar, que el emir de los creyentes no está para tonterías.

Es decir, un país que mantiene una democracia contra viento y marea, que tiene tiempo para invertir en conocimiento, que sufre desde guerras de países vecinos hasta ataques terroristas indiscriminados y que, con todo, consigue mantener a su población en un respetable nivel de vida, es el blanco de las iras de la ONU. Pero un país dictatorial, que mantiene al 41% de su población en la pobreza, pasto fácil de los discursos fanáticos, que no sufre el acoso de ningún vecino violento y que ha exportado algunos de los terroristas más violentos del yihadismo (entre ellos, los del 11-M), no sólo no es el blanco de la ONU, sino que es el amigo para siempre. Contra Israel se organiza un poderoso ejército en el norte, Hizbulah, y una violenta organización en el sur, Hamas, ambos financiados por países poderosos como Irán, y sin embargo no tiene derecho a la defensa. Contra Marruecos se organizan unos cuantos miles de pobres saharauis, abandonados a su suerte, cuya causa pacífica nunca ha violentado la seguridad del Estado, y tiene el derecho a hacer lo que le da la gana.
Y es que la ONU, contra Israel vive muy bien, pero contra Marruecos ni parpadea.
¿Por qué? ¿Será porque los poderosos países del petrodólar mueven sus hilos contra Israel y nunca lo harán contra Marruecos? ¿Será porque los saharauis no interesan al islam? ¿Será porque Israel es una democracia y eso resulta intolerable?
¿Será que la ONU no manda? Será, absolutamente dominada por los intereses de las poderosas dictaduras que la conforman.
El tema, querida ONU, nunca han sido los derechos humanos. Por eso contra Israel vale todo. Porque la causa no es la defensa palestina. La causa es la destrucción de un cuerpo democrático anómalo que rompe los esquemas del islam. Israel no es digerible, pero ¿Marruecos? Marruecos es una dictadura. ¿Cuál es el problema?
Pilar Rahola
La Vanguardia. Barcelona.
19/11/2010

ROLAND J. BEHAR: La gratitud es la memoria del corazón – Opinión – ElNuevoHerald.com

ROLAND J. BEHAR: La gratitud es la memoria del corazón – Opinión – ElNuevoHerald.com.

De acuerdo con Cicerón, «la gratitud no sólo es la más grande de las virtudes, sino que engendra todas las demás». El gobierno de Israel, a través de la institución Yad Vashem, ha expresado la gratitud de los israelíes y judíos en general hacia los no judíos que, en su momento, arriesgaron vidas, haciendas y familia por haber defendido a judíos en peligro de muerte durante la Segunda Guerra Mundial en diferentes latitudes y de diferentes modos, de acuerdo a sus posibilidades.

El número de los reconocidos como «Justos entre las Naciones» sobrepasa ya los 22,000. Entre los españoles, se destacaron en auxiliar a los judíos a escapar de Francia adonde ocupaban importantes puestos diplomáticos representando al gobierno de Franco, Angel Sanz Briz y Eduardo Propper de Callejón, además de Bernardo Rolland de Miota (cónsul de España en París), José Rojas Moreno (embajador en Bucarest), Miguel Angel de Muguiro (diplomático de la Embajada en Budapest), Sebastián Romero Radigales (cónsul en Atenas), Julio Palencia Tubau, (diplomático de la Embajada en Sofía), Juan Schwartz Díaz-Flores (cónsul en Viena) y José Ruiz Santaella (diplomático de la Embajada en Berlín).

Otras organizaciones judías ofrecen constantemente reconocimiento a personas que se destacan, no sólo en la lucha contra el antisemitismo, sino también a los que alzan sus voces en defensa de la dignidad humana y la libertad donde quiera que sea atacada, ya sea en Ruanda, Irán, Sudán o Darfur.

El Comité Judío Americano ha otorgado el Premio al Valor Moral a Ayaan Hirsi Ali y a Salah Uddin Shoaib Choudhury, el premio de los Medios Masivos de Comunicación a Pilar Rahola, Magdi Allam y Terry George, así como al ex presidente Uribe, el premio de Luz a la Nación por ser un aliado incondicional de Estados Unidos, un buen amigo de Israel y el pueblo judío y un firme creyente en la dignidad humana y el desarrollo humano en Colombia y las Américas.

