La izquierda proisraelí desaparecida

Por Jorge Marirrodriga
Para Guysen International News

rosa movida

«Sería bueno que los intelectuales de izquierda (que siempre miran su propia comodidad) se la jueguen y no digan solamente lo que sea politicamente correcto como para quedar bien con dios y el diablo. Cuando yo hablo con cualquiera de esas personas casualmente siempre apoyan a Israel pero en otros lugares se quedan callados sin opinar (el silencio otorga) y en nuestra Latinoamérica y Europa hispano parlante hay cientos y cientos de estos pseudo intelectuales».

Esto me lo comenta Gustavo, un querido lector nacido en Belgrano. Y la verdad es que su reflexión sirve ella solita como entrada del blog. Dice una verdad como un templo y pone el dedo en la llaga de lo que está ocurriendo, por lo menos en España.

Verá, don Gustavo, respecto a Israel hay tres tipos de izquierda en España.

1-) Una absoluta y furibundamente antisemita que tiende a demonizar a Israel cada vez que puede.
2-) Otra hipócrita que, como usted señala, siempre mira por su propia comodidad, y hoy condena, mañana se abraza y pasado vuelve a condenar sin ningún problema.
3-) Una tercera, acojonada por la posibilidad de ser desterrada en el caso de hacer cualquier manifestación mínimamente positiva sobre Israel.

Las dos primeras son las que mandan en la vida pública española y son irrecuperables. Son las que por ejemplo aullan para que los jefes militares israelíes sean juzgados por crímenes de guerra pero al mismo tiempo exculpan con empalagosa comprensión el hecho de que Günter Grass ingresara voluntariamente en las SS, uno de los mayores cuerpos criminales de la historia de la humanidad. O esos que escriben a este periodista protestando porque «cuatro octogenarios» puedan ser juzgados «por lo que hicieron con veinte años». Una izquierda que al único judío que defiende es a Roman Polansky. Para ellos drogar y violar a una menor es disculpable, si uno es considerado progresista. Eso sí, como Polanski hable reiteradamente a favor de Israel ya veremos quién de éstos le apoya.

Pero la izquierda verdaderamente culpable es la tercera. La que calla por miedo. Esos actores, deportistas, presentadores de televisión y personajes públicos identificados con la izquierda que en privado apoyan a Israel pero están aterrados con la posibilidad de que eso se haga público. Esa gente ha bajado los brazos en la lucha contra el antisemitismo y han dejado solos a los valientes como Pilar Rahola. Bastaría con que tres o cuatro de ellos se atrevieran a decir en público «yo estoy con Israel» para que muchas cosas cambiaran en este país. El miedo es libre, pero luego que no se quejen de que les llamen cobardes. «Es importante ir sacando las máscaras a los fallutos, las personas falsas que se muestran de una manera y actúan de otra ¿se entiende?» pregunta el lector. Se entiende todo, don Gustavo.

Una respuesta

  1. ¿Izquierda proisraelí? Eso es un oxímoron.

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