ISRAELI GANA COPA DEL MUNDO DE AJEDREZ

15/12/2009

El gran maestro israelí Boris Gelfand, de 41 años se adjudicó la Copa del Mundo de ajedrez tras batir al ucranio Ruslan Ponomariov, de 18, en una extensa y reñida final que se desarrolló en el Centro de Artes en Khanty Mansiysk (Siberia). Gelfand, que se impuso en la serie de desempates por 5 a 3, y recibió un cheque por u$s64.000, se clasificó para el próximo ciclo «Candidatura» del que tomarán cuenta otros siete maestros y que permitirá determinar al nuevo desafiante al título mundial de ajedrez.

La Copa del Mundo, un certamen creado por el organismo rector del ajedrez, la FIDE, reunió a 128 jugadores y se desarrolló por sistema suizo a 7 ruedas por eliminación directa; Gelfand y Ponomariov fueron los últimos sobrevivientes de la prueba. La última etapa, la final fue prevista al mejor de cuatro juegos, pero tras la igualdad en las cuatro partidas, y con el marcador 2 a 2 por bando debieron recurrir a los desempates para determinar un ganador.

La primera serie consistió en 4 juegos a 25 minutos por jugador, allí se produjeron dos tablas y una victoria para cada uno, por lo que debió pasarse a un nuevo método de desempate, las partidas blitz, a 5 minutos para cada rival. La primera serie a dos partidas volvió a dar empate, con un triunfo para cada uno, pero en la segunda serie, Gelfand pegó dos veces y se quedó con el triunfo final.

De esta manera, Gelfand –ganador de la Copa del Mundo 2009-, junto a Gata Kamsky -ganador de 2008-, el perdedor del duelo Anand vs. Topalov -jugarán por el título mundial en abril próximo-, el ganador del circuito Grand Prix –otro certamen organizado por FIDE- y los tres mejores jugadores del ranking Elo que no estén clasificados en ninguna de estas etapas, más un jugador que podría tratarse de un jugador local –de la ciudad sede del certamen- u otro jugador por sistema de ranking, disputarán el próximo Ciclo Candidatura para determinar al nuevo aspirante al título mundial de ajedrez, en 2011. En la actualidad el campeón mundial es el indio Viswanathan Anand que deberá exponer su reinado ante el búlgaro Veselin Toaplov.

Fuente: http://www.hagshama.org.il/es.

Tomy Lapid, z»l

1/6/2008 –
Povesham.com
Tomy LapidSobreviviente del Holocausto, periodista, ex líder de Shinui y ex ministro de Justicia. Así se lo conocía a este hombre que, además de personalidad pública, encarnaba en sí mismo parte de la historia del pueblo judío y el Estado de Israel. Murió de cáncer a los 77 años, en el hospital Ijilov de Tel Aviv.

El ex ministro de Justicia Yossef (Tomy) Lapid falleció la madrugada del 1 de junio de 2008 en el hospital Ijilov de Tel Aviv a los 77 años, luego de una larga y penosa lucha contra el cáncer.

Tomy Lapid, valorado escritor y periodista, ganador del Premio Sokolov de Prensa en 1998, se puso al frente del Partido Shinui (Cambio) y, en 1999, se postuló por primera vez para diputado en la Knesset, ingresando en la coalición de Ariel Sharón y desempeñándose como ministro de Justicia. Como periodista, fue por muchos años un destacado miembro del panel del programa «Po-política» del Canal 1, entonces el principal programa de actualidad política de Israel.

En sus últimos años fue también titular del Consejo Directivo de Yad Vashem y de la Asociación Israelí de Ajedrez.

Lapid fundó una familia de gente de medios y espectáculos. Era esposo de la escritora y dramaturga Shulamit Lapid, y padre del periodista y conductor televisivo Yair Lapid. Su hija mayor, Mijal, había fallecido en un accidente automovilístico en 1984.

Tomy Lapid nació en 1931 en Servia, en una familia pudiente de origen húngaro. Cerca del fin de la Segunda Guerra Mudial, su padre fue enviado a un campo de concentración húngaro y de allí a Auschwitz. De allí, su padre sufrió la Marcha de la Muerte hacia el campo de concentración de Mauthausen, donde murió de un ataque al corazón dos semanas antes del final de la guerra. Sobre el momento en que su padre fue secuestrado dijo Lapid: «Ese fue el momento en que, para mí, Dios murió». Él pudo escapar junto a su madre a Budapest, desde donde inmigró a Israel en 1948.

Luego de una carrera periodística que incluyó también ser director general de la Autoridad de Radiodifusión -nombrado por el entonces premier Menajem Beguin- cruzó las líneas hacia la política en 1999 como líder de Shinui, al frente del cual logró 15 escaños en la Knesset, enarbolando como plataforma prácticamente única el combate contra la «compulsión religiosa».