Por su parte, el Congreso Judío Mundial (AJC) ha reconocido los esfuerzos de musulmanes moderados como Salman Rushdie, Dr. Wafa Sultan, Salim Mansur, Tashbih Sayyed, y Nonie Darwish con el premio a las Voces de Musulmanes Reformadores del Mundo Moderno.

La Liga Anti Difamatoria (ADL) es una organización que desde 1913 lucha por detener la difamación del pueblo judío y por asegurar que haya justicia y un tratamiento imparcial para todos. Uno de sus más importantes galardones es el premio David Pearl, en honor al corresponsal judío norteamericano asesinado por terroristas yemenitas ante las cámaras de televisión. Una vez más en consonancia con esa tradición de gratitud a quienes les defienden, la ADL ha distinguido a la periodista Pilar Rahola con este reconocimiento.

Pilar Rahola, inteligente y elocuente periodista española, fue miembro del Parlamento de su país entre 1993 y el 2000. Sus columnas son ampliamente leídas y difundidas a través del mundo, además de ser una reconocida comentarista de radio y de televisión. Sus citas constituyen material para enciclopedia por la certeza y profundidad de las mismas. «La tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios sino sobre las faltas de los demócratas».

Según sus propias palabras, Pilar Rahola se ha convertido en una «combatiente contra la distorsión de los medios de comunicación y la criminalización actual del Estado de Israel».

Ella no cesa en su defensa de los derechos de las mujeres que aún viven sojuzgadas. Pilar Rahola hace hincapié en exponer como son sometidas a las absurdas leyes machistas de la Shari’a bajo las dictaduras y monarquías islámicas. Además no ceja en su lucha constante contra el islamofascismo. Quienes hemos tenido el privilegio de conocerla y asistir a sus interesantísimas y dinámicas conferencias, no podemos resistirnos a su encanto, por la humana y accesible manera con que plantea sus criterios.

Mark Twain notaba el curioso fenómeno del contraste entre la abundancia de incidentes donde los hombres demostraban valentía o coraje físico yuxtapuesto a lo poco común que se proyecta el valor o coraje moral. ¡Curioso y lamentable! Mientras los actos de valor o coraje físico usualmente inciden sobre los que los presencian, por su parte el coraje moral transciende fronteras, tiempos y espacios.

Gracias a todos los que en cualquier latitud arriesgan su seguridad, su vida y su confort demostrando su coraje moral con la defensa de causas justas de la humanidad aunque no estén de moda. ¡Gracias, Pilar Rahola!

Read more: http://www.elnuevoherald.com/2010/10/22/823886/roland-j-behar-la-gratitud-es.html#ixzz1365Y6N5x

Periodistas, pemios y respeto

Sobre Israel opinamos todos: Periodistas, pemios y respeto.

 

Hablar bien de Israel no es delito. Todavía.

Sunday, October 10, 2010

Periodistas, pemios y respeto

Aviso a los navegantes. Aunque hable de los dos, la entrada de hoy va más sobre periodismo que sobre Israel.

A Pilar Rahola le han dado el Premio Daniel Pearl por «su código periodístico a favor de la verdad y su lucha contra el antisemitismo». Daniel Pearl era un periodista del Wall Street Journal que tiene el triste honor de haber inaugurado como víctima los degollamientos ante la cámara con los que los islamistas nos chantajean a todos. Este premio internacional reconoce un comportamiento comprometido con la libertad de expresión y los derechos humanos. Y se lo ha llevado una periodista española (ella se define como catalana, pero no nos perdamos en el asunto)… Y la prensa española (salvo el diario en el que escribe y alguna agencia) no ha dicho ni una palabra.

El que en España los periodistas despreciemos y ninguneemos premios y premiados que no son nuestros, o de nuestra cuerda, es desgraciadamente el pan nuestro de cada día. No entraré en detalles sobre la miríada de premios periodísticos y cómo se otorgan porque sería patear el avispero (y además noto que el terreno resbala, joder, si hasta yo tengo uno) pero apuntaré a que reflejan el estado de la profesión: un oficio que ha perdido el respeto por sí mismo y por los que lo ejercen. Donde el rebaño está por encima de todo y ojito con el que vaya por libre… como Pilar Rahola. Es una desgraciada realidad que la cantidad de premios periodísticos aumenta conforme disminuye la calidad del trabajo; la de sus condiciones y la de su resultados.

Uno ha tenido la suerte de dar sus primeros pasos en esta profesión en un país donde los periodistas se respetan a sí mismos y eso lo tienen ya ganado cuando se exponen ante el resto de la sociedad. Una manera de entender el oficio y de entenderse a uno mismo que consideraría el desprecio hecho por la profesión española al premio de Pilar como un comportamiento tacaño, miserable y de poca clase. Somos muy valientes dando estas cuchilladas al colega pero luego nos callamos como siervos cuando aparece cualquier político convoca a un grupo de los nuestros y se permite largarles un coñazo de media hora que lleva escrito y terminar sin admitir preguntas. Y nosotros salimos del acto con los pantalones por los tobillos.

Danierl Pearl fue un periodista ejemplar que murió en el ejercicio de su profesión y que trabajaba para un medio donde la mayoría de esos satisfechos que sonríen de medio lado no serían admitidos ni como porteros. La Liga Antidifamación, que otorga el premio, lucha mucho más activamente y con mayor eficacia contra la discriminación que cualquier discurso de los que se largan nuestros gurús de la comunicación. Y Pilar Rahola es una periodista que en su estilo denuncia sistemáticamente contra viento y marea el resurgimiento del antisemitismo en Europa. Siempre ha sido de izquierdas y nacionalista catalana y de ahí no se ha movido. Y era respetada en la izquierda hasta el día en que se le ocurrió hablar bien de Israel. Desde entonces para muchos medios es, sencillamente, una apestada.

Y nosotros como si nada de esto existiera. Pues nada, sigamos así que vamos bien.

 

 

 

PREMIO DANIEL PEARL a Pilar Rahola

http://www.pilarrahola.com

Tengo el grato honor de anunciaros que la prestigiosa Liga Antidifamación Americana me ha otorgado el premio DANIEL PEARL AWARD, que lleva el nombre del periodista del Wall Street Journal secuestrado y decapitado por el terrorismo islamista.
Se me concede este premio, según palabras de la ADL, por mi código periodístico a favor de la verdad, y por mi lucha contra el antisemitismo. Recibiré el premio en el curso del Annual Meeting de la ADL en Boston, el jueves 7 de octubre.

Es un honor extraordinario, sin duda inmerecido, y que intentaré llevar con humildad y con responsabilidad.
En este viaje también daré algunas conferencias en Boston y en Miami, y algunas entrevistas, entre ellas al Miami Herald y al programa de televisión del Premio Pulitzer Andrés Oppenheimer.

Aquí tenéis la carta de Abraham Foxman, director nacional de la ADL, donde están los motivos de la concesión del premio. También os cuelgo el programa del congreso de la ADL, por si alguno quiere perderse por Boston.
Gracias a todos por vuestro apoyo y por vuestra estima.

ADL
Mis Pilar Rahola
Dear Mis Pilar Rahola:

Several years ago, the Anti-Defamation League created the ADL Daniel Pearl Award to recognize selected individuals who have made a positive contribution to promoting improved understanding of Jews and Judaism, be it in Journalism, interfaith dialogue, or politics, or diplomacy.

The prize is named Daniel Pearl, the dedicated Wall Street Journal reported, who was kidnapped and murdered by the terrorists in the course of doing the work he loved. Daniel Pearl believed passionately in honest journalism, and his death was a reminder both of the dangers faced every day by foreign correspondents working on the front lines, and of the critical importance of the free expressions of ideas.

You have been outspoken on the issue of Anti-Semitism, regardless of the source, and of a journalist´s code of ethics, including reporting honestly about Israel. You have heroically written about prejudices on the part of many of your fellow journalists when it comes to Israel and the way some writters have allowed their predispositions to poison their craft.

For your dedicated commitment to an honest and accountable journalistic code of ethics and for speaking honestly to the public, we would be honored if you would accept our prestigious Daniel Pearl Award. The Award comes with a 5.000 $ honorarium.

The Award will be presented during our anual meeting in Boston, Massachussets on Thursday, October 7, 2010. We would also be pleased to cover your expenses in getting to and from the meeting.