Luego de su retiro del partido, antes de las últimas elecciones, Lapid se retiró de la política y su partido se estrelló por debajo del umbral de ingreso, por lo cual hoy no tiene representantes en la Knesset.

Pero los sobrevivientes del Holocausto lo eligieron en 2006 como su «enviado de los sobrevivientes del Holocausto en la Knesset.

Si hubiera un billón de judíos
Josef Lapid
Hay grandes verdades que no aparecen en ningún diario pues hay tantos intereses creados para ignorarlos. No es nada nuevo en nuestra historia pero duele igual.
El semanario telavivense «Hair» publicó un artículo del escritor palestino-israelí Anton Shamas, quien despliega una acostumbrada fluidez idiomática.
«Señoras y Señores» -escribió Shamas- «la hora ha llegado, en este día festivo, de admitir con todo candor, sin avergonzarse ni bajar la mirada, que todo este asunto ha salido mal. La aventura sionista ha terminado en un fracaso».
Esta muy bien que Shamas haya salido a decir eso. Porque un artículo como ese, de la pluma de un intelectual árabe reconocido, ofrece una oportunidad de plantear algunas verdades que uno dudaría de decir sin tener un buen pretexto.
Shamas, amigo mío: El sionismo constituye el máximo éxito del siglo XX.
Cincuenta años después de la derrota de Hitler y del mufti de Jerusalem, el sionismo florece en el corazón del Cercano Oriente, en un estado con 5 millones de judíos -judíos cuya supervivencia estuvo en duda por momentos.
La lengua hebrea (una de las maravillas del sionismo) ha unido a sabras y refugiados, sefaradim y judíos orientales.
En medio siglo, los sionistas, partiendo casi de la nada, hemos forjado un estado que lanza sus propios satélites y suministra a la armada de los Estados Unidos aviones sin piloto.
Exportamos programas de computación sofisticados y enseñamos a algunos latinoamericanos a cultivar melones.
Cada mes, este estado exporta productos por valor de un billón de dólares o más, a Europa occidental, a los Estados Unidos e incluso a Japón; tiene una democracia ejemplar, en la cual los ministros temen al ombudsman y los jueces temen solo a Dios.
Este estado ha creado un ejército considerado uno de los mejores del mundo, hay muy poca delincuencia violenta, y en cambio hay muchos excelentes conciertos.
Las personas de todas las religiones encuentran libertad de culto y los no creyentes también son bienvenidos.
Un diez por ciento de los ciudadanos de este país son nuevos inmigrantes y el 89% piensa que, a pesar de todas las dificultades, es un buen lugar para vivir.
Es un país en el cual un Anton Shamas tiene la libertad de publicar, en un día festivo, un ataque virulento contra todo aquello que los judíos que vivimos en este país consideramos importante y respetable. Shamas podría tal vez ser capaz de disculparnos por esto. Pero lo que no puede tolerar es el hecho que, a la luz de los logros del sionismo, el fracaso de los árabes aparece tan humillante y deprimente.
Cuántos palestinos hay, amigo mío? Un millón?, dos?, tres?. ¿Y cuantos estados árabes hay alrededor? ¿veinte?. Veinte países de reyes y dictadores, de terror y derramamiento
de sangre.
No existe un solo país árabe democrático, uno con libertad de expresión y derechos civiles.
Usted habla acerca del fracaso del Estado de Israel. Comparado con que? Argelia? Egipto? Iraq?
Cuántos árabes viven entre el Océano Atlántico y el Golfo Pérsico?
Cien millones? doscientos millones? Y cuantos musulmanes hay? un billón ?
Todos ellos le rezan al mismo Alá, en nombre del mismo profeta, Mahoma. Y todos ellos no pueden resolver el problema de las cloacas de Gaza.
Durante 47 años se han estado preparando para la independencia palestina y a pesar de ello, aún no recogen la basura en Jericó.
Con todo el petróleo de que disponen, no logran reunir la colaboración necesaria para construir un hospital en Deir-el-Balah.
Y todas las canillas de oro en Arabia Saudita y los jacuzzi en Kuwait no son suficientes para proveer agua potable para Jebelya.
En resumen, amigo mío, usted sabe muy bien que si casi un millón de judíos viviera en Gaza, rodeado de 20 estados judíos, Gaza judía sería un paraíso en la tierra.
Los trabajadores palestinos estarían haciendo cola en el paso de Erez, mirando hacia Gaza, en busca de trabajo.
Si hubiera un billón de judíos creyentes en el mundo, los judíos de Gaza no necesitarían la ayuda de las Naciones Unidas.
Los judíos del mundo habrían colaborado con los judios de Gaza y ya haría tiempo que Gaza se habría convertido en la perla del Mediterráneo.

http://www.porisrael.org/secciones/articulos/billonjudios.htm
Fuente: porisrael.org