We look forward to hearing from you and to honoring you this October.

With every good wish,
Sincerely,
Abraham Foxman, National Director.

———————
Annual Meeting of the National Commission, October 7-9, 2010

Please join us for the annual meeting of the National Commission in Boston on Thursday-Saturday, October 7-9, 2010. At this critical time for Israel and the Jewish community, we invite you to join us as we come together to discuss, debate and deliberate on ADL policy and priorities for the coming year.

For those arriving early, we will kick-off our meeting with a special Welcome Reception on the evening of Wednesday, October 6 from 5-8 pm at the nearby Top of the Hub Restaurant with a panoramic view of downtown Boston from the 52nd floor. All other events will take place at the Sheraton Boston Hotel.

You will have an opportunity to listen, learn and participate in our policy-making and informed conversations on critical issues facing the Jewish community here at home and around the globe. Issues to be discussed include: preserving civility in public discourse, dealing with anti-Semitism on campuses and the proliferation of cyberbullying, building bridges of understanding between faith communities and combating the vitriolic hate-filled propaganda that vilifies Israel and seeks to undermine its standing in the community of nations.

We will recognize those who have given outstanding service to our nation and the Jewish people, including a 25th anniversary commemoration of the tragic death of Leon Klinghoffer at the hands of terrorists, presentation of the ADL Daniel Pearl Award to Spanish journalist Pilar Rahola for writing and speaking out about anti-Semitism and anti-Zionism in Europe and elsewhere throughout the continent, and the William and Naomi Gorowitz Institute Service Award to Chief William Bratton, for his distinguished career as a law enforcement officer fighting terrorism and extremism.

There will be first-hand reports on developments affecting Jews around the world, including: an update on the deligitimization of Israel through the abuse of legal processes, the status of Jews in Latin America where despots and demagogues have been blaming the community for economic crises and downturns, and extremist threats by home grown terrorists and others who seek to undermine our democracy and well being.

We will also discuss and debate whether we should take a position on the death penalty. Currently, 35 states have death penalty statutes and ADL has on occasion been asked to join coalitions to oppose them. Over the years, ADL leadership has voted to take no position on the death penalty except in cases involving terrorists who murder Americans abroad. We will consider whether to change that policy.

Overall, it will be three days of intellectual stimulation, participation and conversation. Don?t miss it. Use this online registration to let us know you are coming. This is the only way to register for this meeting. We look forward to seeing you there.

We look forward to seeing you there.

Robert G. Sugarman
National Chair
Abraham H. Foxman
National Director

ANTI-DEFAMATION LEAGUE

29/09/2010

Miedo no, cobardía

http://www.pilarrahola.com/3_0/ARTICULOS/default.cfm?SUBFAM=&ID=1852

Se pregunta Pilar Rahola si hay miedo o crítica tras lo sucedido con el pastor Terry Jones y las amenazas incendiarias islámicas de empezar su particular fuego purificador de la humanidad perdida -o sea todos menos ellos- o se debe al exceso de celo que produce en las escrupulosas sociedades occidentales ofender y provocar al mundo islámico cuando se hace uso de unas libertades que para ellos resulta un insulto solo ejercerlas.

Sostiene que es precisamente el temor a sus amenazas que genera tanta autocensura por parte nuestra llegando al histerismo con que se ha tratado el asunto, con equiparaciones tan burdas y absurdas entre el Pastor Jones y las irracionales manifestaciones multitudinarias que en mundo musulmán se han producido. A las imágenes nos remitimos.

Tiene razón Rahola, pero en parte solamente. Porque el Pastor Jones no es nadie, no tiene media bofetada, nunca soñó verse envuelto en una cosa tan tonta y pueril en la que arriesgando tan poco ha sacado tanto provecho. Todavía no se lo acaba de creer Jones.

No es el miedo el factor que más atenaza a nuestras sociedades, sino la cobardía, la pusilanimidad, la interpretación de una peculiar “tocata y fuga” en clave occidental y en gran parte de los escenarios donde nos estamos jugando algo más que la opinión. En suma y por decirlo de una vez el “acojone” que nuestras débiles sociedades tienen asumido frente a quienes nada tienen que perder en nombre de un dios a la altura del felpudo donde se inclinan y al que dicen estar dispuestos a dar la vida por este orden, primero la de los demás, luego la suya propia.

Es la cobardía de quienes no desean perder de la noche a la mañana su cómoda existencia y su nivel de vida sólo por la ocurrencia de un iluminado evangélico. Es la cobardía de cuantos no quieren ver el fuego que arde y se extiende sin parar desde finales del siglo pasado, cuantos niegan su verdadera dimensión y peligro, cuantos ceden al chantaje y extorsión como sucedió con los secuestrados catalanes en Mauritania que fueron a hacer turismo para niños bien y pagamos su fiesta los demás. Es la cobardía de no llamar a las cosas por su nombre, es decir, llamar asesinos y criminales no sólo a los terroristas sino también a los figurantes, sean palestinos, iraquíes, afganos, turcos, sirios, libaneses, sudaneses, cuantos forman parte de la tramoya y están ocultos y dispuestos a darlo todo por su carcomida fe y su deplorable cultura. En esta comedia cruel nadie se queda fuera del reparto y cada cual tiene su papel, ellos los ofendidos, nosotros los ofensores, ellos los agredidos, nosotros los patéticos miedosos. ¡Qué gilipollez más seria y grave! La paz de los cobardes.

Cobardía en fin porque no es otra cosa, sino recréense ustedes en los sucesos de Melilla, tras los cuales se urden con los mismos mimbres el acoso y desafío a toda una sociedad débil, genuflexa, arrodillada desde hace años, que pierde terreno ideológico y moral ante el imparable avance de otra que no ha dejado de ir hacia atrás en todos los ámbitos menos en el del terror y que cree llegada la hora de tomarse la revancha por todas las humillaciones recibidas (¿De qué hablan estos asnos?) el ascenso de una disciplina en la que han adquirido cátedra por derecho propio los hijos de Alá y que no ha sido superada por nadie hasta la fecha: El terror indiscriminado y en masa, tarea en la que son expertos.

No es miedo Pilar, es pura cobardía, puro canguelo, como se le llama en mi tierra. Eso es lo que nos queda y nadie se engañe, ¡Hoy en Occidente huele que apesta!

Miguel Martín

Zaragoza

Russell no puede hablar

Por Pilar Rahola en Guysen International News
Domingo 7 marzo 2010 – 11:54

¡Reclamo que me retornen el dinero que, en mi nombre, han usado para criminalizar a Israel! Pocos deben saber que Bertrand Russell y Mahatma Gandhi estuvieron a favor de la intervención contra Hitler. Es decir, los grandes líderes del pacifismo del siglo XX estuvieron a favor de la guerra contra el fascismo. Es lo que Russell llamó el «pacifismo político relativo». Sin embargo, también es inequívoca su lucha por un mundo sin armas nucleares -el manifiesto Russell-Einstein- o la lucha contra los desmanes norteamericanos en Vietnam, que plasmó en su famoso Tribunal Russell. Entre los participantes del tribunal, Sartre, Cárdenas, Simone de Beauvoir y… Haika Grossman, líder sionista, luchadora en los guetos de Polonia y Lituania y, hasta su muerte en 1996, miembro de la Knesset israelí. Es difícil saber, pues, qué habría opinado Bertrand Russell, o su amigo Einstein (convencido sionista) o la propia Grossman del uso que hacen un grupo de personas del nombre del tribunal, para perpetrar una aguerrida cruzada contra Israel.

Quizás se habría preocupado del uso de niños como bombas humanas, o de la misoginia criminal del fundamentalismo islámico, o del fenómeno totalitario en su conjunto. O quizás no.

Usar el nombre de los muertos en vano -en la línea del soez uso que hace Chávez del nombre de Bolívar- puede perpetrar equívocos, pero, sobre todo, perpetra muchos monstruos. Pero como contra Israel todo el mundo vive bien, especialmente los que tienen un largo currículum en criminalizar a dicho país, un grupo de amigos y residentes en la misma obsesión antiisraelí han decidido usar el nombre de Russell para pasear por el mundo una especie de Inquisición contra Israel, donde el país no puede defenderse, donde los miembros de la cosa tienen la sentencia hecha, y donde las complejidades del conflicto con los palestinos -incluyendo algunas bonitas barbaridades terroristas, o las amenazas de destrucción iraní, o la participación de los países de la zona en contra de Israel- quedan reducidas a una postal de buenos palestinos y malos israelíes.

Sobra la biografía de algunos de sus miembros -incluyendo algún judío de conocido autoodio-, pero todos acumulan declaraciones furibundas contra Israel, y algunos con banalización del holocausto incluido.

Este delirante tribunal ha puesto sus posaderas en Barcelona unos días. Y, como no podía ser de otra forma, la Generalitat y el Ayuntamiento han pagado con dinero público el engendro. Así que los catalanes hemos ayudado a financiar el aquelarre de unos activistas militantes contra un país extranjero, cuyas dificultades para sobrevivir son arduas. Reclamo que me retornen el dinero que, en mi nombre, han usado para criminalizar a Israel. ¿Quiénes son ellos para alentar este tipo de cruzadas? ¿Y quiénes son estos para usar el nombre de Russell en vano? Ciertamente, los muertos no pueden defenderse. Sobre todo de algunos vivos con pocos escrúpulos.

Publicado por Pilar Rahola en La Vanguardia de Barcelona el 05/03/2010 – http://www.pilarrahola.

España está tan dentro del problema como fuera de la lucha por erradicarlo, ¿es España antisemita?

Combating Antisemitism

Por Pilar Rahola

Rodeada de diputados y expertos de diversos lugares del mundo, reunidos en Jerusalén, en el prestigioso Global Forum for Combating Antisemitism, mi pregunta es por qué, históricamente, le ha preocupado tan poco a España esta grave lacra. Y más teniendo en cuenta que, tanto en el pasado – culpable primigenia de la estigmatización del pueblo judío-como en el presente – con la opinión pública más furibundamente antiisraelí de toda Europa-,España tiene mucho que accionar (y, sin duda, corregir) en la lucha contra la intolerancia más trágica de la historia. Es cierto que mi interrogación es retórica, porque conozco las raíces de nuestra indiferencia, pero no deja de ser una pregunta necesaria. Todos los países serios, incluso aquellos que concilian menos culpa, consideran el antisemitismo como la escuela más eficaz del odio, y su crecimiento es un termómetro de la salud moral de una sociedad. Aquí, en cambio, el antisemitismo no nos importa nada, como en su momento no nos importó nada el holocausto. Percibido como algo ajeno y, sobre todo, ideológico, España está tan dentro del problema, como fuera de la lucha por erradicarlo. ¿Es España antisemita? «No», gritarán al unísono gurús progres de todo pelaje y políticos ad hoc. Y, personalizando, el amigo de turno nos espetará el clásico, «no soy antisemita, soy antisionista» y se quedará convencido de su limpieza moral de su bondad solidaria.

Sin embargo… todo cuadra, según los muchos observatorios internacionales contra la intolerancia, que tienen a España en la diana de su preocupación. Primero, porque estamos en el podio de la obsesión antiisraelí, y es aquí donde más alegremente se ha mezclado el holocausto con la causa palestina, se ha banalizado su horror en artículos y caricaturas, e incluso algunos políticos, de mucha empanada y corto vuelo, han llegado a pronunciarse contra la conmemoración de la Shoah por solidaridad palestina. Es decir, no sólo no han entendido nada, sino que han hecho gala de una considerable maldad con la memoria trágica de Europa. Por supuesto, toda crítica a Israel no es antisemita, pero todo el antisemitismo actual se arropa bajo el cómodo paraguas de la fobia antiisraelí. Y, mayoritariamente, es de izquierdas, lo cual añade complejidad al fenómeno. Mentiras, manipulaciones, confusiones históricas, todo ha valido contra Israel, en un lamentable proceso de deserción del debate de ideas. Como he dicho en mi conferencia en el Global Forum, resulta sorprendente que tanta gente inteligente, cuando habla de Israel, se vuelva idiota. Y ello, los inteligentes, porque los de la extrema izquierda sencillamente muestran su natural intolerancia, no en vano contra Israel se encuentran, en alegre fiesta, los de la extrema derecha y los de la extrema izquierda. En este caso, no es que los extremos se toquen. Es que se besan en la boca.

Pilar Rahola

La Vanguardia

20/12/2009

www.pilarrahola.com